Capítulo 11

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CAPÍTULO 11

Naruto estaba en su casa, estaba limpiando ya que viviendo solo debía encargarse de todas y cada una de las tareas del hogar. Todo aquello le hacía recordar su adolescencia viviendo solo entre aquellas cuatro paredes.

Estaba en la cocina, limpiando de jabón el fregadero después de haber lavado los platos. Suspiró mientras escurría el trapo, no pudo evitar recapitular su situación actual.

Tras haber vivido más de una década de matrimonio con Hinata Hyuga había decidido abandonarla tras aceptar que no era feliz con ella, tras aceptar que no la amaba como creía haberlo hecho cuando se casaron.

Se había dado cuenta que ya no era el, que con el pasar de los años se había convertida en otra persona totalmente distinta, se había convertido en alguien triste e incapaz de quererse a sí mismo. La persona en la que se había convertido, realmente no era él.

Se había marchado con la idea de cortar su relación con Sakura también. Por mucho que la quisiera y la deseara no iba a hacerle bien convertirse en su segundo plato, convertirse en un reemplazo. Realmente había sentido que necesitaba rehacer completamente su vida.

Sin embargo, al final no pudo hacerlo. Se acabaron mezclando muchos factores, el principal fue todo lo que realmente deseaba estar con ella. Durante incontables años había suspirado cada vez que la veía y tras haber descubierto lo que era estar junto a ella no era algo de lo que pudiera renunciar fácilmente.

Con ella había descubierto una forma completamente nueva de querer y ser querido. En los mejores momentos su autoestima se había disparado y había disfrutado realmente de la compañía y la intimidad que solo una pareja puede darle a alguien.

Algo que quizás no se había permitido tener con la madre de sus hijos.

A ello tenía que sumarle que no pudo decirle que no a Sakura cuando le pidió que no la abandonara, cuando ella le contó todas sus frustraciones y demonios solo pudo sentir una profunda lastima y la necesidad de ser él quien cambiara todo aquello.

Todo fue muy bonito, pero cuando aquella noche acabó de nuevo sintió que estar junto a Sakura no iba a ser lo mejor a largo plazo para él. Pero tampoco podía engañarse de nuevo, sabía que llegado el momento una noche con Sakura valdría toda una vida de arrepentimiento.

Cambió de pensamiento, prefería pensar en el motivo por el cual estaba dejando tan limpia la casa. Tal y como lo había hablado con Hinata aquel día Boruto comería con él en casa y luego pasarían la tarde juntos.

Naruto se había cogido el día libre expresamente para ello.

Himawari se quedaría en casa con sus abuelos y su madre, después de todo aún era muy pequeña y no terminaba de entender lo que estaba pasando. Naruto necesitaba que su hijo le perdonara y entendiera que no iba a cambiar nada entre ambos. Que entendiera que incluso iban a poder mejorar su relación.

Sabía que cuando él fuera mayor lo entendería, cuando dejara de ser un niño y se convirtiera en hombre sería capaz de entenderlo por mucho que no le gustara. Pero por ahora no quería esperar tanto, no quería perder a aquello que más quería.

Tenía más o menos planeado lo que iban a hacer, iría a buscarlo al entrenamiento y luego irían a buscar la comida al Ichiraku Ramen, pediría para llevar y así podría comer en casa. Quería que aquel lugar se le hiciera familiar, que sintiera que también podía ser su casa.

Si todo salía como esperaba reformaría un poco aquel piso para preparar una habitación para que sus hijos pudieran quedarse cuando quisieran.

Dejó preparada la mesa, así al volver solo tendría que ponerse a comer y ya. Decidió salir de casa sin su capa de Hokage, sabía perfectamente que para Boruto aquello tenía un significado negativo y prefería evitarlo hoy.

That's Not MeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora