Capítulo 16

609 33 12
                                    

Ha pasado mucho desde la anterior actualización, pero acabo de terminar el semestre y el hecho de tener tiempo libre me ha motivado a intentar terminar mis dos fics pendientes. Me gustaría poder decir que este verano los acabaré, pero me conformaré con decir que, por lo menos, la historia si avanzará y no estará parada un año más. La ultima vez que escribí deduje que le fic no pasaría del capítulo 20, pero esta última vez se me han ocurrido escenas e ideas que lo alargarán. Espero que os guste el rumbo que tomará a partir de ahora.

-x- 

Habían pasado dos días desde que Sasuke y Sarada Uchiha abandonaran Konohagakure no Sato, en ese momento el Maestro Hokage se encontraba en su despacho, intentando que la enorme pila de documentos que allí había le hicieran olvidarse momentáneamente de sus problemas.

Aquello le trajo un amargo recordatorio de cuando pasaba incontables horas en el despacho intentando ignorar que no era feliz en su matrimonio. Suspiró por ello, sin duda no era algo que no quería de nuevo en su vida.

Desde la marcha de Sarada, Sakura Haruno no había vuelto a ser la misma y Naruto estaba totalmente cansado de no poder hacer o decir nada que le mejorara el ánimo. Entendía que estuviera deprimida, simplemente le frustraba no poder hacer nada al respecto.

No podía evitar preguntarse si realmente había hecho bien al permitir que Sarada se marchara con su padre. Cada vez que intentaba equilibrar la balanza, no podía evitar pensar que como Hokage había hecho lo correcto al permitir a una Genin tan prometedora viajar junto a uno de los ninjas más poderosos de la historia. Además, la propia Sarada quería realizar dicho viaje.

Como amigo, sabía que era cruel impedir que Sasuke pudiera pasar ese tiempo con su hija. El Uchiha ya había perdido muchas oportunidades de ser un buen padre, ahora que parecía querer cambiar aquello, Naruto no podía ser quien se interpusiera.

Sin embargo, como novio no podía evitar pensar que podría haber sido egoísta y aprovecharse de su situación de poder para negarse alegando motivos de seguridad. Sin duda, estaba seguro de que había más motivos a favor, pero cada vez que veía a Sakura llorar no podía evitar poner en entredicho todo aquello.

Rápidamente fue sacado de sus pensamientos cuando la puerta de su despacho se abrió, al ver quien era la persona que entraba no pudo volver a suspirar de nuevo. Sin duda, la conversación que debía mantener con su hijo en ese momento tampoco era algo que quisiera vivir.

- Konohamaru-Sensei ha dicho que querías hablar conmigo. – Dijo Boruto Uzumaki entrando en el despacho.

- Si, pasa por favor. – Respondió Naruto dejando a un lado todos los documentos.

Boruto dio unos pasos hacia delante y, tras cerrar la puerta del despacho, se mantuvo de pie frente al escritorio de su padre.

- Si es por lo de Sarada, ya sé que se ha marchado y el motivo por el que lo ha hecho. – Dijo Boruto anticipándose.

Por la forma de hablar de su hijo, Naruto pensó que todavía estaba molesto con él por lo que había ocurrido durante su peculiar prueba de ascenso a Chunin. No obstante, en ese momento no podía preocuparse por algo tan nimio como un enfado.

- No hijo, no es eso. – Naruto remarcó la palabra hijo, sin duda quería que Boruto entendiera que no le estaba hablando como Hokage.

- ¿Qué es entonces?

- El otro día hablé con tu madre. – Naruto hizo una pausa, quería elegir las palabras correctas. – Sobre una conversación que tuvo con tu abuelo.

- ¿Y porque me lo cuentas tu? Quiero decir, me lo pueden decir ellos. – Dijo Boruto, sin duda parecía lo más obvio.

- Lo sé, es solo que... bueno tu madre no sabía cómo hacerlo. Estaba muy afectada y le prometí que lo haría yo.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jun 23, 2020 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

That's Not MeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora