Capítulo 4

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Naruto y Sakura habían comenzado a besarse en aquel solitario puente, por suerte para ellos no había nadieallí que pudiese verles en ese instante.

El ambiente se estaba caldeando rápidamente y es que al haberse pasado toda la tarde pensando en el besode la mañana solo habían conseguido sugestionarse al haberse repetido una y otra vez en su mente que,aunque incorrecto, el beso había sido demasiado satisfactorio.

- Naruto... - Susurró Sakura cuando se separaron. Su respiración estaba entrecortada y hasta Naruto pudonotar como su pulso estaba disparado.

Después de todo él estaba completamente igual.

- ¿Si? – Preguntó triste y contento a la vez. Triste porque pensó que le pediría que parasen. Contento porqueal menos conseguirían detenerse.
- No podemos.... Quedarnos aquí... - Respondió ella entrecerrando los ojos.

Pudo haber dicho que tenían que parar, que lo que estaban haciendo estaba mal. En lugar de eso se limitó aexpresar que no podían quedarse allí, donde pudiesen verlos.

Naruto bajó sus manos y las colocó en la cintura de la pelirrosa, después desaparecieron en un parpadeo sindejar rastro de que habían estado allí.

Reaparecieron en el piso del Maestro Hokage, el que había sido su hogar hasta el día en que formó unafamilia con Hinata Hyuga. No había vuelto a darle ningún uso hasta aquella noche.

Tras un pequeño segundo para recomponerse del pequeño salto espaciotemporal volvieron a besarse alinstante. Naruto sentía que si decían una sola palabra acabarían deteniéndose, que imperaría la razón y esanoche terminaría allí.

Por eso simplemente no dijo nada.

El Séptimo Hokage había dado ya rienda suelta a todos sus impulsos permitiendo que sus manos semoviesen libremente por el cuerpo de la mujer de la que había estado enamorado desde los cinco años.

De forma total y absolutamente egoísta había delegado en Sakura la responsabilidad de detener el desastreque estaban orquestando, él se había desentendido del todo y había decidido que se dejaría llevar por susimpulsos, después de todo siempre había sido aquel ninja que rara vez se guiaba por la razón.

Sin dejar de besarla se quitó la capa de Hokage y después fueron juntos hacia la cama. El piso eraextremadamente pequeño pero tampoco es que necesitasen mucho más en ese instante. Sakura se quedótumbada en la cama y Naruto sobre ella.

Junto a su capa poco a poco la ropa se les fue perdiendo en la intensidad del momento, el tiempo estabapasando lento y rápido a la vez así que no eran plenamente conscientes de cuanto llevaban allí pero ambosya estaban completamente desnudos y entregados el uno al otro.

- Sakura-Chan... - Susurró él cuando por fin se unieron totalmente.
- Na... Naruto... - Respondió ella en un ahogado gemido.

El Hokage decidió callarla con un beso, después la mordió en la zona entre el hombro y el cuello. Naruto noera capaz de recordar la última vez que había sentido un deseo tan intenso, es como si algo en su interior lesuplicase que, literalmente, se comiese a Sakura Haruno.

Sakura llevó su mano derecha a la cabeza de Naruto para sujetarla y hacer fuerza para sentir aquel mordiscode forma más intensa. Aquella noche estaba siendo realmente intensa y en ese instante parecía que jamás searrepentirían de lo que estaban haciendo.

Naruto podía sentir una profunda sensación de placer y autosatisfacción cada vez que recordaba que estabatomando el cuerpo de la mujer que había deseado desde que entrase en su adolescencia, como si todos susdeseos más perversos se estuviesen cumpliendo en aquel momento.

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