Acto 3.- Los hilos del destino bailan.

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Parte. 1

El constante brillo de tonalidad azul y rojo se expandían por todas partes mientras la luz del sol poco a poco salía del horizonte. Una enorme multitud de personas se movía de un lado a otro mientras sus pasos hacían eco en todo lugar, sin descanso miles de pasos se escuchaban cada segundo que pasaba con un paso acelerado que hacían sentir miedo a los insectos cercanos, las únicas excepciones eran sin duda las moscas y mosquitos que estaban apreciando el milagro de una buena comida.

En lo alto de una montaña se podía observar un monte budista con una gran cantidad de policías moviéndose de un lado a otro. La mirada de los trabajadores eran divididas y en general más notorio cuando se trataba del género, pues eran pocos los hombres que tenían una mirada conteniendo el vómito y el asco del olor a sangre y los cuerpos partidos, las mujeres en otro caso ya se habían rendido y fueron a buscar una zona donde eso no estuviera presente y eso demostraba una diferencia entre las actitudes en misiones.

– Todavía no han encontrado nada, Suzue – Preguntó una persona que portaba una seria como grave voz, el cual provenía de un hombre de mediana edad parado en la entrada del templo.

El hombre de unos treinta y tantos años de un peliagudo cabello negro peinado hacía atrás sin salvarse de las puntas y de una piel bronceada por el sol, sus ojos negros poco resaltaban debido a sus ojos rasgados que quedaban bien con su rostro de facciones duras como de un hombre que ha pasado un tiempo en la cárcel. El hombre llevaba una playera blanca debajo de un saco negro con una corbata roja clara y unos pantalones a juego del saco. Aquel hombre tenía por alguna razón su ojo derecho cerrado todo el tiempo.

– No señor Tatara – Una suave y fina voz le respondió mientras una de las pocas mujeres que pudieron tolerar la situación se acercaba

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– No señor Tatara – Una suave y fina voz le respondió mientras una de las pocas mujeres que pudieron tolerar la situación se acercaba.

La mujer estaba en sus veinte tantos años y tenía un hermoso cabello marrón carmesí o un marrón pelirrojo corto que caía con dos mechones a los lados de su rostro y unas puntas protegiendo su frente, su piel blanca brillaba un poco por el sudor y sus ojos de una tonalidad verde brillaban hermosamente. La hermosa mujer tenía un rostro sumamente hermoso como el de un ángel caído del cielo pero con una mirada sería algo infantil. La dama de un cuerpo muy curvilíneo llevaba una playera verde sin mangas pero que resaltaba su busto fácilmente de una copa-H, su delgada cintura era abrazada por un cinturón junto con una falda verde que llegaba un poco después de la rodilla y acababa con unas botas negras.

 La dama de un cuerpo muy curvilíneo llevaba una playera verde sin mangas pero que resaltaba su busto fácilmente de una copa-H, su delgada cintura era abrazada por un cinturón junto con una falda verde que llegaba un poco después de la rodilla y a...

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The New Testament of Devil King and Fallen Queen.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora