Volver A Empezar (Elvin)(Junvin)

Capitulo 14 - Reconciliación

Pase de largo entre los chicos, no se ni como pero recorrí una gran distancia de donde se ubicaba la Gran Casa hasta donde me encontraba, la verdad quería estar solo, recordaba lo ocurrido y por mas que quisiera no pude evitar llorar, habían pasado unos pocos minutos hasta que de pronto sonó mi celular, lo saque del bolsillo y en la pantalla resaltaba el nombre de mi esposo. No quería contestar pero lo hice.

-¿Dónde rayos estas?- gritaba Eli del otro lado de la línea.

-No te lo diré... déjame en paz...-dije sin poder dejar de llorar.

-No estoy bromeando, dime donde estas, si algo le pasa a nuestra hija será toda tu culpa.

-¿Mi culpa? ¿Piensas que soy capaz de hacerle daño?-me puse serio.

-Lo quisiste hacer en un principio, así que te creo capaz de eso.

-No tienes idea de lo que dices...-seguí sollozando.

-claro que lo se, y deja de llorar que con eso no arreglaras nada, madura que ya eres un adulto, aprende a ser responsable, deja de actuar como un niño berrinchudo.

-Parece que te arrepientes de haberte casado conmigo.

-Lo que me molesta es que seas tan inmaduro e impulsivo, así que ven inmediatamente a la casa, te advierto que si algo le pasa a la bebe, no te lo perdonare nunca.

-No lo soportó mas!- le grite y colgué, no podía contener mi llanto, estaba lleno de ira y de tristeza a la vez, me sentía tan mal que quería desaparecer, mi propio esposo me dijo que soy de lo peor y que al parecer solo le importaba Mariangel, y no lo que yo podría sentir...

Me senté en la banca de un gran parque, no me importaba que la gente me mirara, tal vez les daba algo de lastima o me tenían compasión, el celular volvió a sonar varias veces, pero ya no quise contestar ¿Para que? ¿Para que siguiera escuchando sus insultos?

Me estaba ahogando con mi propio llanto, jamás me había sentido tanto vacío como ese día, mis lágrimas eran tantas que ya no podía ni ver.

-Eres un idiota Eli, no pienso volver nunca, pensé que de verdad me amabas, pero me hiciste notar que soy capaz de serte infiel y que le hare daño a nuestra bebe- acariciaba mi vientre- estarás bien... yo se que si...solo que ahora...yo...-tape mi rostro con las dos manos mientras mis lagrimas eran interminables-

-Bebe...-Escuche una voz muy familiar pero no quise destapar mi rostro- bebe... soy yo Eli...

-¿Qué haces aquí? Vete! Déjame solo!- me senté de lado dándole la espalda- ya dijiste todo lo que querías que supiera, ya me quedo claro, ahora solo déjame en paz...

-Bebe...lo siento...- acariciaba mi espalda- de verdad lo siento... no supe controlarme, vamos a casa ya hace frio.

-no iré a ningún lado contigo...-de pronto se acercaba un perro que ladraba muy fuerte como si quisiera atacar y me puse a temblar pero Eli me abrazo.

-No pasa nada bebe es solo un perro... no permitiré que te haga nada- me cargo y me llevo hacia el auto, vi como el canino seguía a Eli pero ya no hizo nada y mejor se fue. Realmente me sentía patético por no poder defenderme a mi mismo.

Llegamos a casa, entramos en silencio, subí a nuestra habitación para sentarme en la cama, con un pañuelo sonaba mi nariz que se había congestionado, Eli fue a alcanzarme.

-Amor... dime que debo hacer para que dejes de estar triste...-se quedo parado junto a la puerta.

-Nada... fue un mal día... mañana será otro amanecer...-me recosté en la cama abrazando mi almohada. Solo escuche que él suspiro y se acercó a mi para acariciar mi espalda.