El diario de Mel

CAPÍTULO 1

Era viernes por la mañana. Me levanté de mala gana, ya que tenía que ir al insti. Era la primera vez que iba en toda la semana,  e iba porque mi Angy (así lo llamaba yo) tenía que trabajar, un encargo especial según él, si no me habría ido con él como acostumbrábamos.

Era un tostón las clases, cada hora que pasaba se me hacía más larga, lo único que me hacía aportar tal agobio era pensar en mi Angy, en lo que haríamos este finde...

Por fin tocó el timbre de las 2 y una buena noticia llegó a mis oídos, el profe de las 3 no había venido y nos podíamos marchar a casa. Así podría estar más tiempo con él.

Abrí la puerta de mi casa, con un hambre terrible, grité mamá pero nadie contestó -estará en el bar como siempre- pensé. Así que fui a hacerme un sándwich.

Abrí la nevera, y lo único que encontré fueron dos latas de cerveza marca: "La marka con K" y un trozo de queso a medio comer -me servirá- pensé. En la despensa encontré una cortada de pan de molde, de ese que tanto le gustaba a Punset o el más chungo de la España, según Angy.

Subí a mi cuarto para comer y ver un rato la tele, pero cuando pasé al lado de la puerta de la habitación de mi madre oí unos gemidos; -que extraño- pensé - mi madre no me había dicho que tenía novio- pero en fin, ya estaba acostumbrada a sus liguea de un día.

Iba a entrar otra vez en mi mundo de Yupi-Hey cuando vi la camiseta preferida de Angy tirada en el suelo.

Entré en mi habitación con la idea de encontrar a Angy tirado en mi cama. Abrí la puerta sensualmenta dispuesta a "sorprenderme", pero él no estaba.

Corrí por toda la habitación buscándolo, habría armarios, cajoneras ( no, mi Angy no era tan flexible), incluso miré debajo de la cama, pero no estaba allí. - Igual está en el baño poniéndose más guapo- pensé. Pero yendo hacia allí se me ocurrió el peor de los pensamientos: Y si...

Abrí la puerta de la habitación de mi madre, y lo encontré.

No tenía cara dura ni na', el mu' guarrilla haciendo... haciendo eso con mi propia madre. No tenían perdón ni él ni ella.

Ni si quiera dije nada, esa fue la gota que colmó el vaso.

Cogí una bolsa de Nochelprix con X de mixta, metí... metí unas cuantas camisetas, pantalones y ropa interior. Cogí mi chaqueta y me fui. Me fui de casa.

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Hola de nuevo! Espero que os haya gustado un poco más este capítulo, pues el otro era más descriptivo...

Y por favor por favor, me gustaría muchísimo que comentaráis para saber que os ha parecido...y si os ha gustado, por la razón que sea, podéis votar.

Gracias! :)