CAPÍTULO 10

23 4 0
                                    

Cuando me quise dar cuenta ya era otro día. Debía comprarme un vestido o, al menos, algo más decente que mi ropa que tenía de diario.

Sin decir nada a nadie, me fui en busca de una tienda donde encontrase el vestido perfecto, ya que era mi única oportunidad para sorprender a Harry.

Me dirigí al centro comercial, donde se encontraban multitud de tiendas maravillosas ( y otras no tanto ).

A la primera tienda que entré vi un vestido que parecía ser bonito, pero en cuanto me lo probé... parecía una guarrilla de mierda.

-mejor miro en otra tienda- pensé.

Recorrí una gran cantidad de tiendas, la mayoría nefastas, pero finalmente encontré una que parecía ser la definitiva: M&H (¿esto sería una señal?)

Entré y encontré un maravilloso vestido a rayas de diversas tonalidades de rosa, sin tirantes y con un poco de vuelo. Me lo probé y me quedaba PER-FECT.

Ahora solo me faltaba encontrar zapatos.

Encontré unas sandalias que parecían adecuadas, de un tono entre blanco y rosa palo. Busqué mi número, me senté y me las probé. Parecían cómodas, así que me las quedé, es decir, me las probé, no querrás pensar que las robé...

Volví a casa y todos me empezaron a preguntar:

—¿Qué llevas ahí?

—Nada, nada...ya lo veréis.

Subí amigo cuarto y me lo volví a probar todo junto para ver que tal quedaba.

Puse a hacerme multitud de ilusiones con lo que podría pasar en la noche del concierto... yo y Harry... Harry y yo... Aaish...!

El diario de MelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora