La fiesta.

.

Al entrar ví a Sara bailando como una loca, y realmente me quedé petrificada. A ver, lo explico. Sara es una bonachona, muy dulce y muy inocente. Ella se lo cree todo. Yo también. Pero ella es como una niña pequeña en un cuerpo de adolescente. Es una ricura. Por eso me resulto impresionante verla baila como una loca.

Me acerqué a ella y le quité el vaso. Creía que le habrían echado éxtasis por la forma en la que bailaba, pero solo era ron con cola. Durante la inspección de la bebida de Sara, alguien me cogió de la cintura, me giré y lo ví. Era Óscar, mi hermano. Bueno en realidad no es mi hermano, pero como si lo fuera. Le abracé muy fuerte, ya que hacía mucho tiempo que no lo veía.

-¿Qué haces aquí? Wow, ¡que guapo te has puesto!

-¿Yo? ¡Tú! Voy a tener que ligar con mi hermana. - Acto seguido puso cara de pervertido. Me llevaba tan bien con él... Y me sigo llevando, por si te lo preguntas.

-Que tonto eres, anda, vamos a bailar.

No puso ninguna pega, ya que se acercó a mí y me puso la mano en la cintura. Y me dejé llevar por la música. Hasta que me llamó Laura para bailar con ella. Que celosa es.

Me terminé mi copa y fui otra vez a la cocina a llenármela de lo mismo. Cuando puse el primer pie en el suelo de la cocina, alguien salió de repente. Lógicamente, me dio un buen susto. Con la mano en el pecho y la respiración agitada, levanté la mirada para saber quién era el listo/a que me había asustado. No me lo podía creer. Era Marco.

Vosotros os preguntaréis: ¿Y quién es Marco?

Marco es el chico del que he estado enamorada tres años. Si, tres increíbles, aunque asquerosos años. No lo odio, por supuesto que no, pero fue cruel conmigo, aunque él no lo sepa. Os pongo en situación: yo le conozco casi desde que nací, hace tres años empecé a hablar con él, pero hay un grave problema, es el amigo de mi hermano. Suena morboso, pero es muy cierto. Y maldigo el día en el qué se conocieron.