-¿Qué quieres?
-Jo, parece mentira que no me conozcas, quiero estar contigo.
-Ahora mismo estoy ocupado.
Te prometo que toda la tontería de mi cabeza se esfumó y volvió mi yo serio.
-Ah estás ocupado, ¿en qué?
-No te interesa.
-¿Sabes? Te voy a dejar esto muy claro. No me vas a hablar nunca jamás así, ¿vale? Si estas haciendo otras cosas me lo puedes decir bien.
Y me giré súper digna. Sabía que Marco me seguía, así que le di una oportunidad para explicarse.
-A ver, amor, no quería decírtelo borde, pero es que me ha molestado que le dijeses a tu hermano que estabas conmigo.
-¿No quieres que sepa lo nuestro?
-Por ahora no, entiéndelo, su amigo con su hermana es un poco raro.
-Pues para mi no, y para ti espero que tampoco.
-Pues claro que no, pero ya sabes cómo es él.
-Vale, me has convencido.
Y me besó.
-Cariño, voy a subir, ¿vale?
-Vale, yo voy a estar por aquí abajo esperando a mi hermano.
-Vale.
Y se subió muy rápido. No me fiaba de él, pero tenía que empezar a confiar.
Mi hermano vino a los poco minutos de esa conversación.
-Hola hermano.
-Hola, ¿y Lucía?
-Hola hermana, ¿qué tal estás? Yo estoy genial. -Dije irónicamente.
-Vamos hermana, dime dónde está, necesito hablar con ella.
Le miré con cara de 'Sí, hablar, seguro que sí'.
-Está arriba.
-¿Me acompañas?
-Si, porque no tengo nada mejor que hacer aquí abajo.
Subimos por las escaleras y pasamos por el pasillo. Yo iba abriendo todas las puertas que encontraba a mi paso. Hasta que abrí la puerta donde estaba Lucía y casualmente Marco.
ESTÁS LEYENDO
La fiesta.
Teen FictionCon 17 años te pueden pasar muchas cosas, unas buenas y otras malas. A mí me vinieron todas de golpe en la fiesta.