Prefacio

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           Washington D.C – sábado; agosto del 2020

Dos horas.

Archie llevaba dos horas sumergido en la oscuridad de aquel estudio. Había demorado media hora en reaccionar después de leer la primera carta. Después de ello, solo había decidido apagar la luz y tomar asiento en la silla que estaba detrás del escritorio.

Dos horas.

Su vida había cambiado en dos horas.

Los planes que tenía con Harry no se habían ido por la borda, sin embargo Archie no estaba listo para comenzar a llevarlos a cabo. ¿La razón? Tenía que saber a qué se refería su mejor amigo con la primera carta que había dejado. ¿Qué tenían las demás cartas? Esa era la tarea que Archie tenía en ese momento, descubrir de qué se trataba todo ese juego que Robert había creado.

¿Acaso era esa su forma de darle la bienvenida?

Dos horas.

Solo dos horas y Archie volvía a ser el mismo chico que había discutido con Robert la última vez que se encontraron.

¿Qué era esa presión que sentía en su pecho? ¿Por qué nuevamente estaba allí de una forma asfixiante? Inclusive había tenido que desabrochar algunos botones de su camisa por la falta de aliento. ¿Por qué nuevamente se sentía de esa manera? ¿Por qué sentía que sus órganos no estaban funcionando normalmente? ¿Por qué sentía que aquellas heridas que creía cicatrizadas y sanadas, se volvían a abrir haciéndole saber que el dolor era real y estaba de regreso para hacerlo sufrir?

Dos horas.

¿Cómo Archie le decía a Harry que todo lo que habían avanzado durante dos años se había ido por el caño?

Sí, sabía que su pareja estaría allí para él, pero estaba consciente de que no podía llevar a Harry a esa oscuridad nuevamente. No podía sumergirlo en ese mar asfixiante de dudas e interrogantes sin respuestas. Amaba a su novio. Lo amaba hasta sentir sus huesos calar por el sentimiento, pero no estaba dispuesto a enredarlo nuevamente en sus problemas. No tenía las agallas de llevarlo nuevamente a su miseria.

Dos horas.

Solo dos malditas horas para que Robert hiciera de las suyas.

Dos malditas horas en las que Archie sentía lo que era volver a su papel original. Aquel que aunque quisiera negar, le hacía recordar que amar a su mejor amigo resultaba ser una pesadilla...

Querido Archie (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora