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         Querido Archie:

Nuestro último año en secundaria fue totalmente una montaña rusa.

Creo que ese año tuvimos más altos y bajos que los anteriores, ¿verdad?, sé que estarás de acuerdo conmigo.

Peleamos mucho, nos reconciliamos mucho más.

Creo que ese domingo juntos en tu casa hogar fue un reinicio. Un excelente reinicio, porque logré encontrar un equilibrio en el Robert que debía ser y el Robert que papá quería que fuera.

Contigo siempre he tratado de ser yo, siempre. Pero a veces terminaba siendo el Robert que soy con los demás, los últimos meses de ese año fue exactamente lo que hice, fingir ser alguien más. Nunca te dije la razón y lo lamento, quizás si te hubiera dicho todo hubiera sido diferente pero tenía miedo de que mi padre se enojara tanto con ambos que llegara a hacerte daño.

Primero muerto antes de dejar que mi padre colocara algún dedo sobre ti.

Lo que quiero contarte en esta carta es lo siguiente; ¿recuerdas que todas las tardes que te decía que no podíamos salir?

Un fin de semana mi padre nos llevó a mi madre y a mí a una reunión del trabajo. Al parecer el yerno de su jefe era un asco para el lugar que le habían asignado y mi padre era quien terminaba arreglando toda la situación. Mi padre dijo que su jefe podría darle la oportunidad esa vez, que ya se lo había comentado en ocasiones, así que esa noche era posiblemente la que cambiaría la vida de mi padre y de nuestra familia.

De cierta forma creo que sí la cambió.

Esa noche conocí a una chica, resulta que era una hija del señor, tenía mi edad y por extraño que parezca, ella y yo conectamos ese día. Obviamente yo pensé que sería algo de esa noche y nos besamos.

Una semana después de esa reunión, papá llegó feliz a casa con una noticia buena. Dijo que su jefe finalmente le había dado el puesto que él tanto quería, pero con una condición, ¿sabes cuál era?

Yo debía salir con la hija del señor.

Quise decirle que no, pero no podía, no pude...

Mis padres se veían muy felices, mi padre especialmente, y no quería arruinarle esa felicidad. ¿Sabes?, desde que era niño no veía a mis padres de esa manera y eso solo me colocaba más presión. Así que acepté, por ellos lo hice.

Salí con esta chica los últimos meses de nuestro último año, Archie. ¿Y sabes?, jamás en mi vida sentí tanto asco de mí. ¡Le estaba mintiendo! A mí no me gustan las chicas, lo que hice esa noche de la fiesta fue porque me nació pero no quería hacerlo más, pero me tocó, tuve que hacerlo, tuve que fingir ser el mejor novio del mundo para ver a mi padre feliz.

Supuse que para algo mi padre me había enseñado a ser como soy.

No lo sé, en ese entonces no lo pensaba muy bien.

Me libre de esta relación cuando ella terminó conmigo. Me dijo que había una chica que le gustaba mucho y quería intentar estar con ella, así que la dejé ir. ¡Por supuesto!, no iba a desaprovechar esa oportunidad.

Ahora que he terminado dirás, ¿por qué me está diciendo esto?

Hay una razón, Archie, y la descubrí recientemente.

Tú siempre has sido quien eres, sin importar las burlas o estar solo, siempre has sido tú. Y me has enseñado una importante lección, siempre debemos ser nosotros mismos delante de cualquier persona, porque a fin de cuenta, la única felicidad que debe importarnos es la nuestra.

Lástima que lo he aprendido ahora que es tarde.

Querido Archie (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora