Comienzo Part. 2

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Han pasado muchas cosas...

En estos momentos, si las pensaba, no sabía si fueron más buenas que malas o solo un empate. Todo estaba tan oscuro y se sentía relajado hasta que escuchó el cantar de los pájaros y una luz le hacía saber que era ya la hora de despertar.

Hasta ahora lo que había hecho, con respecto a lo que tenía que hacer, fue tomar su café y encender su equipo. Observaba la hoja en blanco con el titulo de 'Inicio' y esa raya que parpadeaba en espera de una acción de su parte. En otros tiempos él estaría escribiendo sin parar, alguna nueva historia o un nuevo reportaje, hasta quizás un nuevo aporte, pero actualmente se encuentra sin saber qué hacer.

Hoy esperaba que algo le llegase para empezar, pero no ha sido así desde que llegó, respectivamente hace dos semanas.

Tomó un sorbo del café y avizoró su alrededor, algo que no hizo desde el primer día en que llegó. Había cierta aura que invadía todo el lugar, posiblemente aún mantenía la esencia del antiguo dueño. Si recordaba mejor, la casa aún con lo cómoda, grande y ese estilo que mantiene un buen aspecto, tuvo un buen precio el cual le pareció extraño. En ese momento era bueno solo aceptar la oportunidad, pero ahora... pasó su mano sobre la mesa en donde se encontraba y el polvo se impregnó en sus dedos. Tal vez lo mejor sería limpiar hoy la casa.

El día transcurrió tranquilo y solo quedaba una habitación que hasta el momento no sabía que existiera. Una biblioteca.

Si bien era algo maravilloso, había cierta sensación inquietante en la habitación. Miró todo y dio medias leídas. Todos los libros u archivos eran interesantes y personales. Había cierto rincón que era hasta ahora el más cuidado y menos abandonado, catalogado en una sola etiqueta que los demás, obvio, no tenían.

''Eric T. Cartman'' pronunció en voz alta, ya que nadie más lo escucharía. Tocó el grabado suavemente con la yema de sus dedos.

Algo moralmente no le permitía hurgar cosas que no le pertenecían y que seguramente el sujeto dueño de estos vendría pronto por ellos, pero después de todo él es un sujeto curioso y ciertas cosas le hacían (como tal) tentarse. Tomó algo sin pensar mucho, de esa manera podía quitarse de encima el hecho de que, de no hacerlo, no lograría conciliar el sueño. Lo que no era favorable puesto que mañana en la mañana sería su gran día.

Su primer trabajo.

Sacó al azar un libro. Su pasta era gruesa, de piel bañada en color escarlata, con letras de oro de gran elegancia y ese olor tan formidable a libro viejo. Sentía su corazón latir el doble y salió de la habitación para tomar un lugar más cómodo. Sentado en un sillón en el lugar que corresponde a su sala, respiró profundo y leyó el titulo de letras grandes.

"Mis recuerdos" acompañado de " Volumen -" debajo de éste. Abrió la pasta para llegar a la primera hoja, en esto sus ojos se abrieron expectantes por una fotografía. Una mujer de apariencia destacada, una sonrisa encantadora y que miraba, con cierto brillo en sus ojos, hacía el frente. Probablemente hacía la persona que tomó la foto, pensó.

La fotografía algo vieja (respectiva a su tiempo), mantenía debajo una marchita dalia de color rojo.

Contempló con interés ambos antes de cambiar de página, considerando que lo mejor era no tocarlos, pero entonces se percató de unas letras en la hoja perteneciente al libro.

Gracias por tu ayuda, por estar siempre a mi lado. Para ti esta dalia roja.

Eso hizo mayor la interrogante al mirar nuevamente que el remitente era Eric. ¿Quién era ella? ¿Qué era para él? No sabía el por qué esa curiosidad, pero algo en esto probablemente no lo puede pasar por alto.

Y de esa manera se podría decir que esta historia ha comenzado, con un joven que no durmió mucho. 

Las flores después de tu muerteWhere stories live. Discover now