Capítulo 6: Hablándole a la Luna

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Me he tomado la molestia de observar a Mark en el taller de informática, es el único lugar donde puedo verlo, pues él no ha ido a la cafetería en una semana.

Cada vez que lo veía no podía evitar sentirme mal, incluso sabiendo que él ya no estaba enfermo, entonces había algo más que podría estarlo atormentando.

¿Por qué eres así, Mark?

Siempre que hablaba con Jackson trataba de no mostrarme interesada en Mark, podría ser que Jackson lo malinterpretara y le dijera a Mark algo que no era verdad, sin embargo, tenía la intención de enterarme de algo que le sucediera a Mark por medio de Jackson, pero todos mis intentos fueron en vano.

Esta tarde Jackson me había invitado a su dormitorio para ayudarlo con el proyecto de investigación que sería en su mayoría para la calificación final. Esperaba ver a Mark ahí pero éste había salido desde muy temprano y al parecer no pensaba en llegar pronto al dormitorio.

A pesar de ser rápida al trabajar, Jackson me lo estaba poniendo difícil. Era imposible no responder a sus bromas y juegos cuando es tan insistente. Le dije repetidas veces que se detuviera pero él simplemente ignoraba mis advertencias.

Terminamos de trabajar cerca de las diez de la noche, ya era bastante tarde para que yo estuviera fuera del dormitorio, tendría que volver antes de que cerraran el edificio.

Me despedí de Jackson rápidamente, tomé mis cosas y salí a prisa antes de que alguien me viera y me reportara por estar en los dormitorios de los chicos. Logré salir sin problemas, tendría que pasar por un jardín y luego atravesar un gran tramo de explanada para llegar a mi dormitorio. Sería bastante difícil conseguir que no me vieran.

Caminé por el jardín cuidando que no hubiera personas pero tal fue mi sorpresa al escuchar aquella voz profunda.

—No sé qué hacer, creí que todo estaba mejor, pensé que lo había superado pero no puedo.

Me asomé un poco para poder ver mejor. Era Mark, estaba caminando de un lado a otro con una expresión de angustia, de vez en cuando se detenía y miraba al cielo.

¿Acaso éste chico le hablaba a la Luna?

Me oculté detrás de un arbusto para que no me viera y así poder seguirlo escuchando.

—Me es imposible pensarte a diario —continuó diciendo—. Te sueño todas las noches e incluso presiento que estás aquí, conmigo.

Su voz comenzó a distorsionarse.

No, no no no. No. Él no va a llorar ¿o sí? ¡Dios! Que no llore.

Mark miró una vez más a la Luna  con los ojos un poco humedecidos. Lo odié. Odié verlo de esa manera. ¿Qué es lo que lo hacía sufrir tanto?

En ese momento mi celular comenzó a sonar. Me quedé petrificada en mi escondite al ver que Mark volteó desconcertado. Buscó con la mirada y tuve que actuar.

—Ah aquí está, creí que lo había perdido —dije fingiendo que había encontrado mi celular en el suelo, cuando me dí cuenta Mark se estaba acercando a mí—. Hola ahm... Mark ¿Cierto?

—¿Qué haces aquí? —espetó con molestia.

—Oh, yo... Perdí mi celular y vine a buscarlo, bueno escuché que...

—¿Escuchaste? —me interrumpió— ¿Qué escuchaste?

—N-nada

—¡¿Como que nada?! —exclamó irritado.

—Nada, sólo escuché que estaba alguien aquí y pensaba pedir ayuda para con mi celular pero ya lo encontré —expliqué con miedo a que descubriera que mentía.

Su expresión se relajó un poco, respiró profundo y se fue sin decir ni una sola palabra más.

Necesitas ayuda Mark. Y aunque no quieras, yo te la daré.

STAY WITH ME [마크트안]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora