—Mark levántate, llegaremos tarde —dijo Jackson una vez más.
—¡Cierra la boca! ¡Me duele la cabeza! —exigí.
Maldición. Cómo me dolía, sentía la garganta seca y unas inmensas ganas de vomitar.
—¿Estás bien? —preguntó acercándose.
—¡No! —gruñí— Quiero a mí mamá, que me haga un caldito de pollo y me cuente un cuento mientras me arropa con mi mantita —dije más calmado.
Jackson se acercó a mí y colocó su mano en mi frente.
—¡Por Dios Mark! ¡Estás ardiendo! —exclamó preocupado.
—Lo sé, soy sexy.
Tomé la manta y me envolví en ella, tenía mucho frío, además del dolor de cabeza.
—No te muevas, iré por algo de ayuda.
Cuando tengo fiebre, acostumbro a decir más idioteces de lo usual, con ello me daba cuenta de que tan mal podría estar.
—Trae a los bomberos —dije a Jackson—, mi cuerpo está que arde.
No lo escuché responder, la puerta se cerró y al instante sentí mis párpados pesados, sin importar el maldito dolor me dejé llevar y esperé quedarme dormido.
—¡No Mark! ¡¿Por qué?! —escuché, pasado apenas unos minutos— ¡No te mueras!
Sentí su voz acercarse, entonces me harté de ella y lancé golpes al aire.
—¡Jackson! ¡Mi puta cabeza! —reclamé sobando mi sien.
—Mark, que bueno que sigues vivo. Fui a la enfermería pero me dijeron que no pueden venir a verte, tienes que ir.
—Prefiero morir aquí, al menos estaré cómodo.
—Vamos Mark, tienes que ir por atención médica, sino te perderás las clases.
Jackson tenía mucha razón, no podía darme el lujo de perder clases, no ahora.
—Bien. Vamos.
[•••]
—Mark Tuan ¿Cierto? —asentí— Lo que usted tiene es infección estomacal, como ya sabe; el cuerpo, en defensa, usa el cambio de temperatura como modo para combatir el virus, el cual veo es muy fuerte.
¿Qué? ¿Infección estomacal? Pero si mi alimentación ha estado muy bien, no tendría por qué tenerla.
—¿Pero estaré bien? ¿Podré ir a clases? —cuestioné.
—Hoy no. Tiene que descansar y tomar el medicamento que le recete, y mañana podrá volver a tomar sus clases.
Suspiré desanimado, odiaba no ir a clases y más porque se me dificiltaba ponerme al corriente con los demás.
La doctora me dió la receta médica junto con el medicamento, un justificante y las indicaciones. Luego Jackson y yo volvimos al dormitorio.
—Te extrañaré mucho Mark —murmuró Jackson.
—Solo son unas cuantas horas —le recordé.
—¿Estarás bien sin mí?
Me encogí de hombros y asentí.
—Puedo arrastrarme si no me siento tan bien para caminar.
—¡Oye! —me golpeó— No digas eso, necesito saber qué estarás bien para poder dejarte sólo.
—Tranquilo, estaré bien.
Jackson en verdad podía llegar a ser un idiota, pero también podría llegar a ser el mejor amigo que pueda existir.
Desde de tomar mi medicamento, decidí recostarme por un rato. Jackson se fue a clases y yo debí quedarme dormido, no lo sé, no lo recuerdo.
[•••]
Ya era muy tarde y Jackson no llegaba al dormitorio. Jinyoung me dijo que me calmara, estaba calmado sólo me molestaba que Jackson no avisara que llegaría tan tarde. Cerrarían los dormitorios y él se quedaría afuera.
Pasados unos minutos, Jackson por fin llegó, lucía muy feliz a comparación de esta mañana cuando se fue todo triste y melancólico.
—¡Hey Mark! —saludó con entusiasmo— ¡Jinyoung!
—¿Por qué tan feliz? —preguntó Jinyoung en mi lugar.
—Nada especial, sólo una amiga que acabo de hacer —respondió Jackson restando importancia pero sin borrar su sonrisa.
—¿Amiga? ¿De donde? —cuestioné.
—Del taller de informática ¿Recuerdas? Jane.
Oh cierto, la chica que se quedó con mi lugar, mi preciado lugar. Ahora era amiga de Jackson.
¡Qué bien!
—¿Jane? —preguntó Jinyoung.
—Sí, es muy agradable —contestó Jackson—. Y muy inteligente, nos pidieron un trabajo para terminarlo en una hora y ella lo hizo en tan sólo veinte minutos. ¡Es increíble!
¡Woah! Niña nueva y cerebrito ¿eh? No se oye que sea tan agradable, podría volverse frívola en cualquier momento.
Ya veremos cómo es esa tal Jane Sche... Schem... Eso, su nombre sigue siendo extraño.
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STAY WITH ME [마크트안]
FanfictionAlgunas personas no saben respetar las peticiones de los demás. Ese es el tipo de personas que más detesto. -¡Déjame en paz de una maldita vez! -¿A qué le temes? Deja de ser tan... tan... ¡Tan tú! No entiendo porqué te alejas tanto, no deberías. -¿Q...