Creí que sería fácil estar a solas con Jane en la cafetería. Me imaginé un silencio incómodo y nada más.
Pero realmente me sorprendió ver que ella no paraba de hablar, contándome sobre sus antiguas escuelas, sus cambios de casa, su papá, todo. Me contó su vida en tan sólo unos pocos minutos.
Permanecí callado escuchando lo que ella me contaba, no estaba aburrido pero sí incómodo. Esta chica era realmente muy abierta.
—¿Y bien, Mark? ¿Qué haces en tu tiempo libre? —me preguntó con una sonrisa que me dejó una extraña sensación.
—Pues no tengo mucho tiempo libre. Me gusta jugar videojuegos y dormir, a veces algo con Jackson o Jinyoung. Nada más.
—¿Te gusta el anime?
Negué.
—Sabes, se está haciendo tarde. Debería irme a clases. Si ves a Jackson le dices que tuve que irme.
Comencé a levantarme de mi asiento, siendo torpe y golpeandome con la mesa, casi tiro mi bebida y Jane se rio.
—No estés nervioso, Mark. No es para tanto —rio mostrando de nuevo esa sonrisa.
¿Nervioso yo? ¡Pf! ¿Qué se cree? Sólo no medí bien mis movimientos. Tampoco es razón para ponerme nervioso.
Gruñí en respuesta a su comentario y me fui a mi siguiente clase.
[•••]
El tiempo realmente estaba pasando muy rápido. Esa tal Jane se había ganado por completo a mis amigos. No había momento en el que estuvieran separados, iban juntos a todas partes y encima, ella se había vuelto más pesada conmigo.
Últimamente me encontraba a Jane en todas partes; en los pasillos me saludaba, en la cafetería me hablaba y en el taller de informática siempre me pedía como pareja para trabajar.
Comenzaba a desesperarme, yo quería mi vida, mi privacidad y ella no me dejaba en paz. Todo el tiempo estaba siguiendome el paso y ya no sabía cómo decirle que me dejara.
Por ahora el único lugar en el que podía estar tranquilo sin la compañía de Jane, era la biblioteca. Desde que supe que ella no entraba a ésta, venía más seguido.
Estaba repasando las últimas notas antes de que terminara la hora libre. No tenía mucho tiempo hasta que empezara la siguiente clase y tenía que aprovechar.
—¿Mark? —escuché que me llamaban. Alcé la vista y lo primero que ví fue a Jane con una gran sonrisa en su rostro.
—¿Q-qué haces aquí? —pregunté con el ceño fruncido.
—Vine por un libro —me lo mostró—. No pensé verte aquí. ¿Puedo sentarme?
Lo pensé. Quise decirle que no, pero eso sería grosero... Pensándolo bien.
—No.
—¡Gracias! —exclamó y se sentó.
—Shhh, señorita. Por favor guarde silencio —dijo la encargada de la biblioteca.
Jane hizo un gesto de disculpa y se volvió a mí sonriendo.
En serio. Sí sigue sonriendo de esa forma, es probable que haga algo de lo que me arrepienta.
—No seas grosera y respeta las reglas si no quieres que te saquen —le dije viendo mis notas.
—¿Te preocupas por mí?
Una punzada atravesó mi pecho como si de una daga se tratara. Esa pregunta me hizo recordar a Kristel.
—¿Te quieres callar? —espeté— Deja de hablar por un momento.
Ella no dijo nada por un largo rato. No debí ser tan grosero pero el que me recordará a Kristel cruzó mi límite.
—Te quiero mostrar algo —musitó. La miré con desconcierto, creí haber escuchado mal.
De su bolso sacó un pequeño peluche y me lo dió. Lo reconocí enseguida y la sonrisa en mi rostro fue imposible de ocultar.
—Oh por Dios ¡Pikachu! —exclamé de emoción.
Todos alrededor voltearon a verme y me dijeron que me callara. Con una sonrisa nerviosa me disculpé y volteé a ver a Jane, quién se reía de mí.
Tomé el peluche en mis manos y lo observé curioso. Estaba muy bien hecho, la forma era idéntica al personaje, los detalles de su rostro, todo era perfecto. Cuando terminé de admirarlo se lo devolví.
—Quédatelo, es tuyo —me dijo.
—¿En serio? —pregunté inseguro de haber oído realmente esa respuesta.
—Ajá. Lo compré para ti. Hace un tiempo supe que te gustaba mucho así que decidí comprarlo.
Lo pensé por un momento. Nadie, nunca me había regalado algo así, ella era la primera y me pareció extraño que lo hiciera ¿Querrá algo a cambio?
—¿Por qué lo haces? ¿Qué es lo que quieres? —pregunté a la defensiva y aparté el peluche.
—No quiero nada a cambio, sólo quise hacerte un regalo, como hacen los amigos.
—No, tú y yo no somos amigos —respondí frunciendo el ceño.
Su mirada se decayó con mi respuesta y me sentí muy mal por ella. Quise arreglarlo pero me callé en cuanto ella se puso de pie y dejó el lugar con prisa.
¿Estaré haciendo algo mal?
No, creo que no. Todo está bien.
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STAY WITH ME [마크트안]
FanficAlgunas personas no saben respetar las peticiones de los demás. Ese es el tipo de personas que más detesto. -¡Déjame en paz de una maldita vez! -¿A qué le temes? Deja de ser tan... tan... ¡Tan tú! No entiendo porqué te alejas tanto, no deberías. -¿Q...