❝Un poco de Amor❞ ❬Tomo 1: f(x)❭

10 - Aeroplano

Título: Aeroplano
Pareja: Kryber
Extensión: 1040 palabras
Tipo: One shot

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Siendo dos jóvenes provenientes de un pequeño pueblo del sur de Estados Unidos, Amber y Krystal vivieron sus vidas un tanto... Limitadas.

Ellas no sabían lo que era ver la tv., o lo que era navegar por internet, tampoco sabían lo que era tener un celular. Además, ellas sólo conocían el viaje a pie. Era como estar atrapadas en el siglo pasado.

El pueblo estaba tan alejado de la zona urbana que bien podría haberse confundido con un pueblo fantasma o algo parecido, sacado de una película de terror. Que por cierto, las chicas tampoco sabían que existían.

La vida en el pueblo era demasiado aburrida y monótona, aunque los habitantes pensaban que más bien era tranquila.

En la mayoría de los casos, las familias se dedicaban a sus cultivos, y una parte a comprar víveres o tal vez convivir con algún vecino. Y en el caso de los niños, ir a la escuela.

Así era la vida en el pueblo SM. S de Star y M de Moon. Si, nadie entiende porque el fundador quiso llamar asi al pueblo, pero ¿que hacerle? El nombre tenia muchos años de existir.

—Me aburre vivir aquí. —Lloriqueó un poco la menor de la chicas—. Prometo que un dia saldré de este pueblo y me iré lo más lejos posible, y lo primero que haré sera... Volar.

Krystal había visto muchas veces unas maquinas gigantes alienígenas que volaban por los cielos. Aunque en realidad sólo estaba viendo aviones pasar por encima del pueblo. Pero sin importar lo que fuesen, Amber le había prometido cumplir aquel sueño.

El tiempo en SM pasaba tan lento y tan rápido a la vez, que en un parpadeo Amber estaba a punto de graduarse e ir a una Universidad. Porque tal vez era un pueblo atrapado en el siglo diecinueve, pero eso no significaba que no supieran de la existencia de las Universidades. No estaban tan desactualizados, según los habitantes del pueblo. Eso siempre hizo reír a Krystal, ella creía que era ridículo que dijeran eso cuando nadie en el pueblo tenia un celular o algo por el estilo.

Amber partió del pueblo, dejando sola a Krystal. Por lo menos hasta que tuviera dinero para ir a visitarla o robársela. Lo que fuera mas efectivo.

Pasaron algunos meses, Krystal no tenía noticia alguna de Amber. Pero jamás le dio importancia.

Y así, paso el primer año.

Amber, estudiando y extrañando a su pequeña amiga-vecina-platonica; y Krystal, haciendo exactamente lo mismo.

—¡Estúpida Amber! Va dejar que muera atrapada en este pueblo. —Dijo la menor para si misma—.

—Puedes morir o... Voltear y abrazarme —Habló la mayor viendo a la adversa desde el marco de la puerta—. Anda, ven.

Krystal no lo pensó dos veces y corrió hasta donde estaba la mayor de las dos, dándole un cálido abrazo y un tierno beso en los labios.

—¡Ouh! Si que me has extrañado, incluso me besaste en los labios.

—Lo siento Amber, me deje llevar.

—Esta bien. Ven te tengo una sorpresa.

Amber había tardado tanto en volver pero jamas olvido su promesa a Krystal. Y más aún, cuando tenía un amigo en la universidad a quien sus padres le habían regalado una avioneta. No dudó ni un segundo en pedírsela prestada.

—Te tengo una sorpresa, mi princesa.

—¿Que es? Anda dime.

—Tranquila pequeña, primero quiero que me cuentes como has estado.

Krystal llevó a Amber a la cocina y preparó todos los platillos favoritos de la mayor. Platicaron de todo. Desde que la mas chica había estado muriendo de aburrimiento por estar sola, hasta la historia de como Amber conoció a Henry, el chico de la avioneta y como éste le había enseñado a pilotear.

La tarde no tardó en caer, y Krystal no podía ocultar su emoción con respecto a su sorpresa. Porque si, Amber había omitido que había regresado al pueblo en esa avioneta.

—Am, ¿Cuál es mi sorpresa? —Cuestionó la menor, ocasionando que la adversa riera un poco—, ¿De qué te ríes?

—No puedo decirte, además es noche como para que te la de.

—Anda, anda, anda.

—Nope.

—Ambie, ¿Podrías decirme cual es mi sorpresa? Bbuing Buing —Pidió la más pequeña, haciendo una seña un tanto graciosa con sus manos y boca.

—Ok, lo haré, pero sólo porque me has dicho Ambie, normalmente me dices Tonta (Stupid).

Y así, Krystal fue guiada por Amber hasta donde se encontraba la avioneta. Amber no pudo contener la felicidad al ver a Krystal tan emocionada.

—Amber...

—Si yo no puedo bajarte las estrellas, entonces te llevare hasta ellas...

—Oh, mi Amber. Te amo —Dijo Krystal acercándose a la mayor, depositandole un suave beso.

—Krys... —Logró articular la mayor apenas se separaron.

—Lo siento, lo siento. Es solo que... Contigo siento cosas extrañas.

—Yo también te amo Kryssie. Ven vamos a dar un paseo.

Ambas subieron a la avioneta, y se prepararon para el vuelo.

—Amber, ¿Sabes hacer ésto?

—Sep, ya he volado varias veces. Aprendí solo por ti.

Ambas se dieron un último beso antes de comenzar el vuelo.

Todo era realmente maravilloso, la vista desde arriba era espléndida. Krystal estaba realmente satisfecha, jamás se había sentido tan feliz y dichosa, y todo era gracias a la persona que le hacia sentir cosas extrañas.

Volaron por unas horas, observando el bello paisaje nocturno, iluminadas por la luna y algunas luces terrestres. De pronto todo se detuvo, todo fue tan lento y tan rápido a la vez.

Uno de los errores de Amber fue no haber checado que esa avioneta tuviera la suficiente gasolina como para ir y regresar de la ciudad al pueblo y un viaje extra. El otro, fue creer que todo era color de rosa.

La realidad las golpeo fuerte, o tal vez el golpe había sido de la avioneta.

Pedazos del vehículo estaban esparcidos por doquier, los inertes cuerpos de Amber y Krystal estaban juntos, muy juntos, casi abrazados.

Ellas se amaron desde el inicio, y lo hicieron hasta el final.

«Si yo no puedo bajarte las estrellas, entonces te llevare a ellas»

Esas fueron las palabras de Amber, por eso, si miras al cielo y logras ver dos estrellas juntas, muy juntas, es porque Amber y Krystal, a pesar de todo, lograron su objetivo.