Sesshome Lemon

Cap 15

Lo que vio al asomarse por los arbustos la dejó totalmente perpleja. No podía creer lo que veía, o si, solo que no se lo esperaba.
La pareja en cuestión se encontraba como Dios los trajo al mundo, sumergidos en el agua. El muchacho tomaba a la joven por la cintura y con la otra mano tomaba su mentón, mirándola fijamente mientras trataba de convencerla de algo.

- Vamos Sango, es nuestra oportunidad. Ya que Inuyasha ha perdido sus poderes de monstruo y le será imposible usar su olfato, de manera que nadie se enterará y no tendremos que responder a sus preguntas en el caso de que su agudo olfato nos descubriera. Así que no hay de qué preocuparse.

- Excelencia.. yo.. está seguro?

- Claro que si Sango, Inuyasha es humano y ha perdido la totalidad de sus poderes. No te preocupes no se dará cuenta. Y no hay que preocuparse por los demás. La señorita Aome tiene el sueño muy pesado al igual que Shippo. Tranquila.

Aome se encontraba de cuclillas, mientras observaba y escuchaba todo. Se sentía culpable por su actuar pero le era inevitable. En un momento la situación se estaba comenzando a poner más calurosa y fue entonces cuando unas manos la sorprendieron.

- Aome no veas eso!!

Koga apareció por detrás y se encontraba tapándole los ojos, ambos en silencio y lo mas sigilosamente posible.

- Ese monje es un pervertido, no debes ver esas cosas mi querida Aome.

En un determinado momento Aome perdió el equilibrio y cayó hacia atrás, llevándose junto a ella a Koga y quedando ambos tendidos en el suelo. Ella arriba de él.
La situación se tornó algo extraña, aunque ya era normal que Koga le hablara todo el tiempo con halagos o de manera dulce esto fue un poco más allá.. el no pudo evitar mirarla a los ojos, tomó su rostro con su mano y quedaron a escasos centímetros de distancia.

- A-aome yo.. titubeó. Su tono de voz se había tornado ronca y algo agitada.

- Es que yo, no puedo controlarme cuando estás a mi lado. Me vuelves loco.

Aome se encontraba en trance, no sabía cómo reaccionar ante tal situación. Koga comenzó a acercársele poco a poco, pero para ella los segundos parecían eternos, el tiempo comenzó a correr en cámara lenta. Vio a Koga a los ojos y por alguna razón que jamás se explicará la imagen de un poderoso demonio apareció en su mente, y de repente era a Sesshomaru a quien veía, y no a Koga.

- Sesshomaru - pensó. Todos sus encuentros con él pasaron por su mente, los recordó uno a uno. Lo bien que la hacia sentir. Era Koga quien estaba frente a si, pero para ella, era Sesshomaru. Era él en quien pensaba. Estaba totalmente cegada, quien sabe porqué o que fue lo que la llevó a tal delirio, pero el hecho es que no dejaba de pensar en él, en aquel peliplata tan imponente que rozaba con la perfección.
Al recordar todo esto sus sentidos se alteraron y su respiración se aceleró, el corazón le latía tanto que parecía que se le iba a salir, las manos le sudaban y las piernas le temblaban.

- Sesshomaru - Pensó una vez más.

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El estómago de Rin hizo ruidos y Sesshomaru no lo pasó por alto. La niña tenía hambre.

- Rin

- Dígame señor Sesshomaru

- Si tienes hambre deberás conseguir alimento por tu propia cuenta.

- Si! Ahora vengo! Exclamaba con su semblante siempre feliz, mientras salía corriendo en dirección hacia el bosque.

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- Es el colmo el amo Sesshomaru le dijo a Rin que se preocupara por buscar sus alimentos y aún así me obliga a acompañarle. Se quejaba un muy malhumorado Jaken. Mientras guiaba a Ah-Un tirándolo con el lazo.

- Señor Jaken hasta donde me llevará?

- Qué pregunta tan tonta!! Pues hasta que encontremos algo de comer!

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- Amo bonito, ya está todo listo para partir. Conseguímos alimentos y Rin ya no tiene hambre.

- Muy bien, partiremos en seguida. Pero antes, tengo un asunto que atender. Espérenme aquí, ahora regreso.

- Y Jaken.. Cuida de Rin, o te mato.

- Oiig sssi amo bonito usted tranquilo yo preocupado.
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Caminaba en la oscuridad del bosque, guiado por su tan agudo sentido del olfato, el cual hizo que se percatara de que había alguien más junto a ella. Entonces los vio. La joven humana con aquel demonio lobo, ambos tumbados en el suelo y tan cerca el uno del otro que sus labios estaban a centímetros de distancia. No solo los vio, sino que también pudo sentir en el ambiente aquel aroma que despedía aquella humana, el mismo aroma que cuando yacían juntos en el acto más íntimo de sus cuerpos. Aquel olor a excitación, era inconfundible.
Su cara no demostró emoción alguna, permaneció unos segundos quieto, inmutable, como si aquello le fuera indiferente. Pero aún así, se sintió insultado. No podía soportar el hecho de que esa mujer lo haya considerado como algo inferior, preferir a un demonio de tan baja categoría como ese estúpido lobo era una burla. Sus palabras antes dichas le habían molestado, pero su accionar fue un golpe bajo a su ego.
- Hmph. Estúpida humana - pensó, lleno de ira. Sus razones para no volver a verle jamás se incrementaron tanto como la rabia y el odio. Quería matarlos a ambos, podia sentir aquello como un gran insulto, era la primera vez que una mujer no caía rendida a sus pies y que no le juraba amor eterno, o peor aún, se iba con otro como si no le importase en absoluto. Estaba acostumbrado a ser y sentirse deseado, inalcanzable, un tipo imposible. Todo un capricho en si, pero para alguien con un ego tan grande como el suyo no lo era.
Decidió que su orgullo no podía caer tan bajo como para matar a alguien por eso, esos dos no valían la pena. Eran un par de basura, y no los consideró dignos de ser asesinados por él. Fue entonces que se giró sobre si mismo y desapareció en cuestión de segundos.

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Lo que parecieron horas en su mente fueron en realidad segundos. Quien sabe cómo pero justo en el preciso instante en que el joven lobo iba a sellar sus labios con los suyos ella recobró la conciencia y reaccionó. Se abalanzó hacia atrás y se alejó de Koga lo más que pudo.

- Joven Koga, esto fue todo un malentendido.

- Aome, yo.. lo siento tanto. Fui un idiota, te pido que me perdones.

- Esta bien, no hay nada que perdonar.

Aquella alucinación la dejó pensativa, como pudo delirar de tal manera? Imaginar a Sesshomaru de tal forma. Es que tanto lo deseaba? Que le estaba sucediendo? Acaso le estaba comenzando a gustar Sesshomaru?

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- Ay amo bonito por fin regreso!

- Jaken, nos vamos. Apresúrate

El pequeño demonio pudo notar el cambio de ánimo en su amo, estaba de muy mal humor, no se atrevía a preguntar el porqué, y es que conocía muy bien a Sesshomaru y sabía que en tales condiciones era mejor no decirle nada, si no quería ser golpeado de manera brutal.

Continuará ...