Jimin no había visto a Jungkook realmente nervioso en mucho tiempo. Le recordó la primera vez que conoció al hombre. Cuando vino al apartamento para cuidar a Taehyung por primera vez. La forma en que Jungkook caminaba de un lado a otro, hablando mayoritariamente consigo mismo y duplicando, triplicando, cuadruplicando la revisión sobre todo. La única diferencia era que Taehyung no lo estaba siguiendo. El niño estaba sentado en la mesa de la cocina, con la nariz metida en la tarea y Jimin sonrió levemente para sí mismo.
— Bebé, realmente necesitas calmarte. ¡Va a estar bien!
Jungkook se detuvo en el medio de la sala, echando un rápido vistazo antes de inhalar y exhalar profundamente. El departamento estaba tan silencioso y Jimin sabía que debería abrazar este momento mientras duraba, sabiendo que el siguiente golpe en la puerta sería el final de toda su paz.
— Soy demasiado viejo para esto. ¡No hay manera de que podamos manejar esto, Jimin! ¿Por qué estuve de acuerdo con esto? Honestamente, ¿en qué estaba pensando? —Jungkook habló, pasándose una mano por el pelo y Jimin sonrió, cerrando su libro de texto y parándose de su lugar en el sofá, acercándose a su muy estresado pero aún muy guapo novio. Jungkook no había envejecido en los últimos casi tres años, su rostro tenia rasgos mas fuertes y agudos, pero se mantuvo casi igual. Amable y suave.
— Estás enloqueciendo por nada, Kook. Podemos manejar esto totalmente...
Jimin fue interrumpido por un rápido golpe en la puerta y ambos miraron en su dirección.
— Papá, pa. Alguien está en la puerta. —Taehyung habló perezosamente, sin levantar la cabeza de su libro. Jimin, en teoría, debería sentirse orgulloso de que el niño no se haya quitado la tarea, pero arqueó una ceja, indiferente.
— Sí. Gracias, Tae .
Jimin dio unas palmaditas en el pecho de Jungkook, cuyos ojos eran aproximadamente del tamaño de los platos que utilizaban para la cena, y se deslizó hacia la puerta, aclarando su garganta ligeramente antes de abrirla.
Hoseok era un hombre que solia tener su vida en orden. Era dueño de su propio estudio de baile y tenía un ordenado departamento. Jimin y Jungkook siempre estuvieron seguros de que Hoseok se aseguraba de dormir por lo menos nueve horas por noche. Pero Jimin apenas reconoció al hombre que estaba frente a él. Su desteñido cabello rojo estaba desaliñado y la sudadera blanca que llevaba puesta tenia una especie de... Mancha... En ella. Bolsas grandes, gruesas y pesadas se alineaban bajo sus ojos y Jimin lo miraba boquiabierto.
—Ho-... wow. Te ves terrible —dijo Jungkook detrás de Jimin, haciendo que el rubio saltara ligeramente.
—Por favor, déjennos entrar. Estas cosas son pesadas.
Jungkook se mofó de Yoongi y le quitó a uno de los portabebés de la mano, sacudiendo la cabeza.
—Estas cosas son tus hijos.
Hoseok y Yoongi necesitaban dormir. Y mucho de ello. Así que Jimin y Jungkook habían ofrecido muy generosamente su departamento a los tres paquetes de alegría de solo dos meses por una noche. Jimin se arrodilló ante el portabebés que Hoseok colocó en el piso y frunció el ceño ligeramente, haciendo sobresalir su labio inferior.
— Este es ... ¿Soo?
— No. Ese es Shik. Este es Soo. —Yoongi levantó a uno de los bebés del portabebés y se lo tendió a Jimin, quien felizmente se lo llevó. Los dos hombres habían sido bendecidos con el regalo de tres hijos. Lo que hizo a Yoongi muy feliz y a Hoseok ligeramente decepcionado, pero feliz de ser padre.
— ¿Y este es Ki?— Jungkook señaló el pequeño bulto envuelto en sus brazos.
— Sip. El único e inigualable. Él es el mejor.
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◜Hush Little Baby ◞ | pjm + jjk | Traducción
FanficCuando Jungkook se encuentra precipitándose con su hijo Taehyung -de cuatro años- al interior de aquella cafetería, lo ultimo que podría haber imaginado es encontrarse con los ojos de ensueño de Park Jimin, el ángel que le salvaría de perder su trab...