nosferatu

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Torre de tokyo
Era: moderna
Hora: 19:00

-espero que hayas entendido, el jefe solo te dejará, "alimentarte", siempre y cuando, protejas al joven amo. ¿Te queda claro, monstruo?

-si...me queda mas que claro. Saludos a mi señor, cambio y fuera.- desactiva el comunicador dejandole la palabra en la boca al sujeto x (o sea alguien ramdon) y centra su ambar mirada en la gran ciudad.- es...es increible como han pasado 300 años...los humanos han cambiado tanto; y esta ciudad, también...

Sentía con su buen olfato toda esa cantidad de personas, el olor que emanaban...pero solo uno debia seguir. Solo a uno debia proteger.

-bueno, ya es hora.

Con tranquilidad, se coloca al borde del balcon, ajusta su corbata y se lanza con gracia para transformarse en neblina oscura y desaparecer. Su misión acababa de comenzar.

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Restaurante de sushi
Era: moderna
Hora: 19:30

El joven pelinegro de tan solo 20 años, se hallaba en una reunión de universitarios. Estaba apenas, viviendo la cuspide y casi final de su adolescencia, rodeado de amigos y unas cuantas chicas, que ciertamente no le daban ningún tipo de interez.

-venga ya, vegeta!. Tienes que beber, se supone que para eso vinimos! - la peliazul exclamaba totalmente desesperada. Queria embriagarlo y despues hacer su magia.
Sabia que el chico era heredero de casi la realeza; y ella queria ser mas rica de lo que ya era...y que mejor que atár al peliflama a ella con un embarazo "accidental".

Todo esto era escuchado por el  "joven" neofito, quien ya se encontraba en dicho restaurante, que al llegar habia usado sus habilidades de hipnotismo y ahora cada miembro del personal lo reconocia como uno de los suyos. Además de que también cambió su vestimenta a la de un carismatico pero respetuoso mesero y se dispuso a atender con disimulo las mesas vecinas a la del peliflama.

Luego de unos minutos observó con algo de molestía como poco a poco el joven noble accedia a beber. Sentia algo de asco, la mujer a pesar de ser muy joven, desprendia un olor a "no virgen"(por no decir perra :v). Consiguiente, su gesto cambio a uno de repudio total y recelo cuando la mujer empezó a tocar la pierna de vegeta. Sabia que su amo no era salvaje ni instintivo, pero era un hombre, era Humano y estaba casi ebrio.

Ella se asercaba a su oido para decirle algo. Y no supo en que momento, pero "accidentalmente" derramó un trago de vino rojo sobre el espampanante escote del vestido de la chica. Quien inmediatamente empezó a insultar al joven mesero.

~mal dia para usar blanco~

-¡Que te pasa desgraciado!-y como queriendo llamar la atención de todos, comenzó a quejarse a gritos, cosa que logró de a poco.

-¿kakaroto?, que haces a-...-calló al darse cuenta de la situación. Frunce el ceño algo molesto por lo que se daba. - ya veo...

-¡¡me estás escuchando imbecil, quiero que me pagues mi vestido ahora mismo!!- escupe el calsado del mesero y lo mira con odio.

Ojos ambar se posaron en sus propios pies, esos zapatos...

-eran un obsequio...-de la nada el lugar se volvió frio y silencioso, debido a que el resto de los presentes voltearon a otra parte totalmente abrumados con el ambiente pesado que se hacia entre el pelipalmera y la mujer.- como osa una mortal, a ensuciar el obsequió otrogado por mi amo...-siseó de mal humor. Primero es obligado a ser sirviente y ahora esto...

estaba a punto de acabar con esa escoria, pero...

-kakaroto. Vamonos de aquí. Ahora.- las pupilas del neofito se dilataron, era una orden, claramente. Y una muy poderosa, que no pudo ignorar.

one-shots vegekaka y shadonicDonde viven las historias. Descúbrelo ahora