¡Mírame! | WonHa [EDITANDO]

12 | Mi Pequeña Aventura Contigo

—EunHa, deberíamos regresar, ¿no crees? —Comenta después de un rato de estar abrazadas.

No se había percatado que había trascurrido un lapso de tiempo relativamente largo, lo suficiente como para que incluso la unión de sus cuerpos también añadiera la unión de sus transpiraciones.

—¡Ah! —Despierta del trance letárgico y se separa rápidamente de ella, percatándose de la situación—. P-perdón, no me di cuenta que...

—Ya, no te preocupes, ¿está bien? —Sonríe para extinguir sus preocupaciones e inseguridades.

—S-sí claro —desvía la mirada y se levanta de la banca—. ¿Nos vamos?

—Está bien —se levanta y comienza a caminar. EunHa la sigue a su lado.

SoWon unnie... gracias. Verdaderamente, gracias. Gracias por ser tan paciente conmigo, gracias por abrirte conmigo y contarme sobre ti. Gracias por ser esa líder, esa madre, esa amiga que necesitamos todas para seguir adelante. Eso no se va quedar así, te lo voy a pagar... de alguna u otra forma.

SoWon sigue caminando, risueña y un tanto feliz.

EunHa... gracias. Finalmente me permitiste ayudarte, finalmente me permitiste saber de ti y tu pasado. Sé que de ahora en adelante todo va a ser diferente. Ahora tengo tu confianza, lo suficiente como para seguir ayudándote. Pero tengo una curiosidad...

—Oye, EunHa —desvía su mirada a la baja mientras se adentraban al edificio departamental.

—Dime.

—¿Te puedo preguntar algo?

—¿Ya no lo estás haciendo? —Rió.

La mayor se le transmitió de igual manera la risita jovial de su amiga. —Si no te molesta... me puedes decir, ¿qué enfermedad tenía tu hermano?

—¿Mi hermano...? —Se coloca meditabunda—. Mi hermano... tenía cáncer terminal.

—¿En serio? ¿Y cómo ocurrió eso?

—Pues... No hay mucho que decir. Ambos estábamos solos, sin familia y él no era tan mayor que se diga. Así que siempre se vio en la obligación de trabajar muy arduamente para mantenernos a ambos, y su paga no era de la mejor como para preocuparse por su propia salud. Después fui creciendo y también comencé a trabajar como actriz y modelo infantil, y no me fue tan mal. Así, después de recibir de un amigo de ambos, logramos estabilizarnos económicamente. Pero el cáncer ya había aparecido, casi con efecto fantasma. Los Médicos dijeron que era hereditario, y ya que había tardado en ser diagnosticado, había entrado en una etapa peligrosa.

—Vaya, lo siento mucho.

—Ya deja de disculparte tanto, yo debí quedarme con él. Quizás no hubiera hecho nada para evitarlo, pero al menos hubiera estado con él en sus últimos momentos.

—¿Por qué lo dices? ¿Por qué lo dejaste para debutar?

—En realidad, fue él quien me lo pidió. En el tiempo que le diagnosticaron, mi trabajo como modelo estaba consolidado, estaba como trainee en Big Hit Entertainment y estaba a punto de ser transferida a Source Music. Él sabía que mi sueño siempre fue ser una Idol, así que él mismo me pidió que lo siguiera. Yo no quería dejarlo solo, pero él insistió. Así que reuní el suficiente dinero como para meterlo a una clínica privada por un tiempo, para que se quedara en tratamiento y así estabilizarse. Después seguí con mis entrenamientos en la nueva empresa, teniendo al frente que lo hacía más por él que por mí; para que se sintiera orgulloso de que su hermanita hubiera alcanzado su sueño. Cuando por fin logramos debutar, yo fui corriendo al Hospital, para verificar si había visto mi debut. Cuando llegué, él estaba feliz, orgulloso, como me lo había imaginado, e incluso fue más gratificante. Eso me fue motivación para seguir adelante, por él.