EXTRA: Lo Que No Vieron | Part. II

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—No lo sé... —medita abisalmente por largos segundos, después pega su mirada en la menor—. No. ¿Sabes algo? Cambié de opinión. Vamos.

—¿En serio? ¿Y por qué tan repentino?

—Simplemente me dio ganas de ir. Mejor vamos antes de que me arrepienta.

—Bueno...

Después de estar preparadas, se dirigen a la puerta principal. Antes de haber cruzado ésta, YuJu se encontraba caminando casualmente por la Sala, y al visualizarlas, las retiene.

—¿Y ustedes para dónde van?

—Información confidencial —replica la menor—, si te lo dijera...

—Tendrías que matarme. Sí, ya me lo dijiste, y ya realmente tanto misterio me está irritando.

—No se preocupe, no vamos a tardar demasiado. Nos vemos.

—Nos vemos, pues.

Después de UmJi y EunHa haber cerrado la puerta, la pelirroja rascó el filo de su ceja con confusión a mare mágnum.

—¿Y éstas dos por qué tendrán tanto misterio? ¿Acaso serán Agentes Secretos?

Infló sus mejillas y después expelió el aire contenido. Optó por permanecer el incógnito así, después se dirigió al estudio para practicar yoga.
















[...]















Ambas siluetas casi llegaban a aquellas instalaciones. La peliazul mantenía una mirada baja: no consideró el ir reiteradamente a esas temidas paredes, cuyo misterio cae rayano al tabú.

La maknae, al percatarse del semblante de neurastenia que optaba su mayor, apresó su mano con la suya, transmitiendo una inexplicable calma que no pudo encontrar explicación lógica la baja.

—¿Está lista, unnie?

No, no lo estaba. Pero sólo por ella, asintió con seguridad mediocre. Fue suficiente para la menor dar tres toques con sus nudillos a la puerta que tenía al frente. Un voz femenina se escuchó allende a ésta, transmitiendo la aquiescencia para ambas mujeres entrar.

La habitación no era la gran cosa, todo lo que te esperarías de tales instalaciones dedicadas a la psicología. Lo fuera de común, era la profesional mental propiamente: ésta tenía un halo que hacía recordar a SinB, pero a la vez, no lo hacía. Era confuso: es como si ella fuera SinB, pero a la vez no. Pensar en ello convergia al caos mental para EunHa.
En cambio, para la menor, no era así. Sabía muy bien quién era. Por eso su sonrisa traviesa cada vez que la veía, y sus guiños cada que salía de la habitación.

—Hola, señorita EunBi. Me alegra que haya vuelto a sus sesiones —mencionó con cordialidad profesional la mujer tras el escritorio—. Por favor, siéntese.

La contraria acató la orden.

—Bueno, te estaré esperando en la sala de espera, unnie —avisó la maknae en el umbral de la puerta—. Nos vemos, señorita Hwang —lanzó otro guiño a la hermosa mujer, el cual reaccionó su cuerpo con un escalofrío que recorrió su espina dorsal.

Después de haber salido, la profesional carraspeó su garganta.

—Bueno, recuéstese. ¿Qué tal si comenzamos por el principio?

















[...]



















De regreso al departamento, unas calles antes de llegar, EunHa detuvo su paso de improvisto para la menor. Ésta dirigió su mirada a la mayor.

—UmJi... Esta es la última vez que visito al psicólogo. Ya lo decidí.

—¿Pero por qué? ¿No estaba ayud—

—Ya lo decidí, UmJi. Espero que lo entiendas.

Permaneció sin réplica ante el deje tosco y acre que utilizó su contemporánea. Lo decía muy severo, y esa fue la señal que alertó lo tan fuera del juego que estaba.

—Comprendo, unnie. Respeto su decisión —replicó algo mustia.

—Me alegra que comprendas.

Comenzó a marcharse, pero para una dirección que no finalizaba en su hogar.

—¿No va a ir al departamento?

—Ahora no, iré al parque. Necesito pensar un poco.

—Entiendo... Bueno, nos vemos después, unnie.

—Nos vemos.








































|| ¡Mírame! WonHa | Capítulo extra | Lo que no vieron / Part II ||

¡Mírame! | WonHa [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora