SUSURROS🍃

01

Estoy muriendo
Rogando
Sangrando y gritando
Mi alma llora por rescate
¿Estoy tan perdida por ser salvada?

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Seguramente te estarás preguntando ¿Cómo llegué aquí? .

Hace dos años mis padres fallecieron en un accidente laboral, la torre de telecomunicaciones en la que trabajaban fue blanco de un atentado.

Mi única tía Suzy, tomó mi custodia.
Al principio creí que ella me quería, más sólo estaba equivocada, fingió preocuparse exhaustivamente por mi hasta el día en que la aseguradora puso el dinero de mis padres a mi nombre.

Desde ahí todo cambió, ella junto a su esposo elaboraron un sucio plan.
Me escondían las cosas, golpeaban las paredes, tiraban diversos objetos y hacían sonidos extraños por las noches.

Al principio pensé que era mamá la que se estaba tratando de comunicar conmigo desde el más allá - Ridículo, lo sé - pero era mi forma de encontrar una explicación a lo que estaba viviendo.

Se los comenté una mañana -grave error- ambos se dedicaron una mirada cómplice y me dijeron que todo estaría bien; fue en ese instante donde entendí todo.
Una hora más tarde, llegaron cinco enfermeros a buscarme, grité, solos Dios sabe cuánto les supliqué para que me dejaran libre ... ¡no estoy loca! .

De alguna forma se las arreglaron para que me internarán en este jodido lugar.

Cada día que pasa, me pudro un poco más.
La enfermera Lee Sun Hye, es una maldita perra.
Cada vez que el doctor Park viene a chequear mi estado, minutos antes ella me inyecta un líquido - del cual estoy más segura que son alucinógenos - que me descoloca del mundo real, lo que le hace refutar con más ahínco al médico que estoy demente.

Ahora me encuentro mirando la blanca pared, sentada y descalza en el duro piso de cerámica. Pensando en todo y en nada al mismo tiempo.

De pronto la puerta se abre dejando ver a tres enfermeros y al Dr. Min, quien me mira con una indescifrable mirada ... como si yo tuviera algo en mi, algo que lo ayudará a salir.

- Quiero que la trasladen a la torre 2, habitación A665 -

- Doctor esa habitación está en último piso, no creo que pueda caminar mucho -

- ¿Acaso pedí tu opinión? ¡Sólo aslo! -

- Como ordene ... Baekhyun sostenla de los brazos y tú Jackson de las piernas -

Veo como los 3 hombres se acercan despacio hasta mi lugar. Uno de ellos tiene algo en la mano ¿Una camisa de fuerza?

- ¡No necesito que me sujeten como un animal! - grito molesta.

- Es por tu seguridad ... y la de nosotros - habla Baekhyun.

- ¡No estoy enferma! ... tú - apuntó al Dr. Min YoonGi - ¡¿Qué clase de médico eres?! ¡No estoy demente! ¿Qué no lo vez? -

- Tranquila - contesta - sé que no estas enferma, yo te creo ... pero necesito cambiarte de habitación, para mejorar tu estadía -

- ¡Deja de burlarte de mi! -

Los 3 enfermeros se avalanzan sobre mi cuerpo, lucho con todas mis fuerzas pero es inútil. Me rodean y de una dificultosa forma ponen la camisa de fuerza, inmovilizandome completamente.
Todo bajo la atenta mirada del Doctor.

- ¡Saquenme está mierda! -

- Vámonos -

- ¡¿No me escucharon?! -

- ¡Suficiente! - suelta Jackson - si no te callas me veré en la obligación de inyectarte ¿Quieres eso? -

Me encaminan a la salida y en el trayecto los ojos lastimosos de otros pacientes me observan como discúlpandose, otros simplemente estan sumidos en su mundo y algunos saltan riéndose.

- ¿A dónde la llevan? - pregunta una voz a nuestras espaldas. Min y nosotros nos detenemos para voltearnos.

Es un joven y al parecer nuevo doctor. Es alto y de apariencia amable.

- No te entrometas Jin - ordena YoonGi.

- No puedes trasladar a un paciente sin la orden del concejo médico -

- Soy el director del Hospital, no necesito autorización - se gira para retomar el camino - preocupate de tus pacientes, no de los míos -

[...]

Llevo subiendo 6 pisos, cada paso es una tortura para mis pies. Los escalones están fríos y las Inmaculadas paredes se repiten una y otra vez.
Nos detenemos frente a una alta puerta con rejas y una pequeña ventanilla en la parte superior.

- Quitenle la camisa - ordena el Dr.

Con cuidado lo hacen.

- Este es tu nuevo cuarto - comenta Baek- que lo disfrutes, maldita loca.

Me empuja hacia adentro cerrando rápidamente la puerta tras de mi.

Detalladamente recorro el lugar con la mirada. Hay una cama, una pequeña ventana que también tiene rejas, un velador y una puerta que da al baño.

Como puedo me levanto del suelo, mis ojos están llorosos y una profunda tristeza inunda mi interior.

No merezco esto.

Una fría brisa recorre mi espina dorsal, de la nada persivo como acaricia la parte alta de esta.

¿Qué a sido eso?