SUSURROS🍃

Final, parte I

Es increíble como nuestras vidas pueden cambiar en tan solo instantes. Parece como si fuera ayer cuando mamá me enseñaba a pintar en un largo lienzo que colgaba de la  pared del despacho de papá y ahora simplemente estoy al borde de la muerte.

Ni siquiera sé porque me he acordado de algo tan trivial en este momento, quizás mi muerte este cerca.  

Brevemente la situación se hace en cámara lenta, incluso mis movimientos. Además ya no oigo a los chicos, ni siquiera el potente rugido de esa bestia parece ser detectado por mi cerebro.

—Hasta la vista, asqueroso parásito .

Dispuesta a luchar por mi vida, saco del dobles de la manga del pijama el collar que me ha dado HoSeok antes, con los dedos lo rompo y bebo las  gotas del líquido que contiene. Es sangre, su sabor metálico lo confirma. Al mismo instante, él se lanza sobre mi cuerpo y entonces, en un reflejo involuntario  acuno firmemente su rostro en mis manos para besarlo profundamente. 

Su piel arde y quema demasiado, ya que, las palmas me están doliendo insoportablemente. Mi cara no resiste tanto calor, quiero apartarla pero si lo hago, todo el esfuerzo de los demás habría sido en vano. Azazel me patea el abdomen gimiendo de dolor y yo siento como el alma casi se me escapa. Cierro los ojos fuertemente mientras recito una oración con la mente e intento mantener el beso. 

Solo debo aguantar unos segundos 

Gruesas lágrimas escurren por mis resecas mejillas, mojando el puente nasal de YoonGi. No puedo soportarlo, a lo mejor no estoy echa para vivir en este mundo lleno de maldad ¿Debería dejarlo ya? 

¿Por qué el miedo me ha invadido justo en este momento? 

soy tan pusilánime, no merezco la vida que se me ha otorgado

¡NO!

 ¿¡Qué tonteras estoy diciendo?!

 Un minuto después, finalmente, lo suelto cuando sus dientes han perforado mis labios, y con ello,  soy lanzada contra la pared golpeándome la cabeza en el acto. El dolor es punzante y a duras penas puedo mirar lo que sucede en el lugar, un humo negro, denso y podrido sale de la boca de Min, ahora, su piel pálida poco a poco retoma color, mientras que aquel gas toma una especie de figura humanoide y se vuelve plasmosa.

—¡HIJA DE PUTA! — Ruje con su grave voz de ultratumba. — ¡¡¿QUÉ ME HICISTE?!! — No contesto, estoy demasiado aturdida como para hacerlo, así que solo me limito a sonreír levemente. —¡¡MIERDA!! ¡¡COMO DUELE!! ¡¡TE VOY A DESTRUIR!! ¡¡ME COMERÉ LENTAMENTE TU ALMA!!! ¡¡¡VAS A SUPLICAR!! ¡¡JODER!! — El cuerpo de ese monstruo esta incinerándose lentamente.

Recargada desde la pared, me esfuerzo por mantener la respiración constante, sin embargo,  vista se me esta volviendo borrosa, por mas que trato de enfocar, estoy altamente cansada y sin fuerzas. Lo último que observo antes de perder la conciencia,  es a Hoseok, en muy mal estado, hablar cosas que no entiendo frente al demonio y a Jin, que se ha puesto a mi lado dándome calor humano.

— Todo se acabo, Elisse, eres libre.