Segundas oportunidades

Capitulo siete

El local en el que entramos es muy pequeño, pero a las vez muy confortable y con el trato de Vanessa yo estaba encantada, por fin alguien que piensa que soy suficiente para Seth.

- ¿Que te gustaría cenar? - me pregunto él y yo mire el menú -

- Mmm, me gustaría una hamburguesa al gusto del Chef - dije y él me miro con el ceño fruncido, y me di cuenta de que lo hacia muy a menudo -

- ¿No te importa las calorías y todo eso? ¿No preferirías una ensalada?

- No me importa, para eso sirve el ejercicio, aparte hace mucho que no como una hamburguesa.

- En ese caso - dijo y siguió mirando el menú hasta que Vanessa se acerco a nosotros -

- ¿Han decidido que comerán chicos?

- Si, para ella será una Hamburguesa al gusto del Chef y yo quiero una pechuga de pollo con papas fritas

- Genial - dijo Vanessa - y ¿De tomar? - Seth me miro -

- Yo quiero un limonada fría.

- Y yo una cerveza.

- En seguida se los traigo - y desapareció por la pequeña puerta que da a la cocina -

- Y... - dije para hablar de algo - ¿hace mucho que vienes aquí?

- Un año y medio más o menos

- Que bien

- ¿Tenías dinero? - me pregunto de repente -

- Si, estuve ahorrando un poco desde hace mucho tiempo y creo que necesitaba gastarlo en algo

- Y si alguna vez llegarás a necesitar ese dinero.

- Juntare más - dije sin preocupación - cuando nos divorciemos buscare un empleo, para eso termine la universidad.

- ¿Que estudiaste?

- Seré una diseñadora de interiores

- Genial - dijo - sabes en mi empresa diseñamos muebles y cosas así, tal vez podrías hacer algunos diseños y enseñarmelos

- ¿En serio?

- Si, quizá pueda darte trabajo.

- Eso seria estupendo -dije emocionada- pero solo será hasta que nos separemos ¿no?

- Si así lo quieres tu.

- Vale, diseñare algunas cosas y te las muestraré.

- Bien.

En seguida llego Vanessa con nuestra comida y nos pusimos a comer sin decir palabras. Mi hamburguesa estaba riquísima, en vez de carne era pollo frito y con un poco de soya, realmente me encanto. Mire a Seth que estaba concentrado en su pechuga de pollo y se me antojaron sus papas así que sin pensarlo agarre una y me la metí en la boca, el alzo la vista.

- Podías habérmela pedido - dijo serio -

- Lo siento ¿Quieres probar de mi hamburguesa? - dije y el asintió, la puse enfrente de su boca y el dio una enorme mordida haciendo que quedara menos de la mitad de mi hamburguesa, lo mire con la boca abierta y el tenia una mirada divertida - Casi te has acabado mi hamburguesa de una sola mordida ¿Te parece gracioso? - soltó una carcajada haciendo que yo Riera también - No me hagas reír, estoy enojada, esa era mi hamburguesa.

- Estaba buena - dijo aun riendo -

- Eres un idiota - dije y el dejo de sonreír. O no -

- No vuelvas a decirme así - dijo en un susurro -