A pasado una semana desde que me fui de la casa de Connie, no había vuelto a recibir algún mensaje de ella y eso me ponía nervioso, había estado a punto de llamarla en varias ocasiones pero si la hacía seguramente me sentiría peor de lo que ya me sentía. Ahora me encuentro en mi oficina tratando de concentrarme las cosas que tengo que hacer pero no puedo aguantar un segundo más sin saber de Constanza, tomo mi celular y busco su número pero en lugar de llamarla optó por enviarle un mensaje. ¿Estará ella igual de ansiosa por saber de mi?
Sé que ha pasado un tiempo pero quiero saber si todo esta bien.
Presione enviar y en seguida cerre los ojos, para mi sorpresa mi celular sonó unos segundos después, lo tomé rápidamente y vi su nombre en la pantalla, me estaba marcando, hacía una semana que no escuchaba su voz... Respondí pero no dije nada, no sabia que decir.
- Sigo esperando a que regreses por mi. - La escuche decir y yo sentí mi corazón latir rápidamente.
- Lo haré. - Dije pero no sone muy convencido y quizá ella lo noto porque se quedó en silencio. - ¿Cómo has estado? - Pregunté para romper el silencio incomodo.
- No hay mucho que hacer aquí, he vuelto a mi antigua vida en la que estoy encerrada en mi habitación. - La escuché reír pero sabía que no le gustaba estar encerrada. - Marcie me invito a ir a su casa unos días...
- Deberías ir. - Fue lo único que salió de mi boca, razque mi cabeza, no había dicho nada interesante estos minutos que llevamos hablando. - Avisame cuando estén de regreso y pasare por ti.
- Eso espero. - Susurro. - No esperare toda la vida.
Eso me dolió, pero tenía razón, no podía obligarla a que esperara hasta que yo decidiera regresar, estaba confundido y tendría un par de días para pensar.
-Esperare tu llamada, cuídate Constanza.
- Cuídate Seth.
La escuche decir y corto la llamada. Maldición ¿Que debía hacer? solo estaba seguro de dos cosas, la primera era que no quería que estuviera conmigo solo por el trato que hice con su padre aunque ya había dicho que en seis meses podríamos separarnos, no quería que ella se sintiera obligada a estar conmigo porque podría tener al hombre que ella quisiera, solo de pensar en eso me daban escalofríos, lo que lleva a la segunda cosa que es que no puedo imaginar a Connie con alguien más, no puedo imaginar que alguien más despierte a su lado o que alguien más la vea cumplir sus sueños. Quizá estoy siendo demasiado egoista.
CONNIE
Me encuentro en mi habitación haciendo una pequeña maleta para ir con Marcie y su esposo a su casa, no estaba completamente segura de ir ya que cuando estas con una pareja de casados no es lo más cómodo estar en su casa pero Marcie me insistió tanto que no me pude negar más, segun ella necesitaba salir y olvidarme de Seth unos momentos pero no creo que eso ayudará a dejar de pensar en él. Me preguntaba si Seth pensaba en mí como yo en él, no tenía idea de si regresaría por mí, había pensado que quizá preferiría volver a su vida de soltero y no lo culpo, hace unas semanas yo hubiera hecho lo mismo pero ahora no estaba muy segura, estaba empezando a gustarme... Pero eso ya no era ningún secreto.
Ahora me encuentro en el coche de Marcie, ella no deja de hablar sobre lo bien que lo pasaremos y yo trato de creerle aunque no estoy muy segura, amo a mi hermana pero algunas veces no nos aguantamos, recuerdo cuando éramos niñas, siempre peleábamos por quien sería la mejor armando casas de muñecas.
ESTÁS LEYENDO
Segundas oportunidades
RomanceLa vida de Connie Copper no es exactamente perfecta, a sus veinticinco años de edad no ha podido encontrar al hombre de su vida y con el que quiera casarse. Así que su padre, Francisco Copper , decide escoger a su futuro nuero. Seth Duncan es el tí...