Capitulo Doce

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Cuando desperté unas horas después me di cuenta de que estaba solo, tome mi celular y vi que darían las once de la mañana, me levante, me puse mi ropa y salí de la habitación, parecía que aun dormían todos pero una puerta se abrió y apareció Francisco, yo no lo había visto ayer así que me acerque para saludarlo, le extendí mi mano y el la tomó dando un apretón..

-¿Cómo estás Francisco?

- Mejor de lo que parezco. - Respondió. - Vayamos a mi oficina, tengo que hablar contigo. 

Lo seguí hasta la planta baja y entramos en su oficina, Francisco parecía triste, desde que Connie se caso conmigo seguramente pasaba la mayor parte de su día solo y quizá eso le estába afectando.

- Cuéntame como va tu relación con mi hija. - Se sento en un sillón de piel y yo hice lo mismo.

- Digamos que va avanzando. - Mentí, sabía que estaba mal porque lo preocuparía pero no quería traicionar a Connie.

- ¿Como esta Connie estando contigo? - Eso ni yo lo sabía.

-Supongo que se está adaptando.

Pensaba un poco mis respuestas para no mentir tanto. Él tocó su barbilla y pensó un poco antes de volver a hablar.

- Sé que tu estás enamorado de alguien más, y no se si sea bueno para mi hija estar con alguien que no la quiere.

Maldición, seguramente Helen había hablado con él sobre nuestra relación.

- Eso fue hace un tiempo, ya no tengo nada que ver con ella.

- Seth, sé que te ofrecí casarte con mi hija a cambio de recomendar tu empresa y pasarte algunos socios, pero creo que no tome una buena decisión. - se quedo en silencio unos segundos. - No pienso que seas una mala persona, pero después de estas semanas no dejo de pensar en como estará Connie con todo esto, sentía que debía encontrar un hombre que pudiera cuidarla cuando yo muera y tome decisiones precipitadas, así que quiero que se divorcien....

Entonces alguien toco la puerta y esta se abrió dejando ver a Connie, ella nos miro un segundo y por su cara supe que sabía que hablábamos sobre ella, sobre nosotros.

- ¿Todo bien? - Preguntó mirándome.

-Que bueno que llegas cariño. - Dijo Francisco. - Seth y yo estamos hablando sobre algo importante.

La verdad era que yo no había hablado casi nada y él llegó a esa conclusión solo, estaba un poco molesto por eso.

- Quizá deberíamos hablar en otra ocasión. - lo interrumpí. - Tengo que ir a mi empresa por algunos pendientes.

Era mentira pero necesitaba tiempo y también hablar con Constanza a solas.
Me levante del sillón, mire una vez más a Connie y salí de la oficina. Maldije una vez más y salí de la casa, necesitaba pensar que sería lo mejor, no solo para mi sino también para Connie, no podía pensar solo en mi ahora, subí en mi coche y conduci sin algún rumbo, mi celular había sonado varias veces pero no respondí, me detuve en un parque y me quede dentro del coche, no podía pensar mientras conducía. Mi teléfono sonó una vez más, esta vez respondí.

- Seth.- Era Connie. - ¿En donde estas?

- Solo necesitaba estar a solas un momento.

- Sé que fue lo que mi papá te dijo. - No respondí. - Pero también sé que no es verdad, solo te estaba poniendo a prueba.

- ¿Que? - Como sabia ella eso.

-  Me lo dijo en cuanto te fuiste y también creo que sospecha que tenemos... algo más. 

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