Parte 12

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Narración-Len

Aquellas palabras me habían dejado una gran duda en mi mente.
¿De verdad era amistad lo que sentía?

Un nudo en el estómago cada vez que pensaba en ella.
¿Realmente no era por odio?

(---)

Han pasado dos días desde que Miku no viene. Al principio creí que era porque estaba enferma, pero nadie ha reportado nada sobre ella.

Decidí ir a su casa.
Su padre estaba totalmente borracho y dijo que no sabía dónde andaba.

¿Qué clase de padre es ese?

Me preocupaba más su paradero.
Me estaba inquietando.

—¡Hey!— Me saludó Gumi dándome la típica palmada en la espalda con su "delicada" fuerza.

—Ouch— Me quejé. —¿Qué ocurre Gumi?

—Naaaaadaaaaa— Sonrió. —Solo quería verte.

—Oh ya— Dije con desinterés, pues la única que estaba en mi cabeza era Miku.

Se sentó a mi lado en silencio.
Traté de buscar y pensar en un solución para encontrar a Miku, ir con la policía era en vano, pues nunca hacían nada por los ciudadanos, tenía que buscar por mi cuenta.
¿Y si le había hecho algo Teto?

La crisis me estaba consumiendo.

—¡Eso es!— Me levanté de golpe asustando a Gumi. —¡Tengo que llamar a Yuma! ¡Gumi!— La miré.

—¿Q-que?— Me miró aterrorizada.

—¿Tienes el número de Yuma? Ese chico de pelo rosado...

—Ah si... Toma— Me dió su celular. —Marcale, ha de ser muy urgente.

No lo pensé dos veces y llamé.
Lamentablemente solo escuché la voz del tono contestador, no me contestó.

No me rendí a la primera y seguí intentando pero nada.

—Maldición— Mascullé. —Toma gracias, me tengo que ir.

Salí corriendo de la escuela, apresurandome hasta el hospital más cercano, era mi última opción.

—Buenas tar...des— Dije con suspiros a la recepcionista del hospital. —¿Aquí está la señorita Miku Hatsune?— Pronuncie con miedo esperando la respuesta. —Tiene 17 años...

Esperé unos minutos mientras revisaba el historial en su computadora.

—Si, sala 312.

Sentí que mi corazón se salía, no sabía si estar triste, asustado porque estaba en el hospital o feliz porque la había encontrado.
Subí escalón otras escalón para no esperar al ascensor, hasta que por fin la había encontrado.

—Miku— Entré sin tocar la puerta, encontrandola sentada en la orilla de la camilla.

No me dijo nada.

—Miku, ¿qué ha pasado? ¿Estás bien?— Me acerqué hasta ella pero no respondió. —Miku— Me arrodillé para abrazarla.

—Y-yo— Habló entre sollozos, decidí mirarla de frente para ver que ocurría. —Mi culpa... ¡Fue mi culpa!— Rompió en llanto.

—¿Tu culpa qué?— Hablé desesperado, sin recibir respuesta alguna. Percatandome de unos moretones en sus brazos y rostro. —¿Qué ha pasado? por favor dime Miku.

—Yuma, fue mi culpa que Yuma saliera herido Len— Me abrazó fuertemente.

—¿Herido? ¿De qué hablas?

—Esa chica ¡Esa estúpida chica!— Era Teto, sentía que era Teto. —Por la mañana me iba a golpear y Yuma se colocó para salvarme... Yo...

—Miku— La abracé con fuerza. —No es tu culpa, no te preocupes, ¿dónde está él?

—En la habitación de a lado.

Me dirigí hasta su habitación, donde se encontraba recostado y con un vendaje en la cabeza. Teto lo había golpeado.

—Yuma...— Susurré percatandome que estaba despierto. —¿Qué ha ocurrido?

No dijo palabra alguna, tan solo miraba al techo.
Un silencio invadía la habitación, hasta que las palabras se hicieron presentes en su boca.

—Miku... ¿Cómo está ella?

—Bien pero, importas en este estado tú... No sé qué tan grave...

—¡Cállate! ¡La que importa hasta la muerte es Miku!— Me interrumpió gritando. ¿Siempre había sido así?

—Tranquilo Yuma, ella está en la habitación de a lado, se encuentra bien.

—¡Quítate! Necesito verla— Dijo levantándose de la camilla rápidamente. —¡Agh!— Apretó su cabeza, le dolía.

—Permiso— Por suerte había llegado una enfermera.

Lo recostó y le inyectó el brazo, supuse que eran tranquilizantes. Estaba muy mal.

—Buenas tardes— Saludó el doctor entrando. —¿Usted es familiar de el paciente Yuma?

—No, pero soy su amigo más cercano...

—Bueno, debido a que no tenemos mucha información de él le comentaré de su estado— Asentí. —El golpe que ha recibido en la cabeza le ha generado un trauma y trastorno de personalidad, hasta ahora lo único que ha presentado es furia y enojó con todos menos con la otra señorita con la que venía acompañado. Le estaremos dando tranquilizantes hasta ver mejoría, si es que la hay.

Quería que todo esto fuera broma. ¿Por qué habían resultado heridos? Ellos no tenían culpa, no lo merecían.

—Al ser la joven un recuerdo por decirlo así "preciado", es la única que puede calmarlo un poco, esperemos que el daño pueda mejorar e incluso desaparecer con el tratamiento adecuado que le recetamos, mientras tanto asegúrese que su novia esté a lado de él.

—¿Su novia?— Pregunte un tanto emocionado al creer que se refería a "mi" novia.

—Si, es la novia del joven ¿no?

Sus palabras generaron hueco en mi corazón y eco en mi mente.
Me dolía que la emparejaran con él. Tal vez, solo tal vez y sí, Miku ya me gustaba.
Pero no podía hacer nada, el hecho de que él estuviera así era un tanto mi culpa.

Triste decidí tomar aire afuera.
Me estaba vibrando el celular, un número desconocido me llamaba.

—Len...

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⏰ Última actualización: Mar 17, 2019 ⏰

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