Los Cinco

A Un Día De Comenzar La Misión

Nico POV

—Sé que es raro esto... Thalia y yo. Pero, no podíamos evitarlo, sinceramente—les dije a Percy y Annabeth, que aún seguían atónitos—. Pues... Al fin encontré a alguien que me entiende.
Creo que estaba siendo un poco, no lo sé... ¿cursi? No me importaba. Esa era la verdad, y no me daba vergüenza confesarlo. Thalia era mi pareja perfecta.
—¿Entonces son novios?—preguntó Percy.
Thalia suspiró y me tomó la mano.
—Aún no, pero... lo seremos pronto.
—Claro que sí—le dije.
Annabeth sonrió.
—Me alegro por ustedes...
—Yo también, por ustedes—comenté—. Hacen una muy linda pareja. A veces me preguntaba qué sería tener a alguien que te amara. Ahora lo sé...
Percy se frotó los ojos y asintió.
—Que bueno que ya lo sepas, Nico.
—¿En serio dejaste a las Cazadoras?—pregunto rápidamente Annabeth.
Thalia asintió alegremente.
—Tenía que decidir entre Nico o seguir. Y elegí a Nico.
—Pero... Si una cazadora rompía el juramento, ¿Artemisa no le daba un castigo?—dijo Percy.
—Sí. Elimina la inmortalidad y a veces te puede convertir en animal.
—Ah
—Al menos me salvé de eso de ser animal—prosiguió Thalia—. Ya dos diosas me odian. Igual...Y la inmortalidad... ¿Para qué la necesito? Ya tengo todo lo que me hace feliz, aquí a mi lado.
Le sonreí y le apreté más la mano. No podía haber una chica mejor.
—Bueno.—Percy se sacudió la ropa y mostró una sonrisa falsa—. Tenemos que ir a cambiarnos. Nunca es bueno dormir en el césped. Ya volvemos.
—Vayan tranquilos—dijo Thalia, aún con una sonrisa—. Nosotros iremos con Quirón.
Percy tomó de la mano a Annabeth y se alejó rápidamente hacia la cabaña.

Percy POV

Entramos a mi cabaña, la de Poseidón, y cerré la cortina. No me había dado cuenta de mi aspecto. Ni el de Annabeth...
—Percy, ¿qué ocurre?—preguntó ella.
—¿Me has visto? ¿Te has visto tú?
Annabeth se acercó a un espejo, situado al lado de mi cama.
—¡Por los dioses! Mi pelo está lleno de... tierra y césped. Espera... Yo no soy hija de Afrodita. ¿Desde cuándo me importa como luzco?
—Aún así te ves linda
—Tú también te ves lindo—dijo Annabeth.
Posé mi mano sobre su pelo y comencé a quitarle la tierra de su pelo. Su pelo estaba hermoso. Tanto como ella.
Annabeth se soltó su pelo, y me abrazó.
—Tu excusa fue tonta. ¿Cambiarse de ropa? ja.
—Eres muy inteligente. Ya sabías que quería estar contigo.
—Obvio que lo sabía. Sesos de alga.


Santiago POV

Quería hablar con Zoe. Realmente quería. Sabía lo espantoso que era perder a alguien. Ella no lo creía, pero yo la comprendía. Además ella... Bueno, no importa. Algún día, espero, mi secreto se descubrirá. Zoe, tal vez, hoy mismo lo sepa.
—Qui... Quirón. ¿Puedo ir a ver a Zoe?—pregunté.
El centauro se volteó.
—Oh, sí. Sí claro. Ven, pasa.
—Gracias—dije.
Quirón me sonrió y se dirigió hacia el área de cabañas. Entré lentamente a la Casa Grande y me dirigí hacia la enfermería.
Alice se encontraba allí. No quería entrar. Me quedé escuchando la conversación detrás de la puerta. Sé que estaba mal pero... algo me decía que debía hacerlo.
—...Zoe... Sé que es difícil—decía Alice.
—¡NO SABES LO DIFÍCIL QUE FUE! ¡NUNCA LO SABRÁS!
—Calma Zoe... Tienes razón, nunca lo supe y tal vez nunca lo sabré pero... Aquí tienes amigos. Para ti no será lo mismo pero puedes confiar en nosotros. Somos como la familia que nunca tuviste... Eres fantástica, Zoe. Y si tu familia no pudo apreciarlo no te merece. Eres muy especial.
—¿Especial?—preguntó Zoe con voz ronca—. Sí claro...
—Si no lo quieres creer, está bien—comentó Alice—. Pero, quiero que sepas que tus amigos siempre creerán eso de ti. Tu amigo estaría muy orgulloso de ti.
Cuando Alice nombró la palabra "amigo" Zoe rompió en llantos.
—Bueno—prosiguió Alice—, necesitas descansar por lo que veo. Si te sientes mejor luego, avísale a Quirón. Adiós.
Alice salió de la enfermería y cerró la puerta. Desgraciadamente, me vio.  
—¿Santiago? ¿Qué haces aquí?
—No, nada. Nada—dije apresuradamente y salí de la casa grande, corriendo.



Thalia POV