Creí Que Lo Habías Prometido...

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Nota: Este capítulo será un poco cruel e.e
By: Ludmi

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Alice POV

—Alice... Te he extrañado.
—Alex.
Inmovilizada a causa del miedo, lo miré fijamente. Alex. Aquel chico francés que conocí en el hospital. ¿Cómo no olvidarlo...?
—Alice...—él sonrió—. Te he extrañado...
—¡Cállate!—Jake fulminó a Alex con la mirada mientras se acercaba—. ¡¿Cómo te atreves a aparecer aquí de la nada?! ¿ACASO NO TE AYUDÓ LA PSICÓLOGA?
—Jake...—tartamudeé.
Alex mostró una mirada llena de nerviosismo.
—Yo...
—¡Alice es mía! ¡ALÉJATE DE ELLA!—gritó Jake.
—¿Tú quién eres para decirme que me aleje de ella?—Alex se mordió el labio.
—Jake, por favor...—susurré y lo tomé por el brazo.
Jake se soltó y se paró frente a Alex, mirándolo con furia.
—¿Que quién soy?—gritó sonriendo—. ¡Soy el novio de Alice estúpido!
Alex temblaba de ¿miedo tal vez? A Jake le iba muy bien eso de intimidar gente.
—Alex.—Me situé a su lado.—Ya han pasado 4 años. Yo tenía 11 y tú... tú 10. Debes seguir tu vida... Tú sabías perfectamente que yo no estaría siempre contigo...
—Hablas como si hubiéramos sido novios...
Alex resopló y bajó la cabeza.
—Mira—dije—, haberte conocido fue genial pero... no eres mi tipo. No soy la única chica en el mundo. Haberme buscado por 4 años fue tierno de tu parte pero yo...—suspiré.—-Estoy con Jake. Sin ofender pero... él es mi chico.
Alex intentaba ocultar sus lágrimas.
—¿Vas a llorar? ¿Tan rápido te rindes?—Jake sonrió.
—¿Llorar? No, ¿por qué?
—No, por nada...—respondió Jake—. ¿Qué haces aquí? ¡HABLA AHORA!
—Jake, cálmate por favor—susurré.
—Alice...—Su expresión se suavizó.
Suspiré y me volteé hacia Alex.
—Necesito hablar con Jake unos minutos. Ahora vuelvo ¿si?
Alex asintió temblorosamente.
Arrastré del brazo a Jake hacia una pequeña habitación.
—Jake...—dije sentándome a su lado en la cama—. Creí que todo esto de Alex había acabado. El día que nos volvimos a reconciliar... dejaste claro que no estabas enfadado con él. ¿Por qué actúas así ahora?
Jake bajó la cabeza y me tomó de las manos.
—Alice... Tengo miedo de perderte. No me arriesgaré otra vez.
Sonreí.
—Eres muy tierno. Ahora... ¿Le puedes pedir perdón? ¿Prometerás que no te vas a enojar cuando yo le hable a Alex?
—Alice...
—Por favor Jake...
Lo miré sonriendo. Al parecer funcionó. Él se levanto, aún tomándome la mano, y se dirigió a la puerta.
Él forzó una sonrisa.
—Lo prometo.
Salimos de la habitación. Como lo imaginaba... Alex estaba parado frente a la puerta. Aún temblaba de temor.
—Alex...—murmuró Jake—. Perdóname. No debí haber reaccionado así.
Alex levantó la cabeza lentamente y fijó la mirada en mí.
—¿Es real esa disculpa, Alice...?
Asentí con nerviosismo.
—Está bien—dijo Alex—. Te perdono. Te perdono por haberme robado a la chica que podría haber sido mi novia.
Jake le lanzó una mirada asesina a Alex.
—¡¿Qué?! ¿QUE PODRÍA HABER SIDO TU NOVIA? No me hagas reir.
—Tú Jake... Has destruído mi vida.
—¿DE QUÉ RAYOS HABLAS?—gritó Jake.
—Sé que Alice volvió a Estados Unidos para estar contigo... Cuando ella me contó que tenía un amigo... Vi cómo sus ojos brillaban al nombrar tu nombre. Estuviste peleado con ella por años y de la nada, ¿eres el novio ahora?
—¿Cómo sabes eso, Alex...?—interrumpí.
Dos chicos peleando por mí. Nunca me lo habría imaginado.
—¿Crees que no te estuve, cómo decir...? ¿observando? Eres una semidiosa, hija de la diosa griega Afrodita.
Me quedé atónita.
—¿Cómo...?
—Mi madre es una semidiosa. Hija de Atenea. Ella me lo dijo la primera vez que te vio.
En mi interior había una mezcla de tristeza, frustración y compasión. Sentía lástima por él. Alex vivió toda su infancia en psicólogos. Sin amigos... Por otro lado me daba enojo. Saber que él me había estado "observando" todo este tiempo era frustrante...
Mi reacción no fue la que me esperaba.
—¿ME ESTUVISTE ESPIANDO TODOS ESTOS AÑOS? ¡¿NO TE AVERGÜENZA?!
—Alice...—murmuró Alex.
—¡QUE TU MADRE SEA UNA SEMIDIOSA NO TE DA EL PERMISO PARA ESPIAR GENTE! ¡DAS PENA!—interrumpió Jake gritando.
El helicóptero se tambaleó. Alarmas comenzaron a sonar.
Jade salió corriendo de su habitación junto a Justin.
—¿Qué... qué está pasando?—preguntó sobresaltada.
Thomas se volteó alarmado.
—El helicóptero está cayendo.
—Justin...—exclamó Jade abrazándolo con fuerza.
—Calma—dijo él—-. Tranquila. Estás conmigo.


Zoe POV

Estaba temblando. Noté que afuera de la habitación los otros gritaban, ya que el helicóptero estaba cayendo. Trataba de no hacer notar a Santiago que quería estar a su lado. Él era hijo de Zeus. A su lado... me sentía protegida.
—Santiago...—dije con voz ronca.
—No pasará nada Zoe...—él se sentó a mi lado y me abrazó. Podía sentir sus latidos. No me sentía incómoda como las otras veces... Me pareció raro.

Alice POV

El miedo se apoderaba de mí poco a poco. Estaba paralizada, abrazada a Jake. Si teníamos que morir, al menos lo haríamos juntos.
—¡Zoe!—gritó Thomas—-. ¡Caeremos al agua! ¡Trata de impulsar el helicóptero junto con Lucía hacia la pradera!
Zoe fulminó con la mirada a Thomas y asintió seriamente.
—¡¡Lucía!! ¡Sal que debemos hacer algo!
Golpeó con fuerza la puerta de la habitación. Lucía salió mirando nerviosa.
—¡¿Hacer... qué?!
Zoe resopló.
—¿Sabes controlar las olas? Esto depende de nosotras.
Ella hablaba en tono seguro, a pesar de que podíamos morir todos en ese preciso momento.
Lucía vaciló.
—No lo sé. Pero... lo intentaré al menos.
Zoe y Lucía corrieron rápidamente a la puerta del helicóptero. Se sentía cómo se movían las olas debajo nuestro.
El pánico se apoderaba de todos nosotros. Pero no podíamos rendirnos.
Justin respiró hondo. Jade aún lo abrazaba.
—Equipo... Que pase lo que tenga que pasar. Nadie morirá.
Sólo estábamos a unos pocos metros del agua. 30...20...10...
Todo se volvió negro.

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A cualquier lado que mirara, todo era humo y fuego... Aún Jake tomaba mi mano.
—¿Están bien? ¡Hablen por favor!
La voz de Thomas resonó por toda la pradera.
Sentí que me dormía. Luego de unos minutos logré levantarme entre todo el humo. Me costaba respirar pero logré reunir las fuerzas para hacerlo.
—Chicos... ¿están... están bien?—pregunté. Sentía que me faltaba el aire.
Nadie contesto. Al parecer estaban todos vivos excepto...
—¡ALEX!
Él se hallaba tirado en el suelo. Su pelo estaba gris, su ropa estaba destrozada y sus ojos... cerrados.
—Siento decirte esto pero....—Santiago suspiró y bajó la cabeza. Su voz temblaba.—Él esta... muerto.
Quéde en shock. No podía estar muerto. No. No podía...
—¡Aleex!—volví a gritar, desesperada.
Me agaché a su lado y lo contemplé... Noté que estaba mojado—como todos nosotros—y su piel... estaba realmente pálida.
—Alice...—Zoe puso una mano en mi hombro.
—Alex... ¿Cómo no pude haberte comprendido...?
Coloqué mi cabeza en su pecho y comencé a llorar. Ese niño tan dulce, había muerto...
—Fui una tonta...—susurré entre las lágrimas.
—¡Y LO ERES!—Jake me lanzó una mirada asesina—. ¡¿DESPUÉS DE TODO LO QUE ACABA DE HACER, TE DA LASTIMA ESE IDIOTA?!
—Jake...
—¡ESTÁS IGUAL DE LOCA QUE ÉL!
Zoe se levantó de repente.
—¡ERES EL NOVIO! ¿CÓMO PUEDES DECIRLE ESO?
—¡TÚ NO TE METAS!
—¡No le hablarás así a Zoe frente a mí, estúpido!—interrumpió Santiago gritando.
—¡TÚ NO ME MANDAS!
—Basta...—dije débilmente.
Jake se volteó con furia hacia mí.
—¡NO ME VUELVAS A HABLAR NUNCA!
—Prometiste que no te enojarías... Lo prometiste.
—¡NO ME VUELVAS A HABLAR!
Jake pateó el suelo y se alejó rápidamente.
Me deslomé en el frío césped y comencé a llorar aún más.
¿Algo peor iba a suceder?

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