Manicomio; shawn mendes

II

Tan sólo pasar cinco minutos aquí junto a él me han generado mucha preguntas, su intensa mirada sobre mi, además de sus cortos párpadeos por minuto, cuatro diría yo, la falta de comunicación, sus expresiones corporales, siempre erguido, con la mirada en alto, que demonios lo atormentaran para estar aqui.

-¿Cómo estás?

Por un minuto no contestó.

-¿Psicológica o Físicamente?

-De la dos formas.

-Duermo tranquilo por las noches si es lo que quieres saber, no tengo remordimientos por lo que hice, esos hijos de puta se lo merecían...

Su vena yugular comenzaba a darse notar.

-¿Ella también?

Mi pregunta parece alterarlo.

-¡NO MENCIONES A LANA!

-Calmate, ella fue una víctima más...

Trato de calmarlo, aunque lo que logró es alejarme más.

-Siguiente pregunta doctora.

Su mirada se vuelve hostil.

-¿Cómo van tus tratamientos? ¿Tomas las medicaciones?

Es frío.

-Las cumplo, y tomo más de las que necesito.

Exagera, aunque se que es verdad.

-Eso escuche, ¿Cómo es tu relación con los demás reclusos?

-No tengo amigos, tal vez unos cuantos enemigos.

Es es lo que me preocupa.

-Eso es todo por ahora Shawn.

Se levanta, si figura es esbelta y trabajada, con su contextura es posible que el haya sido el autor del crimen del que se le acusa, aunque me parece extraño todo aún.

-¿El tuyo..?

Me perdí en mis pensamientos.

-¿Qué cosa?

-Tu nombre... ¿es?

-Es mejor que me digas doctora y listo, no tengo relaciones estrechas con mis pacientes.

-Quien dijo que nosotros tendríamos más que una relación profesional, solamente quería saber el nombre de la mujer con la cual charlare diariamente sobre mis problemas mentales.

Trata de confundirme, pero le seguiré el juego.

-Gala, Gala Patterson.

-Encantado señorita Patterson-hizo una reverencia.

Esbose una pequeña sonrisa.

La puerta fue abierta, Bernard agitó la mano haciendo que Shawn salga de la habitación. Fue esposado, antes de ser llevado guiño un ojo hacia mi.

Creo que me acabo de meterme en la mente de un loco.