Manicomio; shawn mendes

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G A L A

-¿Nombre?-pregunte al supervisor de área.

-Shawn Mendes.

- Es nombre de pijo-el rió-¿Edad?

-19.

-¿Cual es su historial?

- Te sorprendería saber las cosas que a echo a su corta edad.

-Deja de mentir, tiene aspecto de que no mata una mosca.

- Tal vez no a una mosca, pero si a todo el equipo de Lacrosse de su escuela.

- ¿Una sola persona? ¿A todo un equipo de hombre altos y fornidos?

- Te enviaré los archivos del caso para que los leas después-asenti.

- No se ve tan malo, tiene la mirada perdida, como si no le encontrará sentido a nada.

-El efecto de los calmantes, no podemos dejarlo sin sedantes-lo dijo como si fuera algo normal.

-Eso va contra las normas del Estado-es mala praxis lo que estan cometiendo aquí-La ley de reos estipula que todo residente de una institución mental sólo puede recibir una dosis diaria de sedantes, notificare a asuntos internos sobre esto.

-Hagalo, pero le aseguro que perderá su tiempo.

-¿Porque cree eso?

-La persona que está ahí dentro tiene muchos enemigos fuera, además de muchos millones en el banco. Es nuestro único benefactor monetario, sin el está institución estaría en ruinas. Si no quiere perder el jugoso salario que está por recibir le recomiendo omitir este detalle.

-¿Porque están especial para ustedes este interno?

- Averigüe usted misma-la puerta de la habitación se abrió, la ventana de cristal que me separaba de él ya no se encontraba más, el aire se sentía pesado y tétrico.

El portazo hizo que me sobresaltara.

-No te asustes, no por ser un asesino, deje de ser un caballero.

Levanto la vista, y tan sólo al conectar sus ojos con los míos, un enorme nudo sentí formarse en mi.