Capitulo 27: El hielo ayudara

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Estábamos riéndonos, estábamos bastante intoxicados por el alcohol que para mi fue difícil hablar.

De momento me volteé para ver algo —Kalila, debo irme— cuando volteé a verla a ella, estaba caminando entre la gente, me levante y la seguí.

Quería despedirme de ella aunque ella se notaba que se quería ir.
La seguí a unas calles hasta llegar una granja un poco apartada en una colina. La vista era impresionante muy bella de hecho.
En lo que me deslumbre por la belleza del lugar perdí de vista a Kalila. En eso ella se aparece detrás de mi, y me agarra por el brazo, me elevo al techo del granero.

—Quería llevar a un amigo aquí, pero nadie nunca antes ha querido hablarme, se escuchan rumores de mi, que no son ciertos— nos sentamos en el techo del granero, bajo la cabeza.

—Eso es un gran detalle de tu parte y respecto a los rumores, me gusta conocer la persona y hacer mi propio juicio— sonreí.

Ella me voltea a ver, y se ríe de mi sonrisa estupida que tenia por la borrachera. En eso me acoste, y ella hizo lo mismo.

Estuvimos viendo las estrellas por un rato, sin decir nada, no sabia que decirle.

—Siento tu perdida— dice ella con un tono de tristeza.

—Es la ley de la vida que pasen cosas inesperadas— hice una mueca.

En eso ella se me acerca y me abraza, en su abrazo sentía la calidez de un alma, aunque pareciera fría, ella daba paz. En eso ella abre sus alas y me arropa, quedándonos dormidos.

Al abrir mis ojos estaba en mi habitación, ya era la mañana y me sorprendí que ya había pasado un día. Me levante en seguida y al hacerlo me mareé.
Estaba pensando en que paso a noche y donde deje a Ren. Me asomé en la ventana y vi unos sirvientes dándole de comer a Ren con temor en el granero.
Fui al baño para darme una ducha y así calmarme, para recordar como llegue a noche.

Al rato de salir del baño me fui al granero para ver a Ren.
El peludo animal estaba contento porque era bien alimentado. Lo acaricié —¿Que te parece si damos una vuelta?— lo mire a el y enseguida le puse su sillón para montarme y dirigirme al pueblo.

Fui directo al palacio del Conde Calipso para ver a su hija Kalila, quería saber quien me llevo y como quedo en ayudarme con la espada de Xanen.

Llegue allí y había una escolta de vigilancia, deje a Ren amarrado en un tronco y me dirigí al portón principal.

Llegué alli, unos guardias me detienen —Alto ahí, es propiedad del Conde Calipso— un hombre alto y ancho, me hablo.
Respondí seguro —Soy Mark, vivo con Ferneculus, soy amigo de Kalila— los dos hombres se quedaron sorprendidos y me apuntaron con sus lanzas.
—NO TE QUEREMOS AQUÍ— vinieron otros guardias y me sacaron a la fuerza del portón.
—Cuidado cuidado, se están metiendo en problemas— les grite.

Me lanzaron cerca de donde deje a Ren.
—De acuerdo las cosas funcionan así, entonces— me levante del suelo y me sacudi.

Tome la soga de Ren y camine con el hasta que vi una verja rota en el palacio.
Deje a Ren en un lugar mas apartado y me dirigía para ese roto de la verja. Cuando de momento veo en una de las ventanas a Kalila, se estaba cepillando el cabello, me quede unos 5 minutos observando. Hasta que de momento ella me vio, le hice señas como para que se acercara a donde mi. Ella me hizo señas de que la esperara.

Estuve 20 minutos cerca de esa entrada que encontré —Las mujeres si que se tardan— me senté en la grama afuera del palacio. En eso sale Kalila por el boquete del alambrado.

—¿Que rayos haces aqui? No ves que mi padre puede matarte si te entera que estás aquí— ella empezo alzar la voz preocupada, se toca la frente y caminaba de lado a lado —Dime que nadie te vio— me levante del suelo.

Hice una mueca —Me botaron del portón principal—

—MIERDA ERES TAN ESTUPIDO— empezó a caminar mas rapido de lado a lado.
—Cálmate, no pasa nada ¿porque no acepta visitas?—

Ella respira profundo—Escucha Mark mi padre es celoso con sus hembras, mi hermano pequeño vive en las afueras con mi hermana, estoy sola con ellos por un tiempo, pronto volverán mis hermanos pero mi padre es muy apegado a mi, el punto es que le conte de ti, ayer cuando llegue con alcohol en el cuerpo y apenas dije que eras mi amigo se volvió loco— la mire desanimado.
—Rayos wow es muy celoso— hice una mueca —oye vine porque dijiste que me ayudarías con lo de la espada de Xanen—
—Si cierto pues vamos aprovechare que mi padre esta trabajando en los negocios— me toma del brazo y camina hacía una dirección.
La detuve rápido —Espera vengo con Ren—
Ella me mira confundida —¿quien es Ren?—
—Mi puma— ella se sorprende
—Bien pues iremos en el, aunque volando llegamos más rápido—
—No crees que lento se pasa mejor— sonreí pícaramente.
Me saco la lengua, buscamos a Ren y nos dirigimos a la casa de su tio que era el herrero, uno de los mejores en el pueblo.

Mientras estábamos montados ella me abrazaba con fuerza para no caerse y se sentía bien que lo hiciera, no se porqué pero era bueno.

Llegamos a la hacienda era enorme, Kalila hablo con su tío mientras yo esperaba afuera con Ren. Ella me hace señas de que podía pasar así que procedi a dejar a Ren en un árbol.

Entre a la casa del tío herrero. Enseguida note que su casa lucia genial todo era hecho por él me dijo Kalila.
—Mark, es impresionante todo ¿verdad?— me estaba mirando emocionada esperando mi respuesta.
—Si Kalila todo lo es— la mire con ternura por su expresión. Luego sacudi mi cabeza porque me estaba comportando de forma cariñosa.
El hombre se me acerco y me dio palmadas en la espalda mientras me guiaba al taller para trabajar
—Joven Mark, me alegra que hayas decidido hacerle un regalo a Xanen, es un gran guerrero retirado—

—Si señor...— no sabia su nombre.
—William, es mi nombre, Kalila que buena sobrina que le dijiste mi nombre— ella se rio nerviosa.
Ella le contesta—Lo siento Tío lo olvide sabes como soy—
El volvió a hablarme — Xanen le gustara una espada con mango violeta, y bastante afilada, escogeremos la gladius de doble filo, es para ataques rápidos —

—Interesante, ¿hay varios tipos de espadas?— le preste atención a todo lo que me decía. En las paredes de su hacienda había espadas cruzadas era algo increíble.
—Así es joven Mark— me sonríe.
Kalila estaba atrás de nosotros atenta escuchando la charla que teníamos.

Llegamos al taller, el señor William me explicó como debía empezar. Se usa acero inoxidable super caliente derretido, después iría en un molde especial, luego se tendría que enfriar, luego pulirla y afilarla, después la lima, luego el montaje y acabado.
Una vez él me explico, Kalila se quedo conmigo ayudarme mientras que William dijo que tendría que salir hacer algo.

—Busquemos el molde para hacer la espada que dijo mi tio, gladius— dijo ella buscando el molde mientras me quedaba como idiota cada paso que daba.

Ella consiguió el molde, lo puse en el suelo cerca del fuego, puse a calentar el acero a fuego super alto.

—De seguro le encantara a Xanen— me dijo sonriendo
—Esperemos que si— respire profundo —Tu tio es muy bueno—
Ella sonrió —Lo es, me llevo mejor con él que con mi padre—
—Eso note— le sonreí levemente.

Pasaron unos 10 minutos cuando ya el acero estaba derretido y super caliente.
Kalila me ayudo por el otro extremo de donde estaba el acero colocado, para ponerlo en el molde, mientras pusimos el acero en el molde, sin querer lo moví y me salpico en la mano pero Kalila no se dio cuenta. Pusimos todo el acero en el molde a esperar que se enfriara luego en segundos empece a quejarme y Kalila vio el golpe rápido — Mark te busco hielo— estaba preocupada por mí y yo estaba que no reaccionaba a la situación.
En cuestión de un par de minutos aparece Kalila con una cubeta de hielo, me indico que pusiera mi mano en la cubeta a ver si bajaba la inflamación de la quemadura.
Me queje y grite —Siempre me quemo con todo, soy un desastre—
Ella me miro un poco triste porque podia percibir que me dolía —Se que te duele tranquilo, el hielo ayudara— ella me miro a los ojos directamente, inconscientemente también la miraba a ella a los ojos pero estábamos cerca muy cerca, en eso la puerta del taller se abre de cantazo.

Era su padre, lo único que pude decir fue
—Mierda—

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