Fuera de lo Común

Capitulo 28: Las cosas cambian

Su voz fue severa me dio una mirada que decía te voy a matar — ¿Que esta pasando aquí?— era el padre de Kalila. Automáticamente nos alejamos.
—Padre puedo explicarlo— Kalila intento calmarlo pero su padre la detuvo.
—William llévate a Kalila— el tio de Kalila estaba detrás del Conde era un sujeto alto e imponente.
—Si Calipso— el obedeció y tomo del brazo a Kalila, dejándonos solos al Conde y a mi.
Mierda, pensé.
—No te quiero cerca de mi hija, no ves que ella es mucho para ti, apenas vienes de otro mundo, no sabes nada, eres distinto, la próxima vez que te acerques, odiaras a ver cruzado ese portal— el conde ni me dejo hablar se fue cerrando la puerta con fuerza.
Pasaron unos minutos y estaba sin moverme del mismo lugar, mi respiración era agitada y mis pensamientos eran varios. ¿Que se cree ese? Me vale, la seguiré viendo.

En eso llega una mujer como de unos 43 años —¿Estas bien Mark? William me contó lo qué pasó, Calipso ya se llevo a su hija—
—Si estoy bien tengo una quemadura por eso Kalila me estaba ayudando—
—Te ayudare con eso vuelvo enseguida— la mujer se fue y volvió inmediatamente.
—Lamento haber causado tanto escándalo...— no ha dicho su nombre.
—Herila, soy la esposa de William— me sonrió y procedio acercarme a mi para curarme la herida.
—Tu esposo y tu se ven que son buenas personas— le sonreí.
—Gracias, aquí el de mal genio es el hermano de William, el no es fácil, no digas nada, pero anteriormente esto ya ha pasado con amigos de Kalila, por eso nadie se le acerca y la trata mal, es por el padre— ella bajo la cabeza.
—Kalila fue la que se me acercó a mi, creo que le llame la atención— ella me mira sorprendida.
—Kalila nunca muestra interés de esa forma, siempre aleja la gente para que su padre no los amenace— en eso me pego un hielo y me queje.
—Kalila me ha ayudado con su presencia, no quiero que sea infeliz toda su vida— baje la cabeza.
—Eso es bonito de tu parte, pero por ahora aléjate de ella, en lo que se calma el asunto— me puse triste al escuchar eso.
—Lo tomare en cuenta—
—Puedes terminar la espada, puedes venir, le avisare a Kalila que no pase por la casa hasta que la termines—
—De acuerdo— suspiré de forma triste.
—No te desanimes, las cosas pueden cambiar, eres un buen amigo— me arreglo mi cabello desordenado.

Después de estar mejor de la mano, trabaje en la espada, cosa de que el proceso en que la dejara no la dañara.
Me fui al palacio de Ferneculus, cuando llegue vi a Vestebar no me hablado todavía. Seguí mi camino hacia mi habitación. Busque ropa cómoda para luego ir al baño a darme un ducha decente y quitarme el sudor de encima.
Las gotas bajaban por mi cabeza, parecía una escena depresiva. No dejaba de pensar en el carácter de Conde. Era intimidante y como Kalila le tiene miedo y respeto dice muchas cosas. Hoy conocí parte de ella que aún no me lo había dicho y dudaba que en futuro me lo iría a contar...

Era la mañana estaba listo para entrenar. A dar lo mejor de mi. Ayer solo pase por algo malo pero hoy es un nuevo día. Me prepare con vestimenta para entrenar. Estaba en el campo corriendo solo sin que nadie me lo dijera, necesitaba ocuparme más. Después de varias vueltas vi a Xanen y Vestebar listos para empezar.
Vestebar se me acerco con seriedad —Hoy no vamos a entrenar, iremos hacer compras— respire profundo porque estaba con la respiración rápida.
—De acuerdo ire con ustedes— el hizo mueca.
—No es necesario Señor— me molesto que me dijera señor aun seguía el rencor.
Alze mi tono —Ire con ustedes he dicho— Vestebar no dijo nada y obedeció. Fuimos al pueblo de Raurel, en un campo apartado había tiendas donde la gente vendía o hacia trueques.

Llegamos al lugar y veía las costumbres de mis acompañantes duendes. Eran muy buenos negociando. En eso compre una manzana y empece a darle mordiscos. En eso veo una joven que se me hacia conocida. Estaba de espalda mirando en una tienda  las comidas típicas. Estaba como a unos metros pero conocía muy bien ese cabello y estaba seguro que era ella. Me limpie la boca y acomode mi traje y procedía acercarme lentamente hacia ella. Cuando ella se voltea me ve y se va del lugar, jamás pensé que me dolería esa acción que hizo pero si me dolió. En eso me dio coraje y volví con Xanen y Vestebar.
Estuve todo molesto hasta que Vestebar me dijo algo que me saco de mis pensamientos —Joven Mark ¿Esta bien?— me dijo Joven Mark.
—Creo no sé, Vestebar lamento haberte herido a ti y a Xanen no lo merecían— me puse triste.
Vestebar me toco el brazo —No te angusties las cosas cambian, vi todo lo que paso hace un momento, todavia tenias la muerte de Katherine encima, Xanen sigue molesto pero yo ya no—
—Me dijeron que para que me perdonen tenia que darles regalo, mi regalo para ti es que compres todo lo que quieras yo lo pagare y sera para ti todo eso que escojas — el se sonrió.
—Veo que ya te andas acoplando a nuestros ideales, eso es bueno— estaba mejor porque Vestebar me había hablado. El tomo mi palabra y compro miles de artículos que dudaba que el utilizaría. Algo que él me hablo era que él es un inventor quería hacer cosas geniales y ser reconocido por ellas. Eso me sorprendió así que me propuse apoyarlo en cada experimento o invento. Había olvidado la situación de Kalila con Vestebar, él seria mi mano ayuda para distraerme con sus inventos.
Y pensar que nunca completamente puedo ser feliz, siempre estoy a medias. Pero así teniendo un 50% de felicidad la aumentaría a un 100%