Capitulo 25: Conoce a tu enemigo

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Ahora debia ocultar el secreto de Kalila, quisiera volverla a ver. Creo que es un lunes, y bien aburrido que esta. Ayer fue que la vi y la verdad alguien de mi edad era lo que hacia falta.

Vestebar entro a mi habitación —Joven Mark, es tiempo de entrenar— me hizo señas para que tomara mi vestimenta de entrenamiento.

—De acuerdo, esto ya me empezaba aburrir, Katherine hubiera querido que continuara mi vida— respire profundo y tome la ropa.

Ya estábamos en el campo de entrenamiento, lugar mega espacioso. Hoy aprendería el arte de conocer a tu enemigo.

Xanen trajo unos trolls mitad humanos eran como yo pero mas grandes.

Vestebar estaba al lado de Xanen para decirme lo que tenia que hacer. Xanen le daba las órdenes.

—Xanen dice que estarás en el medio de los trolls, todos te atacarán al mismo tiempo, intenta sobrevivir a esta prueba— el se rió.
Chistoso.

Bien estaba rodeado por 6 trolls alrededor de un círculo solo necesitaba saber quien llegaría primero a golpearme y como lo haría.

Xanen preparo la roca verde y una vez tocaba el suelo empezaba el duelo.
Xanen tenia la roca en la mano y la arrojo.

*Toco el piso*

Los trolls vinieron corriendo hacia mí, pero sabia que el que estaba a mi derecha llegaría mas rápido era mas delgado y alto. Cuando venia directo hacia mi su vista fue atacar mis piernas así que lo esquive y pegue en la espalda con un palo que tenia usar para sobrevivir. Él choco con otro troll, me subí a ellos y empecé a darle al tercero una patada, todo iba bien hasta que el cuarto me agarro el palo, y me atrajo hacia el y me dio un cabezazo. Todos empezaron a pegarme juntos y caí al suelo. Xanen toco un cuerno. Significa que se terminaba el duelo.

—MIERDA XANEN ASI SE SUPONE QUE APRENDA CUANDO ME ATACAN 6 ESO ES UN ABUSO— estaba enojado y dolorido.
Xanen le hizo señas a Vestebar —Xanen dice que ningún combate es justo, ibas bien hasta que te concentraste en solo uno, y no viste a tus otros enemigos—

Reí irónico —¡No me digas! Te juro que no me di cuenta de eso—
Xanen le hizo señas a Vestebar —Tu problema es que te concentras en solamente algo y dejas pasar tus cosas alrededor, mañana seguiremos con la práctica, esto solo fue una prueba, que tanto había que saber sobre tu táctica de combate—

Estaba tan enojado porque me fue super mal —Váyase a la mierda los dos— agarre el palo, que para colmo se rompió cuando lo tomé, lo tire lejos— y me largue a caminar lejos de la casa de Ferneculus.

Estaba adolorido pero mi ira me daba fuerzas. Estaba caminando por un bosque —Perdónenme por no ser el que tanto querían, hijo de puta Ferneculus, ¿donde estas cuando te necesito? Por tu culpa perdi lo que quería ya no sé si quiero continuar— estaba gritando solo.
Mientras caminaba con fuerza y coraje, me encuentro con un río.
Si eso necesito relajarme. Me quite la camisa y me tire al agua.

A esto le llamo vida en eso escucho una voz —Hace un momento estabas peleando solo, y ahora ya estas calmado— era Kalila en un árbol sentada mirándome.
—Llevas bastante tiempo ahi si me escuchaste— miré molesto.
—Deberías bajarle a tu coraje, con esa patética pelea que tuviste cualquiera te gana— ya me estaba empezando a caer mal.

—¿Me dejas solo? No deseó hablarle a hadas  ni duendes ni nadie en estos momentos— mire para otro lado.
En eso veo que ella baja del árbol con sus halas, ella se iluminaba y sus alas desaparecieron.
—Tenia mis dudas de como las hadas se vestían teniendo alas, pero ya me contestaste—
—Ahora soy un como una humana patética como tu—
Reí —eso fue chistoso— rodeé mis ojos.
Ella me dio una sonrisa y se quito la camisa y sus pantalones, obviamente tenia ropa interior de esos que eran pantalones, se usaban en la edad medieval, era como si tuviera otra ropa no se le veía nada, así que no podia ligármela.

—¿Porque me miras sorprendido?— ella se metió al agua lentamente.
—Es un crimen quitarse su vestido si el sujeto no es su marido— ella se rió.
—He cometido tantas cosas, que esto no importa para nada—
—De acuerdo— me metí debajo del agua para mojar mi cabello. Saque mi cabeza de nuevo al aire.

—¿Como te ha ido con el anaranjado?— ella sonrió.
—No se, no ha vuelto a pasar, y en estos momentos no deseo hablarlo— mire serio.
—¿Te han dicho que eres un amargado?— ella mi miro seria.
—¿A ti no te han enseñaron a no hablarles a extraños?—
—Idiota— me saco el dedo.
—Tonta— me saco la lengua.
—Deberías darle otro tipo de uso a esa lengua— rodeé mis ojos.
Ella me salpicó agua.
—Que infantil— le salpique agua.
Empezamos una guerra de agua, al punto que terminamos peleando la lucha libre, obviamente no fui tan bruto como lo soy, mejor dicho la tipa fue sumamente agresiva, y me estaba dando unos buenos golpes, me estaba doliendo todo pero disfrutaba esto.

Mañana no podré ni ir a la práctica con el dolor que me cargó...

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