¿Bebé Soo? | KaiSoo

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Se miro una vez más al espejo, enrollando una toalla al rededor de su cintura, mirando y examinando sus propias facciones. Tomo el cepillo de dientes junto a la crema dental, echo un poco en el cepillo y se lavo los dientes, sin alejar la mirada del espejo en ningún momento.

Aveces se preguntaba si JongIn era tonto, cosa que se confirmaba en mas de una ocasión cuando éste cometía alguna tontería que dejaba a KyungSoo sin palabras... Y no exactamente por estar sorprendido.

Desde el baño podía escuchar los gemidos, después de todo la habitación se encontraba al lado. Podía escuchar perfectamente los gemidos de la chica, los jadeos y suspiros pesados de JongIn y pudo distinguir cuando le había subido el volumen al vídeo porno que estaba viendo.

Aveces se sentía cansado de esa situación, tener que escuchar a JongIn gemir mientras se masturbaba gracias al porno de chicas que solía ver con frecuencia.

Se sentía inseguro, porque a pesar de reconocer el gran amor que JongIn sentía por su persona, el chico presentaba una gran atracción sexual por el género femenino, dejándolo de lado a él en muchas ocasiones. Podía asegurar que su pareja prefería ver porno de chicas o vídeos de mujeres masturbándose a tener relaciones con él, y es que compendio que las mujeres lograban excitarlo con fácilmente, en cambio a él le tocaba hacer un gran esfuerzo para conseguir que su miembro se pusiera completamente erecto. Así que su vida sexual de pareja quedó en el olvido y KyungSoo debía soportar ver a JongIn y saber que este se masturbaba pensando en mujeres.

Para alguien gay como él, tener un novio bisexual con más atracción hacia las mujeres, era algo de temer, pues la inseguridad se apoderaba de él y le era imposible evitar los pensamientos de JongIn dejándolo por alguna chica.

Su cuerpo no ayudaba mucho, pues a pesar de ser delgado tenía el abdomen marcado y unos cuantos músculo decentes, no era exactamente delicado como una mujer y algo que sabía era que a JongIn le gusta lo delicado, que inspire ternura y esa necesidad de protegerle. JongIn en mas de una ocasión dijo que le parecía tierno a pesar de ser hombre y llevarle un año por delante, era imposible no recordar sus palabras en momentos como estos, haciéndolo sonreír a pesar de no estar del todo conforme.

En ocasiones llegaba a desear ser mujer, no porque tuviera problemas de identidad o no se aceptara a sí mismo como un hombre, solo que en su mente abarcaba la idea de que si fuera una mujer, JongIn lo miraría más, JongIn lo apreciaría más, no tendría pena ni se sentiría incómodo de caminar de la mano con él. Si fuera mujer tal vez JongIn se preocuparía e interesaría más por él, que si fuera mujer, JongIn lo tocaría sin tener que insinuar nada para dar a entender que lo quería hacer, que si fuera mujer... Que si KyungSoo fuera mujer... JongIn lo amaría más.

Su imaginación comenzó a hacer su trabajo. Comenzó a imaginarse como sería si fuera una mujer; los mismos ojos grandes y oscuros, sus labios en forma de corazón tampoco sufrirían algún cambio, a JongIn le gustan así como son. Su cuerpo se reduciría a ser una figura delgada y frágil, más bajo de lo que por si ya es, midiendo 1.63. Su piel blanca seguiría siendo de aquel tono albino que durante toda su vida a tenido. Su cabello seguiría siendo corto, apenas tocándole los hombres...

Se parecía un poco a su madre cuando conoció a su padre.

-¿KyungSoo?-el llamado de JongIn lo saco de la nube donde se encontraba.

Su reflejo en el espejo en el que veía su viva imagen como mujer no tardo en distorsionarse y regresarlo a la realidad, volviendo su imagen masculino. Suspire y estiro un poco sus brazos, tomo el picaporte, abrió la puerta, salió del baño para ser atrapado entre los brazos de su pareja.

-¿Por qué demoraste tanto?-pregunto, acariciando el aún mojado cabello de su pequeño novio.

-No quería interrumpirte-y no estaba mintiendo, no quería interrumpirle, después de todo el no podía llegar y tratar de tener relaciones, JongIn perdería su erección con él, ya había sucedido en mas de una ocasión y por lo tanto él no estaba dispuesto a revivir esos momentos de incomodidad.