IV

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Jane seguía sin entender el por qué de la reacción del maestro. El día que debían hacer su "problemario" (es como un examen parcial) El maestro ni siquiera se digno en presentarse a clase.

Jane se encontraba con Elizabeth, ambas sentadas fuera del salón pues no había clase.
             -Aunque lo extrañe fue bueno que no viniera hoy ¿No crees?
Jane quería contestarle como se debía, ya no aguantaba el hecho de no poder gritar al mundo que lo amaba... Pero, ¿Y si el no la amaba realmente a ella?
             -Si, creo que necesitamos un descanso después de toda la joda que nos estamos llevando.

Y es que era cierto, pobre Jane, apenas dos días sin ver a su maestro y ya le había afectado mucho. Se abstuvo de muchas cosas, contrajo una gripe ligada a una fuerte fiebre que la tuvo en cama unos días. Para su suerte, mejoró un poco en el transcurso del fin de semana.

Mientras tanto el maestro pasaba los días evitando a la chica, poco le importó faltar a su trabajo y descuidar otros asuntos. Y era una cosa exagerada, si alcanzaba a divisar a alguna chica que se le pareciera a Jane, inmediatamente cambiaba su rumbo y escapaba a la situación.

Pero era inevitable que se encontraran nuevamente, el no podía faltar a su trabajo, y aunque solicitara un cambio de plantel, tendría que ir al menos una vez a su área de trabajo a recoger papeles y entonces... Tendría la opción de, evitar a la chica y dejarla ilusionada y con el corazón roto, o encontrarla sin esperarlo y darle la noticia para romperle el corazón.

Cielos, ahora si estaba en un problema. Prefirió seguir con su vida y ver lo que el destino le tenía preparado.

El día que nuevamente se toparon en clase, la chica espero a que todos salieran del aula, y se acercó a el con la intención de reclamarle por todo lo que le hizo pasar.
Se posicionó frente a él esperando su mirada, pero no la recibió. Jane aún estaba algo afiebrada y tenía miedo de lo que pudiese ocurrir pero, ¿Que perdía con reclamar que su vida se hizo un desastre por su culpa?
 
           -¿Hice algo malo?- Preguntó tímida. Temía que el hombre la lastimara a pesar de estar tan decidida.
Pero no respondió, permaneció Ignorandola. Quiso y deseo con todas sus fuerzas mirarla, pero en vez de eso solo la ignoró.

Jane ya con una lágrima recorriendo su mejilla se dio la vuelta y comenzó a alejarse. Estuvo a punto de abandonar el aula cuando sintió un jalón que la hizo girarse en su eje.
Y por un segundo estuvo aliviada al sentir esos húmedos labios posarse sobre los suyos.

Un beso que no duro mucho, pues Jane colocó sus manos en el pecho del contrario, ejerciendo la suficiente fuerza para separarse de él
             -¡¿Por que me evitabas?!- Grito alterada
             -Keys cálmate por pavor
             -¡No me llames así! ¿Sabes acaso todo lo que he pasado? No he dormido en días, deje de comer y ahora tengo estas ojeras horribles, no puedo dejar de pensar en que tal vez ya no me quieres y ya no puedo ni verme al espejo ¿Y tu tratas de tranquilizarme? Maldita sea solo admite que jugaste conmigo!!
             -¡Jamás haría eso Jane!- el hombre sostuvo fuertemente los brazos de la chica, quien no pudo soportar el grito de su profesor y se desvaneció en sus brazos.

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         -Jane... Jane, ¡Jane!

La chica abría los ojos lentamente, se sentía mareada y tenía dificultad para respirar
         -Despierta Jane- la chica fue sacudida levemente
         -¿Que?- Jane veía solamente una silueta masculina, por lo que supuso quien era su acompañante... Pensó en soltarle un abrazo hasta que reconoció su voz
         -¿Cómo estás Jane?- preguntó para luego besar su frente
         -¡Nunca vuelvas a hacer eso Patrick!- protestó Jane molesta
         -Solo trato de ayudar- Se defendió
         -No necesito tu ayuda... ¡No necesito ayuda de nadie!- la joven ya alterada trato de levantarse
         -¡Jane cálmate!- El chico le impidió levantarse -Aun estas débil y debes descansar
         -No quiero, ¡quiero irme de aquí!
         -¡Controlate Jane! Hace rato te desmayarse por alterarte ¿Quieres ir al hospital acaso?- la chica miró al contrario y se sentó resignada
         -¿Quien me trajo?- preguntó cabizbaja y seria
         -El maestro Ernesto- Respondió para luego dejar que el silencio se hiciera presente.

Pocos minutos pasaron para que Patrick hablara.

         -¿Por qué dejaste de hablarme?
         -A que te refieres- Mintió. Ahora la culpa le remordia la conciencia y trataba de buscar una excusa justificable.

Pero que le podía decir... No iba a salir con una tontería como "Patrick me acuesto con el profesor Ernesto y tengo rotundamente prohibido hablar contigo"

         -Sabes de lo que hablo Jane- su semblante estaba serio
         -Patrick debes salir de aquí
         -¡No Jane! Tengo que saber que pasa contigo, desde el día en que el maestro te paso al pizarrón y te llamo la atención estas muy rara y ya no me hablas
         -Patrick vete
         -Solo dime que ocurre
         -No quiero problemas, por favor vete
         -¿Por que no me hablas?
         -Patrick
         -¿Por que me evitas?
         -¡Largo de aquí!- gritó. Ambos callaron. Patrick se dispuso a salir de la unidad médica, miro una ultima vez a Jane y se alejó.

Mi lienzo exquisitoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora