-XIV-

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Esperó y esperó, como un niño espera sus regalos en navidad pero nada llegó.

Ya habían pasado 6 meses desde que lo secuestraron y aún no venían por el tailandés.

El señor Qian empezó a sentir lástima.

Un día las torturas pararon, pensó que ya no le servía para nada viendo que no alcanzó su objetivo.

Las ataduras del tailandés desaparecieron, empezaron a alimentarle mejor, el señor Qian hizo que lo llevaran a darse un baño, empezaron a tratar sus heridas.

Ten pensó que solo estaban adecentandolo para morir con buena apariencia pero luego vio en los ojos del chino que no podía matarlo.

—¿Por qué no intentas huir?

—La verdad señor, no tengo motivación para hacer nada a estas alturas.

—¿Me matarías si tuvieras la oportunidad?

—Yo no tengo nada contra usted —era cierto, el tailandés sabía las cosas que el chino había hecho pero nada se relacionaba con él, no tenía razón para odiarlo... aún cuando lo había mantenido bajo tortura.

—Jun —dijo en tono bajo el mayor de los dos.

—¿Disculpe?

—Me llamo Jun, no hace falta que me trates de usted ni me digas Señor Qian.

—Mmm se- Jun, ¿Por qué estas siendo tan amable, moriré pronto verdad? —soltó un suspiro bastante audible.

—No voy a matarte porque, yo tampoco tengo nada contra tí, hasta ahora solo me estaba dejando llevar por la venganza pero volví a mis sentidos al notar que nadie venía por tí, además me recuerdas a Kun —confeso el hombre, Ten solo bajó la cabeza.

Él no sabía que sus amigos se estaban preparando, pensaba que se habían olvidado de él.

Él solo estaba soportando todo porque estaba convencido de que en cualquier momento llegarían por él pero entre tanto, se cansó de luchar y sus esperanzas de ser rescatado desaparecieron.

Sabía que Jun no lo estaba dejando ir pero que también se había dado cuenta de que se había rendido y sintió lástima.

—¿Y ahora que papel juego yo en todo esto? —preguntó con mucha sinceridad.

—No te dejaré ir pero tampoco estarás más en este sótano, estarás arriba conmigo —le contestó el chino seguro mientras le señalaba con la cabeza que le siguiera.

Si bien ya no lo iba a torturar sus intenciones seguían sin ser del todo buenas pero para el tailandés que había soportado tanto, esto no pintaba nada malo.

—Para que conste no te estoy viendo como un reemplazo para mi hijo, pero te estoy abriendo las puertas para que no veas el mundo desde una jaula —le dijo al llegar al ex cuarto de Kun, Jun al no ser demasiado sentimental no es de esas personas que deja todo intacto.

Todo en la habitación era nuevo, las cosas con la esencia de su hijo ya no estaban para bien, le hubiese dolido más guardarlas.

Era espacioso, tenía una cama matrimonial con una base de madera oscura y una mesa de noche a juego,  paredes de un tono azul oscuro similar al de su propio cuarto, en la esquina de la habitación se encontraba una especie de diván moderno de cuero, le gustaba como entraba mucha luz a través de las ventanas y tenía vista al jardín.

Era espacioso, tenía una cama matrimonial con una base de madera oscura y una mesa de noche a juego,  paredes de un tono azul oscuro similar al de su propio cuarto, en la esquina de la habitación se encontraba una especie de diván moderno de cuero...

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F E A R L E S S   [NCT Ten] 《Terminada》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora