F E A R L E S S [NCT Ten] 《Terminada》

-XVI-

~Narra Ten~

Mis ojos se abrieron rápidamente y me senté en la cama de golpe.

Mi cuerpo se estremeció por un fuerte sonido.

Mi corazón latía demasiado rápido.

Escuché un disparo, no podía pensar con claridad pero mi cuerpo actuaba solo.

Corrí hasta la habitación de Jun, estaba abrazando a sus sobrinos que desgraciadamente estaban de visita.

—Ya están aquí —murmuró para que solo yo entendiera.

Fui de vuelta a mi cuarto de prisa y me armé, luego regresé por ellos.

—Tienen que salir ahora, no pueden quedarse aquí ¡Vámonos! —el miedo era visible en mi voz.

"Ellos" habían venido por mi, pensando que lo que hacían estaba bien.

Ella los estaba manipulando también, ensuciando sus nobles manos por su asquerosa sed de venganza.

—Hay un lugar seguro aquí pero no creo que podamos llegar todos —dijo Jun, bastante preocupado.

Le miré atónito mientras me empujaba junto a sus sobrinos y nos señalaba a donde debíamos ir, nos estaba protegiendo.

Pero yo no lo iba a dejar atrás, corrí con sus sobrinos hasta la "Fortaleza" de los Qian, le pedí a una de las jovenes de servicio que entrara con ellos y les regalé una última sonrisa antes de cerrar la puerta, no sin antes asegurarles que iba a volver con su tío a salvo.

El ruido de cada disparo taladraba mis oídos, mi corazón estaba inquieto y eso no era una buena señal.

Recorrí el camino que supuse ellos tomarían y no me equivoqué, los cuerpos y la sangre no mentían.

La masacre que estaba ante mis ojos me revolvía el estómago y me daba escalofríos de pies a cabeza.

Aceleré el paso y me topé con ellos, teniendo en frente ya a Jun.

Corrí a su lado y me paré en frente de él.

—Que ni se te ocurra Haeun —dije en el tono más serio y a la vez sincero que poseo.

—¡Les dije que le habían lavado el cerebro! ¿Te volviste loco Ten, que haces protegiendo a un hombre como él que incluso te secuestró? —Haeun era un manojo de ira, su arma apuntandome firmemente.

Detrás de ella, los chicos estaban armados también, Johnny de hecho estaba herido, había recibido un impacto en el brazo.

Taeyong estaba tratando lo mejor que podía de atenderlo, mientras que Jaehyun solo estaba detrás de su hermana con una expresión pavorizada, arma en mano y temblando como gelatina.

Cerré mis ojos fuertemente, odiaba la escena que estaba ante mí, pensar que esta mujer había llevado a nuestros amigos a hacer algo como esto con la excusa de rescatarme.

Yo fui el que le dio esta oportunidad...

—Deja de ser tan ridícula y comportate como adulta, usa tu masa gris Haeun, la única persona que lava cerebros aquí eres tú ¿Cómo pudiste? ¿Cómo diablos pudiste involucrarlos así, usarlos para llevar a cabo tu cometido? —voltee a verlos —Y ustedes, ¿Cómo se dejaron convencer por esta bestia de hacer algo así? ¿Por qué? ¡Mierda! ¿Por qué? —estaba frustrado, quería llorar, mi corazón dolía y mis oídos timbraban permanentemente.

La culpa podía notarse en la cara de los chicos, vergüenza incluso.

—Para tu información maldita enferma, este hombre puede ser el jefe de la mafia, puede hacer las cosas más ilegítimas que te vengan a la mente, pero como persona es diferente y es mil veces más humano que tú, sufre y se preocupa como todos, vela por la seguridad de su familia y pone su seguridad antes que todo —la ira de apoderaba de mi mientras miraba a Haeun a los ojos.

Su cara sínica me daban ganas de acercarme y rebanarle la garganta, hacerla pagar por sus pecados.

Jun puso su mano en mi espalda, ayudandome a recobrar la cordura, lo miré por encima de mi hombro y la preocupación en su expresión me golpeó.

No era que no quisiera ser defendido, simplemente no quería que mis amigos se pusieran en mi contra por él, incluso en este momento me estaba poniendo como su prioridad...

—Eres patético Ten, tantas veces que te lo advertí y aún así me ignoraste, te metiste en mi camino y ahora estás nada más y nada menos que con ese asesino, protegiendolo —soltó una risa sarcástica mientras retiraba el seguro de su arma, aún apuntandome.

—Incluso a tu lado, estaba compartiendo con un asesino ¿Acaso ignoras tu verdadera naturaleza Haeun? —no pude evitar usar un tono irónico.

Lo próximo que escuché fue un disparo, luego un pitido se hizo presente en mis oídos, mi visión empezó a nublarse hasta quedar en negro y mi cuerpo se sentía ligero hasta que, ya no pude sentirlo más...

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Recien note que mi nota de acá abajo no se publicó, he tenido días horribles chicos, mi salud está en un punto en el que me preocupa y no me había pasado antes de esta forma, no se que hacer porque pienso en los gastos y se que no podemos costear nada, espero que solo sean ideas mías, los quiero mucho.