BTS 2027

CAPÍTULO 12

Había tomado una ducha, puesto ropa limpia y fresca y además había pedido servicio a la habitación, así que ahora leía algunas cosas en internet y me decidía a escribir la experiencia del hotel donde me encontraba, hasta que una duda bastante obvia apareció en mi mente repentinamente.

«¿Es este el hotel de Taehyung o simplemente es este su hogar desde la separación?»

Sea como sea, suponía que la encargada respondería a todas mis dudas, supongo que de ser Tae el dueño de este hotel, ella sería su... ¿Asistente? ¿Se...cretaria? 

De la misma manera en la que pedí el desayuno, pedí el almuerzo y decidí invertir todas las horas de ese día escribiendo hasta que me llamara la "asistente" de Tae. 

Finalmente a mitad de la tarde volvió a sonar el teléfono, en cuanto lo levanté una voz amablemente me dijo que ella estaba esperándome en la recepción.

Salí de mi habitación y me esforcé en recordar donde estaba el ascensor por el que había subido la noche anterior.

Al llegar a la recepción vi a una chica rubia y bronceada bastante alta.

— Señorita Herrera es un gran placer conocerla finalmente.

— Gracias, el placer es mío, el hotel es hermoso.

— Sígame a mi oficina por favor— Empezó a caminar apuradamente y tuve que acelerar el paso para poder ir junto a ella, hasta que entramos a una oficina con una vista que daba hacia las montañas llenas de palmeras. —¿Está cómoda en el hotel?— Me preguntó con un tono impaciente.

— ¡Oh si! Es un hotel hermoso.

—Es raro que lo mencione, me indicaron que no salió en lo absoluto de su habitación.

Reí tímidamente —Creo que soy una persona un poco antisocial a veces.— respondí mientras sonreía nerviosa.

— ¡Una perfecta Tauro!— Su voz sonó fuerte en toda la oficina y cambió de tema —Le pedí que me siga a mi oficina porque quería hablarle del señor Tae y de la entrevista ¿Te sientes intimidada por él?

— No en absoluto.— Sonaba bastante confiada en mí misma debido a la buena experiencia que había tenido con Namjoon hacía poco.

— ¡Maravilloso! Notarás que es una personas de gustos simples pero lujosos.— Rió.

— Ya veo, es por eso que tiene hotel tan precioso.

— Así es y tiene muchos invitados, realmente es una persona que sabe divertirse.

Sonreí.

«Pasaré un buen rato entrevistándolo»

Vino a mi mente la imagen de ese Tae de sonrisa amplia que se divertía con sus hyungs sin inhibiciones ni vergüenza, no podía esperar para verlo.

—Bien, entonces le diré que ya estás acá y te alcanzará en la recepción ¿Vamos?

Asentí con la cabeza y avancé junto a ella con entusiasmo. «Al fin vería a Tae»

Al llegar a la recepción me indicó que me siente en uno de los sillones mientras él llegaba. Me acomodé en el sillón y al cabo de unos instantes pude ver correr a una chica que provenía del pasillo con dirección a la salida del hotel, pasó corriendo con una sonrisa mientras miraba hacía atrás, usando nada más que sábanas.

—¡Te veo luego!— gritó una voz profunda provocando que quite mis ojos de ella para buscar a la persona de la que provenía la voz.

Era Tae... Venía caminando detrás de la chica que acababa de pasar corriendo.

Venía abotonando una camisa de mangas cortas y el cabello despeinado color naranja. Me levanté de un salto y miré con incredulidad a la encargada con la que había estado hablando hace un rato, abrí la boca para hablar y en ese momento vi a otra chica exactamente igual a la que acababa de pasar corriendo pasar junto a Tae. Él hizo un ademán de que pisaría la sábana con la que ella se cubría mientras corría en busca de la otra chica. Él río mientras ella desaparecía por la entrada del hotel.

Llegó a nuestro encuentro y abrazó por la cintura a la encargada sin dudar.

—Bien, es ella.— Dijo la encargada con una voz monótona.

Mi vista saltaba de uno a otro, mientras intentaba decir algo, pero las palabras no salían.

— Creo que si podría divertirme.— Dijo mientras su vista me analizaba de pies a cabeza.

—Buenas tardes.— Musité de un momento a otro.

— ¡Qué tierna! Es tan pequeña— Sonrió mirando a la encargada e ignorando mi saludo por completo. Puso su mano en mi espalda y empezó a caminar sin soltarme para darme a entender que debía ir con él. Salimos del hotel y había un todo terreno amarillo estacionado en la entrada.