Un te quiero polifacético

903 41 3
                                    

Narra Tarifa

Necesitaba saber exactamente que había pasado y como Ana no me escuchaba iría a las únicas personas que en menos de dos días han demostrado ser capaces de hacer lo que sea para joderme la vida, las únicas que dirían la verdad, porque saben que eso es lo que más duele.

Llegue a la piscina en menos de un minuto y las vi, estaban tumbadas, riéndose de todo y bebiendo unos cócteles.

Tarifa-¿ Que coño habéis hecho?- levante la voz al estar a su lado
María- ¿Nosotras? Nada hombre- dijo sonriendo
Claudia- Ven anda que no mordemos- señaló un asiento a su lado libre
Tarifa- Soltadlo ya, habéis conseguido que nos peleemos, al menos no seáis tan cagadas de ahora callaros- Me irrité
María - Tranquilo cielo, te contamos todo- dijo incorporándose
Claudia- El día que anunciaste los ganadores del sorteo no dude en ponerme en contacto con María a través de e-mail, le insinué diferentes cosas sobre el odio que tenía hacia vuestra relación y ella al final captó mi indirecta por lo que ambas nos confesamos que en realidad veníamos al viaje con unas intenciones muy claras, destruiros.- paró un segundo para beber de su asqueroso vaso.
María tomó la palabra;
María- Como verás, por mi físico, era obvio que nunca llegarías a fijarte en mi, pero una vez que vi a Claudia supe que tendríamos todas las de ganar.-sonrío
Claudia- El plan sería llegar a estar contigo pero me lo has puesto muy difícil así que, como se suele decir, más vale una imagen que 1000 palabras. Por lo que simplemente me insinué un poco ti acercándome más de la cuenta, consiguiendo así una foto preciosa de un "romántico beso entre nosotros"
María-nos pusiste las cosas demasiado fáciles en ese momento
Claudia- pensábamos mandarle la foto una vez terminase el viaje, pero vi que te quedabas allí solo y que ella estaba ya enfadada porque yo te había dicho de ir a por algo de beber, así que aprovechamos y soltamos la bomba.
María- Simple y efectivo, suficiente para poner en duda su confianza.
Tarifa- ¿Como habéis sido capaces de hacer algo así? Ella os ha tratado bien desde el principio, sobre todo a ti, María, ibas de buena y solo eres una zorra- escupí las palabras con tanto asco como el que ellas me daban
María- Debía confiar en alguna de nosotras para que fuese todo mejor- rieron a la vez
Tarifa- ¿Que se supone que ha visto Ana?- pregunté nervioso.

En ese momento Claudia me enseñó la pantalla de su móvil.
En ese momento pude ver una foto en la que yo salía agarrándole el hombro mientras ella se acercaba a mí hasta casi rozar mis labios. Fue exactamente lo que pasó solo que yo intentaba apartarla de mi lado y al final no hubo ningún beso simplemente un segundo después de capturarse la foto nos apartamos. Eso Ana no lo sabía, obviamente, solo quien había estado allí en el momento de la foto era consciente de lo que en realidad pasó, una clara instantánea del inicio de un beso que jamás llegó a ocurrir.

Tarifa-  sois unas envidiosas, os inventáis una simple infidelidad para intentar arruinar una relación que ni os va ni nos viene- la señalé mientras recogía mi cámara y toalla, pues al ir corriendo hacia la habitación me las había dejado allí .
Claudia- Te equívocas cariño- sonrío con la pajita entre los dientes.
María-muchas de tus seguidoras aceptaran tu relación, pero nosotras no, queremos al tarifa de siempre no el de ahora, que ha cambiado por culpa de esa.- se refirió a Ana con una mueca de asco.

Intenté contener toda la rabia que se estaba acumulando pues necesitaba aún explicárselo a Ana. Sabía que no me creería, ha visto una foto y eso vale más que las muchas cosas que yo pueda decirle pues ya no confía en mi.

Tarifa-  El viaje para ustedes ha terminado o al menos conmigo, a partir de hoy pasaréis los tres días restantes solas.
María-¿¡Que!? ¿Porque? Se suponía que ahora estarías con nosotras- Me miró con los ojos llenos de lágrimas
Claudia- ¿Estas loca? Debíamos sacrificar nuestra relación con él para estropear la suya- dijo con naturalidad.
Tarifa- definitivamente, estáis locas.- Me puse la toalla al hombro y fui lo más rápido que pude hasta la habitación de Ana...

Pegué en la puerta de su habitación varías veces, pero no me abría. Sabía que estaba dentro pues podía escucharla perfectamente, no sé muy bien si estaba llorando pues tenía la tele puesta. Pero ahora que lo pienso, nunca la había visto llorar y si la primera vez fuese por mi...joder necesito arreglar esto, no me lo perdonaría.

Tarifa- Ana, porfavor, necesito que me escuches. No tienes ni idea de que pasó en realidad. -supliqué al otro lado de la puerta nada más oír que la tele se apagaba.
Tarifa- Ana, solo un minuto, porfavor...- pegue mi frente a la puerta, rendido y angustiado.

De un momento a otro la puerta se abrió, dejándome ver esa mirada fría e inexpresiva. No gesticulo ni abrió la boca, simplemente puso la mano entre su cuerpo y la pared dejando claro que no quería que pasase. Después se quedó quieta y espero, espero a que yo le hablase.

Tarifa-Ana, debes creerme, no besé a Claudia en ningún momento, fue todo una encerrona, jamás haría algo así de verdad. Ellas mismas me lo acaban de confirmar abajo en la piscina.- le dije con la mayor sinceridad posible.

Por su parte sólo obtuve silencio

Tarifa- Tenías razón, desde el primer momento y no quise verlo ni hacerte caso,pero debes creerme de verdad.- intenté acercarme a ella pero se apartó.
Ana- ¿cómo puedo creerme tus palabras si tengo una foto que dice todo lo contrario a lo que estás asegurando ahora mismo?- se le quebró la voz al final de la frase.

Tenía razón, no podía creerme, no tenía confianza en mi y con motivo, porque yo no tenía ninguna prueba de lo contrario.

Tarifa- Estoy diciendo la verdad, lo juro, porfavor vuelve a la habitación conmigo- supliqué agarrando su muñeca, ella se quitó de forma agresiva.
Ana- No puedo creerte, ahora mismo no, son solo palabras y aunque sé que no harías eso, no encuentro ninguna explicación a esa foto. Te quiero Tarifa, pero veo que tu amor hacia mi es polifacético.- acto seguido cerró la puerta.
Tarifa- ¡Ana!, joder es la verdad, ¡mierda!- di un puñetazo a la puerta.

Debía conseguir alguna forma de que viera la realidad, debía demostrar que yo decía la verdad.
No podía enfadarme, ni culparla por no creerme, en su caso, nadie lo haría.

¿Porque  no soñar? [Bytarifa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora