Demasiada paz.

1.3K 58 0
                                    

Narra Ana

Ya estamos a viernes, ha pasado casi una semana desde que llegué y la confianza va en aumento.
Estos días no ha pasado nada en especial, pues casi todos están arreglando las maletas para irse a un evento que tendría lugar en Argentina.
Yo obviamente no podía ir a ningún sitio pues el lunes empezaba las clases así que me tenía que quedar en la casa. Ellos se irían el domingo y volverían el miércoles, así los primeros días podría concentrarme en integrarme en las clases con mis nuevos compañeros. Al principio me sentí mal sabiendo que se irían sin mi pues no quería quedarme sola, pero vivir en una casa con 5 tíos puede ser el sueño de algunas o la desesperación de otras, en mi caso fue lo Segundo. Me llevaba genial con todos pero tienen demasiada energía y casi siempre están despiertos a las 10 por cualquier tipo de broma, porfavor, necesito un día para dormir más de 10 horas, no pido más Dios mío.
Además en mi cabeza hay otra preocupación, y es que supongo que os estaréis preguntando sobre la guerra de bromas, tengo que decir que yo también, porque no hay actualizaciones, y yo solo he llegado a sacar dos teorías;
Tarifa se ha olvidado o Tarifa está preparando algo muy gordo.
Rezo para que la primera opción sea la acertada, pero en el fondo sé que no y podría decirse que tengo miedo.

Estoy en el sofá del cuarto de Tarifa viendo como hace la maleta e intenta buscar lo necesario entre el desorden que tiene allí formado, de un momento a otro se va al vestidor y desde allí lo oigo gritar;

Tarifa- ¡ANA!, ¡¿DONDE ESTÁ MI CAMISETA ROSA DE ENDLEES ?!
Mierda, pensé cuando miré hacia abajo y ví que la llevaba puesta. No me juzguéis pero no digáis que no os encanta poneros ropa de tío, son más cómodas sobre todo para estar por casa y además no se lo pienso decir a él , pero huelen demasiado bien a su colonia. Esto no significa nada, lo digo porque somos amigos eh, a los amigos les gusta la colonia del otro, es normal, ¿no?
Ana- No-nose- Dije mordiéndome el labio y viendo como no tenía posibilidad de quitármela al ver que él ya estaba apoyado en el marco de la puerta.
Tarifa me miró levantando una ceja con incertidumbre al ver que la llevaba puesta- dámela porfa, tenía pensado ponérmela para el viaje.
Ana- No puedo, la estoy usando,y eso significa que tendrás que lavarla,secarla, plancharla...-solté enumerando una interminable lista de cosas que tendría que hacer para evitar tener que cambiarme.
Tarifa- tampoco es que hayas ido a correr con ella y estés sudando a muerte, a eso le pongo un poco de colonia y listo.
No respondí, simplemente me abracé a uno de sus osos de peluche gigante y lo usé de escudo.
Tarifa- ¿Te la quitas o te la quito yo?- preguntó divertido a la vez que se acercaba
Ana- Vaya Tarifa, vamos más despacio ¿no?- vacilé
Tarifa- ¿Ah si?, en ese caso, tú te lo has buscado- anunció riéndose mientras venía hasta mi y me quitaba el oso de encima sin apenas esfuerzo, intenté salir corriendo pero me cogió por la cintura y se puso a hacerme cosquillas
Ana-Ta-tarifa, para -reí- odio las cosquillas
Tarifa- ¿Me la vas a dar?- siguió sin parar
Ana- valevale- anuncié levantándome para ir al baño, una vez allí me la quité y me puse otra mía
Ana- No volveré a tocar una camisa tuya- Dije orgullosa
Tarifa- No durarás mucho preciosa, déjate de orgullo- rió con malicia mientras cogía su camisa y la colocaba junto a las cosas que se pondría para irse en dos días
Le saque el dedo corazón para sentirme victoriosa de alguna forma y salí de la habitación dejando su risa atrás.
Capullo, pensé mientras en el fondo sabía que claro que volvería a ponerme su ropa, por la colonia, claro está.

¿Porque  no soñar? [Bytarifa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora