𝕮𝖍𝖆𝖕𝖙𝖊𝖗 𝕹°8

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El gran salón estaba siendo habitado una noche más por el joven Brando, quien por cierto se veía realmente atractivo arrodillado frente al fuego. su cabello aún seguía húmedo, pero ello no aminoraba ni un poco la belleza que aquellos mechones dorados desprendían en todo momento.

incluso si nadie se encontraba cerca como para apreciarlos.

Dio realmente disfrutaba el estar solo.

[...]

Era la tercera noche que Jonathan no lograba conciliar el sueño.

Había intentado de todo.

Desde realizar incontables flexiones contra el suelo y paredes.

Hasta el acomodar sus prendas como se debía dentro del armario, tarea que elegía no realizar nunca.

Pero todo conducía a un solo inminente deseo.

Huír de aquel condenado cuarto para poder hacer las paces con Brando.

Y es que a sus ojos, era el momento perfecto.

A pesar de no haberse dirigido el habla en días, Dio se veía más tranquilo que nunca.

Era difícil para Jonathan creer que aquel joven era realmente su hermano.

Era ahora o nunca.

Salió del cuarto lentamente, evitando desprender el más mínimo ruido.

y bajó las escaleras.

Aquel momento se sentía identico al shock de adrenalina que se disparó en sus extremidades el día que cayó "accidentalmente" de la escalera en la cocina.

Y el estar completamente solos no ayudaba.

Joestar contaba hasta tres y tomaba aire entre cada intervalo de la escalonada rampa, como si este fuese a hundirse en las profundidades del atlántico.

luego exhalaba agotado.

Desde cuando el molestar a Dio lo preocupaba tanto.

Era su hermano, solo quería lo mejor para él.

Y por supuesto que la soledad nocturna que el rubio venía atravesando no era para nada buena.

[...]

La escalinata que ocupaba el tramo anterior al suelo había terminado.

y por primera vez en muchos días, ambos compartían un mismo espacio.

Aunque Dio se veía totalmente ajeno a la escena.

o tan solo aún, no se había percatado de quien había irrumpido en la sala.

jonathan estaba sudando, aquel recinto parecía arder con semejante fogón consumiéndose.

Tal vez la frialdad del mayor necesitaba de aquel fogarín para acondicionar su interna humanidad.

joestar caminó lentamente hacia él.

rezando credos que apenas podía recordar, con el fin de que alguna fuerza superior lo protegiese del crujido de la madera que poco a poco se deterioraba más con el correr de la temporada de lluvias.

lo tenía en frente suyo.

nunca lo había visto de espaldas.

no al menos tan cerca.

no al menos con ropa para dormir.

[...]

jonathan pudo tranquilizarse.

lo suficiente como para considerar llamar la atención de quien lo había llevado a encontrarse despierto dos horas pasada la medianoche.

fue en ese momento qué, extendió su mano con la intención de hacerla aterrizar en los dorados mechones de cabello de Brando, los cuales por cierto brillaban intensamente debido al contraste que el fuego provocaba.

tembló por unos segundos.

pero aterrizó.

Con ambos de sus ojos cerrados en fuerza, por supuesto, esperando algún golpe seco en alguna parte de su impetuoso cuerpo.

tal y como la historia parecía haber sido escrita.

-No puedes dormir... ¿No es así?-

Jonathan se estremeció notablemente luego de haber escuchado aquella voz.

Llevaba tiempo sin oírla pero podría jurar que esta se había agravado.

Removió rapidamente la mano de la cabeza ajena.

-Está bien...Puedes tocarlo-
Dijo el mayor sin más

¿Era ese realmente su hermano?

Joestar asintió dudoso, volviendo a entrelazar lentamente sus ásperos dedos en el cabello de Brando, quien no paraba de sorprender a jonathan con su comportamiento.

Dio había cerrado sus ojos y retirado su torso hacia atrás, sosteniéndose debilmente con ambos brazos y con la leve presión que ejercía la mano del menor en cada caricia.

Parecía un felino

Pensó Joestar

[...]

Aquella noche la conversación no llegó muy lejos.

Tal vez algún que otro comentario a cerca de lo fastidioso que comenzaba a volverse el hecho de que lloviese todo el día.

Jonathan quería indagar en el por qué del aparente nuevo comportamiento de su hermano.

Pero tenía miedo

Temía que el hecho de hacer mención del repentino cambio provocase un momento incómodo, o incluso una pelea.

Tan solo se limitó a seguir el hilo de la aburrida conversación, lo cual no muchas horas más tarde, acabó con ambos jovenes profundamente dormidos sobre la alfombra de la sala, y un fuego consumido hasta la muerte.


[...]

Continuará



Ojalá les guste❤












𝐇𝐨𝐥𝐝 𝐌𝐞 •[𝐉𝐨𝐧𝐚𝐃𝐢𝐨]•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora