Asgore era particularmente malo en ciencias. Llegó a pensar que de forma inconsciente se estaba castigando y por eso había tomado la asignatura aquella. Las letras yacían sin significado en las páginas del libro introductorio de Astronomía y decidió que no era mala idea tomar la sugerencia del ayudante y hacerle unas preguntas. Escribió un mail muy cordial y formal, con la pregunta que quería hacer en medio y esperando una escueta respuesta o sugerencia de lectura. A cambio, recibió un simple e informal.
"¿Estás en la biblioteca?"
El joven miró por encima de su hombro para cerciorarse que no estaba siendo vigilado.
"Así es", contestó y recibió de inmediato.
"Estoy en la oficina de postgrado, bajo y te respondo tus dudas".
Él estaba seguro que ese tipo de asistencia era absolutamente innecesaria, aun así se cambió desde el área de lectura silenciosa al área de estudio grupal y allí vio al ayudante, caminando entre las mesas y buscando a alguien. Asgore le hizo señas con su mano libre. El joven Gaster Wingdings le sonrió desde lejos y atravesó en unas zancadas en trecho entre ambos.
-Has venido a coger el libro que recomendé.
-Sigo sin entender cómo se mide la edad de las estrellas.
-No voy a preguntar algo tan específico – le aclaró el asistente.
-Pensé que el profesor Shun hacía las preguntas.
Ambos se miraron con un gesto cómplice.
-Claro, el doctor Shun, pero este es un curso de formación general, no un curso de carrera a físicos, así que...a él, solo le interesa que entiendan la relación entre lo que es una galaxia, un sistema planetario y la forma en que los astros se formaron e interactúan, bailando por el universo.
-Bailando... - repitió el incrédulo.
-Claro los movimientos de traslación y rotación, los campos gravitatorios, las trayectorias de los cuerpos violetas, todo es un baile que tiene millones de años y que podemos explicar a partir de teorías y fórmulas.
Y de pronto estaban sentados, de pronto habían pasado tres horas y no se dieron cuenta. De pronto estaban tomando un café en el negocio que estaba a una cuadra de la facultad y él le acompaño hasta que lo dejó en el tren.
-Gracias por darte el tiempo.
-No te preocupes, es mi trabajo explicar estas cosas además, me dio gusto, eres el único que ha demostrado interés en querer entender esto.
-Necesito aprobar- se explicó el.
-Aun así, aunque sea por responsabilidad, normalmente la gente no busca entender lo que no le gusta.
-Te debe encantar la astronomía.
-Yo amo las ciencias – contestó él con resolución - y siempre hay que procurarentender lo que uno ama.
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Agujero Negro
NouvellesÉl con su sola presencia podía ponerlo furioso, haciéndole reaccionar de modos inesperados (comenzando con aquel primer encuentro en que el, fuera de sí, intentó abordarlo borracho) y luego llevarlo a actuar guiado por la desesperación. Toriel le ha...