Capitulo 6

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Luego de esa primera instancia de estudios juntos, los e-mails entre él y Gaster se hicieron frecuentes. Siempre con motivos académicos eso sí. Aun así, a veces se veían en los pasillos y se saludaban. Durante la clase el comenzó a participar y a convencerse de que después de todo, puede que no fuera un negado para las ciencias.

"Gracias Gaster, me has salvado, ahora enviaré el ensayo al doctor Shun"

"¿Por qué usas cursiva? ¿Intentas insinuar algo?"

Asgore rio al ver esa respuesta en la pantalla de su móvil y contestó.

"¿Me vas a decir que estos trabajos sí van a ser leídos por el doctor Shun?"

"No", respondió sinceramente el asistente y agregó. "¿En serio no quieres que me conecte a Skype para explicarte mejor el concepto de entropía?"

"¡No es necesario!, ya lo envíe y voy saliendo, hoy es la fiesta de las matrículas en la facultad"

"¿Qué es eso?"

"Hacemos una fiesta en la facultad de humanidades y con lo que se recauda ayudamos a algunos compañeros a pagar la matrícula en caso de que no les alcance"

"Suena como una buena causa" recibió Asgore en su pantalla y posteriormente, "¿aceptan científicos locos en su fiesta?"

"¡Absolutamente! Y más si tienen dinero para gastar" - Eso había sonado feo. Maldición.

"¡Bien!, Creo tener algo de eso, te veo en un rato ;)"

Puso un emoticón de un guiño. Asgore intentó interpretarlo como un gesto amistoso, ¿cómo más interpretar algo así? La primera bebida de la noche la invitó el, por culpa, pero luego Gaster invito la comida y la segunda ronda de bebidas y ahí el no tuvo nada que protestar porque él era el hijo de un diplomático y Asgore hijo de un profesor de escuela a punto de jubilarse.

Las bandas eran buenas, pese al sonido acústico y al bajo presupuesto de todo, igualmente la fiesta se fue haciendo más grande a medida que iban bajando los galones de cerveza y Asgore agarró a su invitado de la mano para llevarlo a los jardines de la facultad. Él se abrazó a sí mismo instintivamente por el cambio de temperatura al salir y él contrario le pasó su bufanda. Era azul. Olía a colonia.

-¿Cómo se te ocurrió venirte a estudiar astronomía a Madrid? ¡No se ve nada con estas nubes!

-No estudio astronomía, estudio Ingeniería Aeroespacial, o sea construiré cohetes y aviones... soy ayudante de astrofísica porque me gusta.

-Vaya... entonces no vas a ver estrellas en tu trabajo.

-No, pero bueno, las puedo ver por diversión, además si se pueden ver estrellas desde acá, si tienes un buen telescopio.

-¿Y tienes uno?

-No, pero la universidad sí y tengo acceso con la credencial del profesor Shun.

-Vaya... pase privilegiado.

-Así es... ¿y sabes qué?, deberíamos ir ahora.

-¿Ahora?- preguntó el incrédulo y algo alarmado.

-¡Sí!, ¡ahora!

-Has bebido mucho

-¡Si! Y me siento libre, vamos, rompamos unas reglas y veamos algunas estrellas.

Se largaron a correr atravesando el parque de la universidad, tomaron un bus y en veinte minutos habían llegado al edificio. Gaster seriamente mostró su credencial al nochero y afortunadamente era una hora razonable, las observaciones después de todo se hacían de noche. Llegaron a una torre cúpula con un telescopio enorme. Gaster ajustó las coordenadas y procedió a enfocar algunas constelaciones famosas, lo más nítido, incluso bajo el turbulento cielo, fue Orión.

Asgore se acerca a la maquinaria y da un grito entusiasmado cuando por fin reconoce la forma de una de los perros de casa de Orión y Gaster se queda mirando su espalda, su cabello lacio y color trigo cayendo como cascada y supo que estaba perdido.

-Yo creo que nunca se entiende el sentido de los ejercicios, de calcular trayectorias y distancias hasta que ves a los astros y su interacción en vivo...

-Su baile- recordó el.

-Exacto-confirmó y se posicionó al lado para ir cambiando el foco de mira a medida que explicaba. - e incluso más, los colores de los gases nos dicen sobre la historia de las estrellas, esas rojas son estrellas que ya están muriendo, su densidad es menor, pero estas azuladas son jóvenes y vivirán millones y millones de años más-

-¡Tienes razón! Hay una estrella roja Gaster, no tenía idea – responde con cierto entusiasmo.

-El universo tiene un lenguaje muy complejo y por eso, para simplificarlo a nosotros, lo traducimos en lenguaje matemático... al calcular la longitud de la luz, la distancia de una estrella, podemos saber su edad, su historia, y su relación con nosotros... ¿Alguna vez escuchaste que estamos hechos del mismo material que están hechas las estrellas?

Asgore se apartó del telescopio para ponerle atención.

-Nunca...

-Bueno... es un dicho algo soñador, pero tiene algo de cierto, el universo fue formado por un átomo en expansión, las estrellas iniciales vivían unos segundos, pero fueron evolucionando, los elementos fueron mutando, complejizándose, las estrellas fueron teniendo un material más complejo, los planetas, los asteroides, todo viene de esa materia primaria y los aminoácidos que originaron la vida en la tierra tienen parte de ese material... imagina, todos tenemos átomos de estrella en alguna parte de nuestro cuerpo, ¿no es envolvente?

El estudiante de leyes se quedó pasmado. No solo porque había entendido, o porque ya no le parecía una materia tan absurda, sino porque él, Gaster Wingdings, de pronto no parecía una idea tan mala. No hubo mucho que pensar porque la situación en sí no fue planeada. Cuando él lo dejó en la puerta de su casa no tenía pensado besarlo, pero lo hizo y él que no tenía pensado manifestar de ninguna manera que le gustaba, terminó poniéndose en evidencia al acariciar su pelo.

-Gracias por todo, fue muy interesante... y lindo.

-Muy lindo- concordó él antes de verla desparecer por la puerta.

Pero decidieron dejarlo así hasta un mes después, hasta el final de ese semestre, cuando Asgore ya hubo aprobado, cuando ya no parecía académicamente incorrecto. El mismo fue a la oficina del doctor Shun donde en vez del el académico, como siempre, encontró a Gaster sentado en su escritorio y organizando sus tareas y archivos.

-¡Asgore!, aprobaste ¿viste?, ¡Y con un 8!, quieres que te entregue tu planilla de notas

-Me gustaría verla, pero no he venido por eso- Gaster pareció tener un cierto flash de ilusión en sus ojos que aumentó cuando el comentó -Yo creo que ahora que no hay que tener una relación estrictamente profesional, podemos salir como dios manda.

Igualmente decir que había sido fácil hubiese sido un insulto. A Gaster legustaba leer y a Asgore ver programas de televisión y películas. Asgore gustabade la fantasía y la magia y Gaster de la ciencia ficción. Asgore era un rayo desol madrugador y Gaster le gustaba funcionar de noche, con el silencio y laoscuridad. El escuchaba Queen y Gaster Nirvana. El reflexionaba enormementesobre cada decisión a tomar y Gaster tomaba las cosas como venían lanzándose ala aventura. La única cosa que tenían en común es que estaban locos el uno porel otro de modo que cuando él hacía algo lo suficientemente desesperante comopara hacerlo gritar y lanzarle los platos, lo único que debía hacer eraagarrarlo de los brazos y golpearlo con un beso para que olvidaramomentáneamente su ira o la descargase de una forma más productiva.    

Agujero NegroWhere stories live. Discover now