Un estruendo en los pasillos de San Mungo alertó a los presentes de una aparición, todos los que allí estaban enfocaron su vista para ver quién era el recién llegado.
Albus Dumbledore apareció sosteniendo a un débil Snape que en instantes se fue al suelo.Ginevra elevó su mirada al viejo director. Y una pizca de coraje salió de sus ojos al verlo con la barba marrón delatando la ruptura de su promesa.
El viejo le sostuvo la mirada con autoridad y sin titubear, tanto así que la joven Weasley tuvo que desviar la suya.
Cuando Severus logro recomponerse de la aparición, se puso de pie y caminó hasta los Weasley que no estaban completos pues Ron y su hermano que se enteraron vía lechuza,aún no habían llegado, viajarían por traslador. Harry seguía en la habitación de la castaña mientras que todos los demás aguardaban en el pasillo y en perfecto silencio. Solo se podía escuchar el llanto ahogado de la señora Weasley y el sorber de nariz de algunos otros.
Severus aunque caminando con dificultad llegó hasta la joven Weasley. ¿Dónde está?- preguntó con voz entrecortada. Ella se limitó a señalar la puerta de la habitación.
El caminaba hacia la puerta cuando de pronto esta se abrió dejando ver a Potter cabizbajo y luego varios doctores entraron rápidamente impidiendo que alguien entrara.El corazón de Snape dió un vuelco y se acelerero instantáneamente.
-¿Qué sucedió? -Se escuchó preguntar a Ron que llegaba por la puerta principal.
Hubo un silencio desgarrador-¡Maldita sea Potter hablé de una buena vez!-dijo Severus tomándolo por el cuello de la camisa , a la misma vez Arthur se levantaba para evitar que Severus lastimara a su yerno.
-¡Se ha ido! -grito el de lentes recayendo nuevamente en el llanto.
-No, no es verdad, no puede ser verdad -dijo Severus soltandolo. Corrió hacia la habitación y entró sin permiso alguno, algunos enfermeros lo trataban de sacar mientras que el forsejeaba , tuvieron que llamar a seguridad pues Severus se negaba a tranquilizarse.
Al cabo de un rato Albus consiguió que Severus se tranquilizase, al poco tiempo salió todo el equipo médico y todos se pusieron de pie para enfrentar al doctor.-Tratamos de revivirla, no fue posible, lo lamentamos mucho. Pronto vendrán por el cuerpo para bajarla a la morgue mientras esperamos por la funeraria. Pueden pasar a despedirse.
Todos comenzaron a llorar y a abrazarse unos a otros mientras que Ron se sentía culpable por no estar allí para ella.
Absolutamente nadie reconfortaba a Severus, aunque los Weasley no sabían muy bien lo que había sucedido con él, pues Harry y Ginny no habían soltado prenda sobre el asunto por la actitud que tenían su hija y su yerno con él, algo malo tuvo que haberle hecho a Hermione. Por eso no se acercaban. Solo Albus le brindaba su apoyo.Todos alrededor de la cama contemplaban el cuerpo inerte de la que un día fue su amiga. Claro está que no quedaba ni rastro de lo que algún día fue.
Cuando hubieron terminado de despedirse salieron y Snape se puso de pie para entrar pero la mano de Harry en el pecho del pocionista lo detuvo.
-Esto es para usted-dijo de poca gana. Dejando ver un sobre en la otra mano.
-Ella me pidió que se la entregara.-Fijo sus ojos en los de aquel que un día fue su maestro.
Usted no merecía a mi amiga. - Añadió.
-Lo sé Potter-acepto el ex mortifago.
Tomó la carta y entró cabizbajo a la habitación.Hasta aquí este capítulo. Bendiciones
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Sin darte el último adiós.
Lãng mạnUn Sevmione corto. Ella lo amaba con todas sus fuerzas hasta que ya no le quedó ninguna.