capítulo 5

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Entró tímidamente a la habitación con la vista siempre en la punta de sus zapatos. Era un hombre maduro, había enfrentado cosas horribles en su vida, una de ellas fue encontrar el cuerpo sin vida de Lili, su mejor amiga y su amor platónico de la infancia, esa de la cuál estuvo una vida enamorado. Pero esto, esto era completamente y por mucho lo peor que le había pasado.

No tenía el valor, no sé atrevía a mirar el cuerpo sin vida de la joven mujer que le arrancó del corazón a Lily Potter con una sola mirada. Pero tenía que hacerlo, tenía que reunir toda su valentía y tenía que mirarla. Era la única forma de comprobar que lo que estaba viviendo era cierto y no una mala broma de Potter, Albus y el resto.
Porque por más de que la idea de que ella ya no estuviera pasará por su mente, no podía aceptarla así sin más. Tenía que verlo por sus propios ojos.

-¿Hermione?-la llamó a la distancia. No hubo respuesta.
-¿Hermione, cariño? -Ella  jamás volteó para mirarlo.
-¡Señorita Granger! -le gritó como en su tiempo de colegio mientras caminaba con enojo hacia la cama de la chica.

Entonces fue que estalló la verdad en su cara.
Era ella, su sabelotodo, su pequeña princesa. Aquella que no le importó lo viejo, feo y amargado que era, aún así lo amó.

Su apariencia no era la misma de aquel último día que la vió. El poco cabello que le quedaba era opaco, su piel ya no era luminosa, estaba fría, sus dedos cianoticos, todo evidenciaba lo que él pensó era una vil mentira de todos.
Ella estaba muerta y él no pudo hacer nada.
Ella estaba viviendo con una sentencia de muerte y él jamás se percató de nada, de ningún detalle, no se dió cuenta como la vida se le estaba escapando, irónico, siendo un espía le ocultaron esto en sus narices. Fue, fueron demasiado buenos en fingir o él perdió sus capacidades de deducción.  Ella luchaba contra la muerte y él se encargó de matar lo único que la ayudaba a luchar, su amor por él con todo lo que le dijo la última vez que la vió. -¡Estúpido!-se dijo a sí mismo. ¡Sabías muy bien que la vida siempre se ensaña contigo! ¡Sabías que tenías que cuidarla porque podías perderla! - No la perdiste porque haya encontrado virtudes y honor en otro hombre como siempre fue tu miedo, la perdiste porque la muerte la abrazó y te la arrebató, hubiese preferido en ese caso verla abrazada a otro hombre pero verla con vida, ahora ya jamás la vería.
-Tu Severus Snape, pedazo de animal, que das discursos elaborados a niños de once años, diciendo que eres capaz de ponerle un alto a la muerte ¿Qué diablos hiciste? ¿Dónde están tus capacidades del gran Pocionista que dices ser? Salvaste tu vida y la del viejo pero dejaste morir a tu ángel, eres una basura.

De pronto el brazo de ella se movió lento, casi impercibible.
Pero él lo vió, no ,no lo imagino, ella se movió, está viva, todavía está viva.

¡Hermione!-le llamó
Comenzó a sacudir sus hombros para hacerla reaccionar. Cada vez decía su nombre más y más fuerte cada vez con más impetud.

Su voz se escuchó en el pasillo, alertando a los demás.

Harry regresaba con el doctor luego de haber llenado unos papeles autorizando el recogido del cuerpo ya que ella no tenía más familia pues sus padres habían sido asesinados por mortífagos en aquella guerra.

El doctor se apresuró a abrir la puerta, detrás de él venían los amigos de la castaña, curiosos de Lo que podía estar pasando.

Snape gritaba el nombre de su amiga y que seguía con vida.

-Señor tiene calmarse y dejarla ir-dijo el doctor tratando de que el profesor soltara el cuerpo.
Snape lo empujó.
-Dejeme, usted no sabe nada, inepto. Ella está viva, la ví mover brazo.
-Es normal, que los cadáveres hagan eso y hasta pueden liberar gases y por eso su cuerpo puede moverse un poco pero es todo, ya su muerte está certificada, ya vienen por la señorita Granger.
- No, ella está viva, yo lo sé, ¡Hermione, amor , despierta! Vamos cariño....

Unos enfermeros llegaron con una camilla y una especie de bolsa para preparar el cuerpo y bajarlo a la morgue.

-¡Severus!-dijo Albus-¡Vamos hijo, déjala ir!
-Callate Albus. -Herms amor-la abrazo desesperado.
Los enfermeros se acercaron a la cama.
Severus sacó su varita- ¡No sé la llevarán!
Los Weasley lloraban, Albus trataba de persuadir a Severus. Severus apuntaba a cualquiera que se moviera.
Albus dió un paso y Severus rápidamente lo apunto.
-¡Desmayo!
Cayó al suelo.
-¡Gracias Molly?-dijo Albus.
Pueden continuar su trabajo-acabo el anciano levitando el cuerpo de Severus y tocandolo para desaparecer con él.

Hasta aquí el capítulo, bendiciones

Sin darte el último adiós. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora