final

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A los tres días se casaron en los jardines de Hogwarts en compañía de los Weasley, Potter y la facultad. Ron llegó para la boda un día antes por traslador junto a su hermano. Cuando le dieron la noticia de la enfermedad de su amiga se derribó en llanto. Los demás le rogaron que evitara llorar el día de la boda para no arruinar el día más maravilloso en la vida de su amiga, de hecho todos prometieron controlar los sentimientos, echar fuera la tristeza y definitivamente no llorar.

La boda fue simple, su vestido rayaba entre lo sofisticado y lo sencillo pero lo más hermoso era su sonrisa, irradiaba felicidad y eso era lo más importante para Severus y para todos los allí presentes.

Todo se llevó a cabo en perfecto orden, todo estuvo muy hermoso y ameno solo hubo dos momentos difíciles. El primero fue cuando repitieron las palabras de Dumbledore donde él le prometía cuidarla en la salud y en la enfermedad, en ese momento a él se le quebró la voz y sus ojos se humedecieron haciendo que ella llorase un poco. Y el "Hasta que la muerte nos separe" fue peor pero todos estaban resistiéndose de llorar para así no dañar el día. El otro momento fue cuando en el medio de su primer baile como esposos ella se desvaneció en sus brazos dando por concluida la boda.

Severus la llevaba en brazos hasta la enfermería, era paradójico, se suponía que la cargara como recién casados a su habitación en la luna de miel y por el contrario entraba a la enfermería con el cuerpo inerte de ella.

Todos lucían desesperados y angustiados y madame Pomfrey parecía no querer salir. Cuando por fin lo hizo Severus fue el primero en abordarla.

-¿Cómo está?
- Estable, pero delicada, hoy ha sido un día de muchas emociones para ella, además se encuentra muy débil, lo mejor será que se quedé aquí unos días en observación, le daré una poción revitalizante. Te dejaré libre la cama de al lado para que puedas estar cerca por cualquier cosa.

- ¡Gracias Poppy!
Creo que...
No pudo terminar de hablar pues rompió en llanto frente a todos. Aunque estaban tristes al igual que él algunos no pudieron dejar de sorprenderse al ver a su temible profesor quebrantarse de esa manera.

Arthur lo abrazó para consolarlo y Severus devolvió el abrazó con llanto inconsolable, como lo hace un bebé cuando tiene hambre, un llanto ahogado de esos que duelen cuando sientes que los sentimientos los tienes atascados en la garganta, cuando la frustración te encadena al fracaso y no ves solución y quieres gritar pero el dolor es tanto que no puedes. Así estaba el pocionista ante la irremediable situación en la que estaba.
Arthur y Dumbledore le hicieron señas a los demás para que abandonaran el lugar y así lo hicieron, mientras que Severus seguía abrazado a Weasley.

Al poco tiempo los otros dos abandonaron la enfermería y posteriormente uno de ellos Hogwarts. Aunque Harry iría en la mañana con Ginny para ver como seguía su mejor amiga.

Severus pasó la noche cuidandola hasta que el sueño lo venció. En las horas de la madrugada un sorbo de nariz lo despertó, miró hacia el lado y descubrió a su esposa llorando.

-¿ Que tienes, porqué lloras, te duele algo?
- No, estoy bien, no es nada...
- ¿Cómo que no es nada? por favor dime qué pasa.
- Es nuestra noche de bodas y... Mira dónde estamos.

Él se levantó de su cama y se sentó en la de ella haciendo que ella se moviera un poco hacia el otro lado para brindarle mayor espacio. La abrazó y le dijo...
- Todo está bien, no hay problema con eso.

- Sí lo hay, deberíamos estar haciendo el amor hasta el cansancio, pero no, estamos aquí en la enfermería, tú estás cansado y yo casi muerta por culpa de esta maldita enfermedad.

- Yo estoy bien y tú también lo estarás.
- Ambos sabemos que eso no es verdad.

Él cubrió su boca con su mano. - No morirás y si mueres , moriremos juntos. Ahora ya no digas más y bésame, estamos de luna de miel y tienes que responderme mujer.

Sin darte el último adiós. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora