La Interpretación de los Sueños : The Omen At Song

Capitulo 2: Pasado Y Futuro

Año 1850:

Dos hermanas se encontraban corriendo sin cesar por las solitarias calles de Londres, estaban siendo perseguidas por una secta llamada los "interpretadores", desde hace ya algunos días estaban tras el rastro de ellas.

Mientras seguían en su huida los efectos del cansancio empezaban a cobrar factura, ya no sentían las piernas. Las dos se miraron a los ojos y de detuvieron para tratar de hacerles frente a los sujetos.

Al cabo de unos segundos una persona de mediana edad, cabello café y unos ojos azules de lo más claro les llama para que entren a lo que parecía una especie de posada, las chicas sin dudarlo entraron y satisfactoriamente lograron conseguir huir de aquellos hombres.

~

Las hermanas se despertaron, en lo que según su nublada vista era una especie de bodega, el lugar estaba de lo más oscuro, con un frío que hacía que les doliera hasta los huesos, Angélica volteó a su derecha, su hermana se encontraba medianamente consciente.

—Hey Karen, despierta, ¡¡despierta! —no mostraba respuesta alguna.

Después de su fallido intento por hacer que despertara del todo, escucho un ruido que provenía del fondo del lugar.

Volteo hacia su izquierda, y alcanzó a observar una luz que venía del mismo lugar y esta hizo como si se encontrara dormida para tratar de escuchar algo.

Al momento de que esas personas entraran en la habitación, escucho a alguien que le estaba susurrando, pero por más que miraba en sus alrededores no lograba observar a nadie más.

Volteo a donde se encontraba la puerta para ver si se acercaban los que acababan de adentrarse, por extraño que pareciera se encontraba vacío el lugar, volteo a ver a Karen y ya no había nadie a su lado.

Escucho de nuevo que la llamaban.

—Hey, jovencita voltea, estoy detrás tuyo. —alguien le susurró.

Angélica volteo rápidamente hacia atrás de ella, estaba obscuro, pero se alcanzaba a ver algo o alguien.

—¿Quién está ahí? —dijo ella-.

—Tranquila no voy a hacerte daño, sólo soy una especie de alucinación tuya, por así decirlo, pero eso no significa que no sea real, para ser exacto, yo estuve en una situación similar a la tuya.

Angélica, lucía demasiado confundida y a la vez sentía que él podría saber algo al respecto.

—Dime quien eres y por qué estás aquí.

La chica lo mira con recelo, pero al no tener nada de información al respecto le resulto conveniente tratar de averiguar algo por más extraño que pareciera el sujeto.

—Mmm, ya no estoy seguro del porqué, solo sé que quieren algo que se encuentra en tu cabeza, esos sueños que tienes con tu hermana son más que solo eso, son una puerta que puede conducir a un nuevo mundo, según los que los capturaron o algo así.

—Ya no estoy tan seguro de todo lo que te acabo de contar, puede que solo sean conjeturas mías, el tiempo no ha sido bueno conmigo.

El tipo misterioso se rasco la cabeza mientras volteaba hacia todos lados en señal de que no se encontraba muy cuerdo.

—Esto es muy confuso, que es lo que querrán de nosotras exactamente.

Se preguntó a sí misma. Tras pensar lo que le acababan de mencionar, volteo hacia arriba y trato de preguntar algo más.

—Oye quisiera preguntar algo...

El sujeto raro ya no se encontraba en la habitación. Volteo en todas direcciones en señales, pero no había nadie más. Se quedó algo desconcertada.

—Hey, hermana que estás buscando. —le hablo Karen-.

—Ehhh?? Ah ya despertaste.

Se empezaron a escuchar algunos pasos acercándose a ellas.

—Hola chicas veo que ya están despiertas, que les parece si comenzamos con su evaluación.

El sujeto vestía una chaqueta negra con una camisa blanca debajo, no lucia muy bien, parecía que no dormía desde hace varios días.

—Evaluación?? que significa eso? —Se preguntó Angélica.

—Ohh, no se preocupen no será doloroso o eso creo. Las volvieron a sedar y se las llevaron a otro lugar.

Año 1850:

—Uff, eso estuvo cerca, si no fuera sido por tu ayuda esos sujetos nos habrían alcanzado.

—Desde hace un tiempo le estoy siguiendo la pista a esos tipos, pero jamás pensé que estarían detrás de ustedes.

—Espera un momento tu...eres?

—Oh lo siento soy Adam, soy un viejo amigo de su padre.

—Nuestro padre?

—Ah si no me acordaba que ustedes jamás lo conocieron, pero él y yo llevábamos 5 años tras la pista de esa gente cuando ustedes apenas eran unas niñas pequeñas. Han secuestrado ya ha demasiadas personas, sin embargo, parece que aún no han tenido éxito con lo que buscan.

—Y....que están buscando?

—Aún no lo sé, pero según rumores tiene que ver con extrañas visiones o algo por el estilo.

Una de las hermanas se recargo en una pared y tras la respuesta que recibió realizo otra pregunta.

—Visiones??

—No sé qué están planeando, pero por lo que veo ustedes son su actual objetivo.

Las hermanas con un rostro de incredulidad y un poco de nerviosismo con lo que acaban de escuchar, se miraron a los ojos.

—Sé que esto es demasiado repentino para ustedes, pero créanme conmigo estarán a salvo, no dejare que nada les pase.

—Nos quedaremos por el momento, sé que nos acabas de salvar, pero aun así mantendremos nuestra distancia.

—No las culpo, acaban de conocerme. Igualmente me alegra haberlas encontrado con vida, Ana, Katherine, espero volverlas a ver.

—Gracias por todo y esperamos que usted también.

~

—Las pruebas resultaron ser más especiales de lo que me imaginaba, por fin hemos encontrado lo que nos llevará a nuestra divina salvación.

Un hombre se acercaba a la mujer que tenía los resultados de las pruebas y un poco desconfiado le respondió.

—Está usted segura de eso señorita Rachel, llevamos años tratando de encontrar a los sujetos correctos, qué es lo que le hace pensar que esta vez tendremos éxito.

—A caso estás cuestionando mis decisiones Adam, ellas son descendientes de Soro Matsekawa, el primer soñador, aunque en aquellos tiempos jamás se explotaron sus dones, las siguientes generaciones empezaron a tener sueños inquietantes, como si trataran de comunicarse con ellos.

—Y cómo obtuvo dicha información señorita.

La mujer de cabello rubio dio unos pasos por la sala dirigiéndose hacia un escritorio, abrió un cajón y saco un libro de él.

—Todo está en el diario de nuestro amigo Leonard Smith, el padre biológico de las hermanas.