*Narra Emily*
Después de un breve trayecto en coche, llegué a casa donde me esperaban mis padres despiertos, como cada vez que salía de noche.
-Buenas noches.-Dije acercándome a la entrada del salón donde ambos se encontraban.
-Buenas noches.-Respondieron ellos casi al unísono.
Subí a mi habitación y me tiré en la cama como si fuese una niña, después de pasarse el día jugando en el parque.
Dentro de poco volveré a irme a la universidad y echaré de menos esto, como la primera vez, hace dos años.
Cada vez que me voy, es duro aunque termino acostumbrándome.
-Al día siguiente.-
-Emily, ¿puedes ir a por el pan?
-Claro.
Me levanté del sofá y subí a cambiarme.
Me encantaba pasar el tiempo en pijama, pero salir a la calle con él, no era una idea que me enamorara, así que me pusé un short deportivo blanco, una nadadora roja, mis converse blancos y tras arreglarme un poco el pelo, salí de casa.
Podría coger el coche, ya que la panadería queda a media hora a pie, pero hacía un buen día y decidí ir caminando, escuchando música.
Llegué a la panadería tras un paseo que se hizo más largo de lo previsto, ya que me que encontré con un profesor del instituto que no paraba de decirme lo cambiada que estaba y más tonterías que suele decir un profesor, cuando ya no tiene que darte más clases.
Es un alivio para ellos y otro para nosotros. Lo que estos personajillos ignoran, es que para sus alumnos ellos también son el Lucifer de su adolescencia.
*Narra Kristen*
-¿Te quieres tranquilizar?-Dijo mi madre acariciando mis hombros.
-Mamá, estoy tranquila. Sólo es que no quiero irme a Miami estas dos últimas semanas de verano.
-Pero lo pasaremos bien.-Me dijo con tono esperanzador.
-No me cabe duda de ello, sólo que no puedo ir.-Dije por fin.
-¿No puedes?
-No.-Dije con un hilo de voz.-¿Recuerdas que llevo varias noches tocando en un local?-Mi madre asintió.-Pues quieren que en lo que queda de verano, esté allí todas las noches. Me pagarán un buen sueldo y haré algo que me apasiona.
-En ese caso, lo comprendo, aunque me pareces un poco joven para hacer eso.-Dijo ella finalmente.
-Mamá, tengo 20 años.-Solté cortante.
-Vale, me ha quedado claro.-Esbozó una sonrisa melancólica y me abrazó.
-Esa misma noche, en la entrada de un pub de Londres.-
-¿Con qué nos vas a sorprender hoy?-Me preguntó Joe a la vez que dejaba mi guitarra en el suelo.
-No tengo ni la menor idea. Ayer fue todo improvisado.
-¿Lo de subir a aquella chica al escenario también?
-Completamente.
-Pues increible.-Dijo con una sonrisa iluminadora.
Sonreí y saqué la guitarra de su funda, comencé a afinarla y a calentar la voz.
-Diez minutos.-Dijo Joe dejándome sóla.
Fuí al baño y me arreglé el pelo.
Dejé que mi pelo largo liso callera y me puse mi gorra negra y blanca hacia trás. Era mi gorra de la suerte y procuraba llevarla siempre encima.

ESTÁS LEYENDO
Risk it all
Novela JuvenilKristen Smith. Estudiante del segundo año de filología. Con una gran pasión por la música. Emily Williams. Estudiante del segundo año de fotografía. ¿Qué les deparará el futuro en su nuevo año de universidad?