Chains Of Love- Ziam

Capitulo 18. Mythology.

La luz le dio directo en la cara. Se revolvió entre las cobijas, con sus manos restregó sus ojos. Estiro el brazo y encontró el espacio a su lado totalmente vacio. Levanto el rostro, el azabache no estaba a su lado. Se incorporo en la cama, observo su alrededor. Lentamente la puerta se abrió para dejar pasar al ojimarron con una charola. Liam le sonrió mientras lo veía acercarse a la cama. Nunca se cansaba de apreciar la hermosura de su rostro, la belleza de su cuerpo y su hermosa personalidad. Zayn cumplía con las expectativas de cualquier persona en el planeta. El azabache coloco la charola con los alimentos sobre las piernas del ojimiel y se sentó a su lado. Se quedaron un par de segundos observándose a los ojos, mareas de emociones los ahogaban al ver directo a las orbes del otro. Zayn se reclino para acostar su cabeza sobre el hombro de Liam.

-¿Qué tienes planeado?- pregunto el castaño mientras le daba un trago a su jugo de naranja.

-¿A qué te refieres?- le respondió con otra pregunta.

-No actúes como si no supieras- le inquirió mientras le daba una mordida en la nariz –Tu solo te levantas temprano cuando tienes un plan entre manos-.

El ojimarron se puso a jugar con sus manos, haciendo círculos en el cuerpo del otro, lo había descubierto, mínimo no tenía ni una idea de a donde lo quería llevar. Una idea que nació en la mente de Zayn. Quería hacer algo lindo por Liam, algo superior a lo que el castaño pudiera esperar.

-Quiero llevarte de compras- le dijo sin verlo a los ojos.

Liam frunció el seño. No llevaba una vida junto al azabache, pero en el tiempo que habían vivido juntos comprendía mejor que nadie en el mundo sus actitudes. Un chico serio, pero por timidez, una persona de naturaleza vacilante y relajada, una hoja en el viento, un espíritu libre, todo un artista. Una de las muchas cualidades que el mismo Liam amaba en Zayn era que no podía ocultar sus pensamientos, sus ojos eran libros abiertos para el que quisiera leerlos. Por eso el ojimarron no hacia contacto visual con él, para no delatar su plan.

-Esta bien- dijo poniéndose de pie en dirección al baño –Me daré una ducha rápida y podrás llevarme a donde quieras-.

El ojimiel entro al cuarto de baño dejando solo al azabache. Tenía grandes planes para el resto del día. Llevarlo a comprar mucha ropa, porque la necesitaría. Acomodar los documentos que Louis, muy amablemente, se hizo cargo de organizar y conseguir. Intentar despistar las huellas que podían dejar. Un plan perfecto. El ojimarron se recostó en la cama y abrazo la almohada donde la cabeza de Liam solía descansar. Enloquecía todos sus sentidos. Dejaba un aroma tan único, una combinación del shampoo que compartían y la esencia natural del castaño. Una mezcla que atrapaba a las personas. Respiro profundamente el aroma y cerro los ojos, por un momento se permitió pensar en la felicidad completa, la felicidad que sabia aun no existía en su hogar. El celular sonó y el rápidamente se incorporo de su posición. Saco el pequeño dispositivo. ¿Cómo se atrevía a hablarle? Ya tenia muy en claro que no quería tener contacto con él, por más que le partiera el alma en pedazos. Bufo molesto, llevaba dos días llamándolo, era la mayor cantidad de tiempo que le había insistido desde que dejaron de hablarse. Suponía que tenia que ser algo muy importante, lo medito un par de segundos para acto seguido contestar.

-Zayn, muchacho, me alegra que contestaras- dijo el señor Simon alegremente.

-¿Qué quieres?- le respondió secamente –Te dije que no quería que me hablaras- agrego con el mismo tono de voz.

-Sé que me dijiste que no querías verme en toda mi maldita vida, que soy un bastardo mal nacido y todos tus insultos, pero…- hizo una pausa para tomar un trago de su vino –Me entere de los planes que tienes con tu mascota-.

-¡No es una mascota!- le respondió lleno de rabia -¡Es una persona!-.

-Bueno, como quieras llamarlo. Te hablo para decirte que es una mala idea lo que estas planeando hacer- ya que solo escuchaba la respiración errática de su ahijado decidió continuar –Sabes que todo lo que hago es por tu bien y si te estoy diciendo esto, tiene que ser con un propósito- finalizo dándole un largo trago a su bebida.